Luis Caputo consiguió un objetivo que pocos pueden mostrar: quedar en la historia de frases célebres sobre las crisis económicas y el vínculo del dólar con la sociedad. “Comprá, no te la pierdas, campeón”, provocó a un auditorio amigable y, de acuerdo con la evolución que tuvo la cotización desde esta invitación, muchos le hicieron caso.
De este modo, Caputo ha ingresado en la poco agradable lista de frases traumáticas pronunciadas por funcionarios, que terminaron siendo símbolos de fracasos.
- Una de las primeras fue dicha por el ministro de Economía, Álvaro Alsogaray, en el gobierno de Arturo Frondizi, en junio de 1959, para informar que se venía el ajuste: “Hay que pasar el invierno”, con el objetivo de preparar a la sociedad para un período de penurias.
- El ministro de Economía de la dictadura militar Lorenzo Sigaut, que reemplazó a José Alfredo Martínez de Hoz con su tablita cambiaria, en 1981, afirmó: “El que apuesta al dólar, pierde”, y, poco tiempo después, se registró una fuerte devaluación.
- Cuando estaba comenzando la hiperinflación, en los últimos meses del gobierno de Raúl Alfonsín, a fines de marzo de 1989, el ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese, se lamentó: “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”, al no poder detener la corrida cambiaria y bancaria de esos meses.
- En 2002, con la convertibilidad estallada y el corralito y el corralón de los depósitos, el entonces presidente Eduardo Duhalde aseguró: “El que depositó dólares, recibirá dólares”. Esto no sucedió
Desde que Caputo se sumó a este listado de frases célebres, el dólar subió casi un 10%.
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¿Por qué se despertó la cotización del dólar?
El último informe de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia identifica cuatro factores clave para explicar el salto del dólar en las últimas dos semanas, hasta rozar los 1300 pesos.
- El Tesoro volvió al mercado de cambios: Durante la segunda mitad de junio, Economía modificó su estrategia y comenzó a comprar dólares en la plaza. En total, sumó 400 millones de dólares entre el 18 de junio y el 3 de julio, la mitad fue informada por el propio ministro Luis Caputo y la otra surge de los datos de la cuenta del Tesoro en el Banco Central. La alteración de la posición oficial, pese a que el presidente Javier Milei había señalado que no era necesario aumentar las reservas, es una señal de subordinación ante las observaciones críticas de la tecnoburocracia del FMI, que igualmente otorgarán el waiver (perdón) por el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas pero antes quiere un gesto político en relación con este objetivo.
- Fin de la temporada alta de liquidación del complejo agroexportador: Las exportaciones de soja, principal fuente de divisas del país, se concentran en marzo y junio. El Gobierno había dispuesto la reducción temporal de las retenciones hasta fines del mes pasado, lo que incentivó una liquidación anticipada de dólares de este sector. Ambos factores reducen la oferta de dólares del agro, a lo que se agrega que, con los pesos disponibles, empezaron a comprar dólares al abandonar la bicicleta del carry trade, en línea con la estrategia difundida por el banco estadounidense JP Morgan. “Según datos del sector, el tercer trimestre suele mostrar una caída en las ventas respecto al segundo trimestre, y este año podría ser aún más marcado por el adelantamiento de operaciones. Esto anticipa un segundo semestre más tenso en términos de ingresos de divisas”, explica el reporte del Banco Provincia.
- Más pesos en circulación: El 25 de junio vencieron 10,4 billones de pesos de deuda, de los cuales se renovaron 6,1 billones. El Tesoro cubrió la diferencia, inyectando 4,2 billones: “Se trató de la mayor emisión neta de la gestión Milei”, destaca el informe, para agregar que aunque parte de ese dinero se destina a consumo, crédito o inversión, otra parte se canaliza hacia la compra de dólares.
- Tensión internacional y efecto regional: En estos días volvió a intensificarse la disputa por aranceles en el comercio internacional por parte de la administración de Donald Trump. No hubo un impacto directo en la cotización del dólar pero ha sumado una cuota más de incertidumbre en el mercado financiero local.
La actual inercia de la situación actual conduciría a una ampliación del desequilibrio externo del sector privado en unos 12.000 millones de dólares.
Se viene la excusa oficial del “populismo” de políticos contra el superávit fiscal.
La notable impericia del Gobierno para mantener la alianza con gobernadores, senadores y diputados, deseosos de acompañar la política económica regresiva, está desnudando la fragilidad del denominado superávit fiscal, cuando, en realidad, se trata del resultado de contabilidad creativa y retención indebida de fondos de las provincias.
La supuesta ancla fiscal, ficción aceptada por financistas y el mundo empresarial, quedaría floja con la aprobación de modestos proyectos de ley de recuperación de jubilaciones y de distribución de recursos a las provincias, que senadores y diputados están debatiendo en el Congreso, con elevada probabilidad de ser aprobados.
Como se explicó en El Destape, cuando los planes económicos de ajuste regresivo empiezan a evidenciar su agotamiento, la reacción de los ejecutores siempre ha sido la misma: culpar a las demandas “populistas” de los políticos y, a la vez, apuntar a los políticos acusándolos de buscar el fracaso de la gestión.
La secuencia, en realidad, es inversa: la estrategia económica del ajuste permanente empieza a hacer agua, entonces se precipita la reacción política para amortiguar los costos de medidas regresivas.
El principal motivo que explica el fiasco económico de Milei: el déficit creciente del sector externo.
El último informe de FIDE ofrece cifras alarmantes acerca de la evolución del sector externo de la economía de Milei. Para este año, indica que la actual inercia de la situación actual conduciría a una ampliación del desequilibrio externo del sector privado en unos 12.000 millones de dólares.
Explica que, en el marco de un fuerte achicamiento del superávit comercial, el déficit se explicaría por el rojo en servicios (en especial, el rubro Turismo) y la compra de dólares de personas humanas, demanda que, en solo dos meses, desde que se flexibilizaron los controles, ascendió a 5250 millones de dólares.
Este saldo se alcanzó sin que las empresas pudieran adquirir dólares porque se mantiene esta restricción de acceso a divisas.
“La experiencia internacional y la propia historia de la Argentina enseñan que la baja del riesgo país está mucho más relacionada con la robustez de las reservas internacionales y la sostenibilidad de la dinámica de las cuentas externas que con el equilibrio del frente fiscal. Y esta fragilidad está en el centro de la incertidumbre que reina en el mercado acerca del futuro de la estrategia oficial”, concluye el informe de FIDE.
El panorama económico con debilidad de las cuentas externas, o sea, con problemas por la disponibilidad de dólares reflejados en la fragilidad en la acumulación de reservas en el Banco Central, y el crítico cuadro político del oficialismo con la posibilidad de la ruptura con gobernadores, senadores y diputados aliados, brinda el escenario para que no pocos sigan el consejo de Caputo. Y parece que no fueron sólo los campeones los que salieron a comprar, sino que se están sumando todos los que participan del torneo del dólar.