El plan de economía especulativa y de destrucción del entramado productivo y laboral del gobierno de Javier Milei está provocando un estrés comercial y financiero en la mayoría de las empresas.
La velocidad de demolición liberal-libertaria es fulminante. El último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) confirma que la caída de empleadores se ha acelerado en estos dieciocho meses de la presidencia de Milei.
El economista Ricardo Arriazu, uno de los más entusiastas oficialistas de la city, mencionó que este esquema económico destruye más rápido que el proceso de creación, que él y los libertarios suponen que se desatará con los actuales incentivos macroeconómicos.
No es seguro que el momento de la bonanza sucederá, más bien, la devastación está siendo de tal magnitud que, si no se interrumpe el actual proceso, no habrá espacio para abrazarse a esta eterna ilusión del mundo conservador.
El plan de economía especulativa y de destrucción del entramado productivo y laboral del gobierno de Javier Milei está provocando un estrés comercial y financiero en la mayoría de las empresas.
Las etapas del ajuste regresivo se repiten con el mismo resultado.
Los procesos de ajuste regresivo tienen un tiempo de desarrollo en etapas que, de tan reiterado, es fácil de predecir: en una primera instancia, en el mundo empresarial e incluso entre trabajadores enajenados, predomina la expectativa de que esta oportunidad será una experiencia exitosa; luego aparece la esperanza de que no fallará; a medida que no se cumplen las promesas de mejoras en el clima de negocios y en las condiciones de vida de las mayorías, la confianza empieza a debilitarse; para, finalmente, cuando los efectos de un plan económico contractivo se profundizan y son irreversibles, precipitarse las quiebras, las convocatorias de acreedores, el incremento de la morosidad empresarial y de las personas, la suspensión de personal y los despidos. La crisis económica se generaliza.
El experimento económico de Milei es un fiasco y está detonando hasta las actividades que, en teoría, deberían estar en una situación holgada:
- El sistema financiero (bancos públicos, privados y entidades no bancarias) contabilizó una pérdida global de 222 mil millones de pesos en el acumulado del primer trimestre, según se desprende de informes del Banco Central. La tendencia es inquietante porque en marzo el quebranto total sumó 791 mil millones de pesos.
- Empresas nacionales de servicios petroleras en Vaca Muerta se han declarado en alerta por la fuerte caída de la demanda de sus prestaciones. La cámara que reúne a esas compañías en Añelo, la ciudad emblema de Vaca Muerta, denunció que el ingreso de firmas del exterior contratadas por las petroleras ha desplazado a proveedores locales y ha precarizado las condiciones laborales. El saldo es el incremento de la desocupación y el acelerado deterioro social en la zona económica privilegiada del plan de Milei.
Con Milei cierran más empresas de las que nacen.
El informe del CEPA, en base a datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), correspondiente al sistema de Seguridad Social, revela que, en la comparación entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, hubo una disminución en la cantidad de empleadores con trabajadores registrados, pasando de 512.357 a 498.495.
Esto implica la desaparición de 13.862 firmas, reflejando una tendencia negativa en el tejido empresarial en lo que va del gobierno de Milei.
El sector Transporte y Almacenamiento fue el más afectado, con una pérdida de 3502 empresas en ese período. Otros rubros registraron caídas significativas: Comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos automotores y motocicletas perdió 2165 empresas, Construcción registró una reducción de 1760, y Actividades inmobiliarias sufrió una merma de 1673.
El reporte evalúa la destrucción de empresas, destacando que las principales afectadas son las de hasta 500 trabajadores/as: el 99,73% del total de los casos (13.862 empresas menos). Por el contrario, la cantidad de empleadores de más de 500 trabajadores/as explica sólo el 0,27% (38 casos)
La extensa lista de defaults corporativos.
La potente anestesia social por la reducción de la tasa de inflación (a propósito de los elogios ortodoxos y heterodoxos, el actual nivel es similar al existente en el segundo mandato de CFK, con mediciones estadísticas alternativas a las del Indec, índices que, en esos años, generaban fuertes críticas; hoy, los mismos son alabados) y el adormecimiento, con intervención pública, del mercado cambiario, permiten desplazar de la atención la sucesión de defaults corporativos en este año y medio de gestión liberal-libertaria.
Los siguientes son los principales casos:
- El último default informado fue declarado por Bioceres, firma creada en 2001 por productores que después tuvo su continuidad en lo que hoy es la compañía de soluciones agrícolas Bioceres Crop Solutions. Esta última es la desarrolladora, entre otros programas, de la tecnología de tolerancia a la sequía en trigo y soja. Bioceres no pagó pagarés bursátiles por 5,31 millones de dólares vencidos en junio pasado. En total, la deuda de Bioceres por esos compromisos asciende a unos 30 millones de dólares, a julio del 2026.
- Empresas ligadas al agro cayeron en default en los últimos días de 2024: Los Grobo y Agrofina anunciaron ante la Comisión Nacional de Valores que no pudieron pagar, entre las dos, unos 21,4 millones de dólares.
- La situación de Los Grobo es más compleja. Está en concurso desde febrero y tiene un pasivo de 220 millones de dólares. Aplicó un fuerte ajuste de su estructura, que incluyó pasar de 700 a 400 empleados, dar en alquiler su molino Cánepa de Chivilcoy a Molinos Fénix y salir del esquema de producción propia de granos, un modelo con productores asociados que alcanzaba unas 100.000 hectáreas. El balance consolidado al 31 de marzo de este año, que abarca nueve meses del ejercicio corriente, mostró la profundidad del deterioro: acumuló pérdidas por 36.619 millones de pesos, casi duplicando el rojo de 18.973 millones que había registrado un año atrás.
- Red Surcos, también de la actividad agraria, fue la primera empresa del sector en interrumpir el pago normal de su deuda. Entró en default por 3,5 millones de dólares y 9364 millones de pesos. Es una firma dedicada a la comercialización de productos fitosanitarios. Se presentó en concurso preventivo de acreedores y, en enero de 2025, anunció la desvinculación de 50 empleados, quedando un plantel de 170 trabajadores.
- La energética Grupo Albanesi, incluyendo a Generación Mediterránea (GEMSA) y Central Térmica Roca, entró en default con sus obligaciones negociables, emitidas bajo un programa de 1000 millones de dólares.
- Celulosa Argentina, una de las principales productoras de papel en el país, controlada por el Grupo Tapebicuá de los empresarios Douglas Albrecht, Juan Collado y José Urtubey, comunicó que no podrá hacer frente al pago de sus obligaciones financieras, luego del anuncio de la reestructuración de deuda a principios de abril pasado.
- La petrolera Aconcagua se declaró en default y anunció formalmente que "inicia un proceso integral de reestructuración" de sus deudas. Aconcagua es una empresa nacional que nació con el boom de Vaca Muerta. En 2015, dos ejecutivos de YPF renunciaron a sus cargos para constituir su propia compañía. La empresa ha comunicado que buscará reestructurar su deuda, que asciende a unos 230 millones de dólares.
- El Juzgado Nacional de Primera Instancia en los Comercial N° 23 de la Ciudad de Buenos Aires abrió el concurso preventivo de Presidente Petroleum, empresa de capitales británicos que opera en el país, luego de no cumplir con el pago de pagarés por 1,35 millones de dólares y 15.649,8 millones de pesos.
- El Juzgado Civil y Comercial de Rafaela prorrogó el plazo para que los acreedores de SanCor presenten solicitudes de verificación de deuda en el marco del concurso preventivo. Por ahora, el pasivo verificado supera los 400 millones de dólares.
- El Grupo Roggio, a través de su holding Clisa, está en un proceso de renegociación con acreedores. La empresa no pudo cumplir con los pagos de intereses de su deuda emitida en el 2021. Clisa no pagó los intereses de las ON por 10 mil millones de pesos, equivalentes a 358 millones de dólares.
Casi el 70% de los sindicatos industriales reportaron una situación peor o igual respecto del primer trimestre del año.
¿Cómo sigue este proceso de destrucción de empresas y empleo?
El relevamiento realizado por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina, integrado por 36 gremios que reúnen en total 895.444 trabajadores afiliados, es pesimista respecto al horizonte productivo y laboral de corto plazo.
Más de la mitad de los consultados (52%) indicó que la situación será mucho peor. Este dato alcanza el 70% si se incorporan los que indicaron que la situación será moderadamente peor.
Casi el 70% de los sindicatos reportaron una situación peor o igual respecto del primer trimestre del año. En relación con las ventas, más del 50% de los consultados indica que han disminuido. Los resultados son similares para producción. El uso de la capacidad instalada se mantiene en niveles críticos.
La amplia mayoría de los consultados (75%) indicó que la situación del empleo empeoró.: se mantiene el adelanto de vacaciones (37%), el recorte de horas extras (44%) y las suspensiones y licencias (37%) como mecanismos para compensar la caída de la producción.
Como ajuste estructural, siguen los retiros voluntarios (31% considera que crecieron), jubilaciones anticipadas (26%) y los despidos. En este último caso, casi 60% de los encuestados indicaron un crecimiento de despidos.
Milei es un experto en destruir empresas; no de crecimiento con o sin dinero.
El informe de los sindicatos industriales advierte que en lo que va del gobierno de Milei ha habido un despliegue de políticas con un claro sesgo en contra de la producción nacional. Ha reducido la carga impositiva y regulatoria para las importaciones (fin del Impuesto País, eliminación de controles a las importaciones, cambios en reglamentos técnicos y antidumping), sin hacer nada para favorecer la producción nacional.
Se trata de una política antiindustrial, cuyas consecuencias serán la quiebra de empresas y la reducción sostenida del empleo en el sector. La combinación entre apertura y atraso cambiario, sin apoyo alguno a la producción nacional, es letal para la mayoría de las empresas y el empleo industrial.
Esta política antiproducción nacional y proimportaciones está reconvirtiendo a muchas empresas de fabricantes a importadores, lo cual afecta de manera muy negativa al empleo en el sector.
Milei se ha revelado, de este modo, como un gran defensor de la producción y el trabajo… de otros países.