La reforma laboral que el Gobierno impulsará en el Congreso implicará cambios directos en el empleo de los trabajadores formales que firmen sus contratos una vez que haya sido sancionada. Se trata, según lo que anticiparon diversos funcionarios, de modificaciones que abarcarán tanto a las paritarias como al pago de los sueldos y a la forma de otorgar las indemnizaciones, así como a la jornada laboral.
Javier Milei ya anticipó que la intención del oficialismo es enviar el proyecto al Congreso de la Nación luego del 10 de diciembre, cuando se renueve la composición actual con más diputados y senadores de La Libertad Avanza, por lo que ya confirmó que convocará a sesiones extraordinarias a partir de esa fecha.
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Cambios en las paritarias con la reforma laboral
El punto más destacado de la propuesta de reforma laboral, según explicó el propio secretario de Trabajo, Julio Cordero, es la implementación de paritarias por empresa en lugar de las paritarias por actividad que rigen actualmente.
Hoy, los convenios colectivos de trabajo (CCT) se negocian entre los sindicatos que representan a los trabajadores de un sector —por ejemplo, comercio, metalúrgicos o construcción— y las cámaras empresariales del mismo rubro. Este esquema, vigente desde mediados del siglo XX, garantiza condiciones laborales homogéneas dentro de cada rama y fortalece el rol de los gremios en la negociación.
El cambio que impulsa el Gobierno busca descentralizar ese sistema, habilitando que cada empresa negocie su propio convenio, con reglas salariales, horarios, beneficios y condiciones de trabajo adaptadas a su realidad productiva, su tamaño y su ubicación geográfica.
En este último sentido, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, también adelantó la posibilidad de implementar paritarias fragmentadas por provincia o región, bajo el argumento de que deben estar guiadas por la productividad para evitar un mayor desempleo.
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Cambios en los salarios
El concepto de “salario dinámico” parte de la idea de que una parte de la remuneración se determine por el desempeño individual del trabajador, su eficiencia o los resultados de la empresa. De este modo, quienes produzcan más o mejor, percibirían una retribución mayor.
Según explicó el Gobierno de Milei, el objetivo es reconocer el mérito y estimular la productividad, en un esquema que “mejore el salario sin comprometer la sostenibilidad de las empresas”. Desde la Casa Rosada sostienen que “un sistema puramente solidario, donde todos cobran lo mismo sin importar el esfuerzo o los resultados, desincentiva la productividad y promueve la mediocridad”.
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En los hechos, la iniciativa busca incorporar de forma legal y generalizada un esquema que ya aplican algunas compañías para su personal fuera de convenio: una parte fija y otra variable del salario, ajustada según el rendimiento o los objetivos alcanzados.
Sin embargo, distintos abogados laboralistas y dirigentes sindicales advierten que este modelo podría derivar en una mayor precarización, ya que el componente variable del sueldo podría volverse dominante y reducir la estabilidad de los ingresos. También señalan que atar el salario a la productividad “abre la puerta a la discrecionalidad empresarial” y debilita la negociación colectiva.
Cambios en indemnizaciones y juicios laborales
El proyecto introduce nuevas reglas para los créditos e indemnizaciones laborales. Las actualizaciones quedarán limitadas a la inflación medida por el IPC más un interés anual del 3%, lo que reduce la compensación que hoy fijan los tribunales en caso de juicios prolongados. También se fijan topes del 20% a los honorarios legales y se permite a las PyMEs pagar las indemnizaciones en 12 cuotas mensuales, reduciendo el impacto financiero ante un conflicto.
Este eventual cambio se suma a la sanción del fondo de cese laboral, que ya está vigente tras su aprobación como parte de la Ley Bases en 2024 pese a ser poco aplicado por fuera de la UOCRA. En los casos en los que es implementado, implica que el propio trabajador destina una parte de su sueldo mensual a aportar para recibir una indemnización tras su eventual despido.
Cambios en la jornada laboral con el "banco de horas"
El proyecto de reforma laboral presentado por el Gobierno de Javier Milei propone una transformación profunda en la organización del trabajo a través de la creación del “banco de horas”, un sistema que modificaría el modo en que se registran y pagan las horas extras en la Argentina.
Con el nuevo esquema, las horas adicionales dejarían de abonarse inmediatamente con los recargos del 50% o 100% establecidos por la Ley de Contrato de Trabajo. En su lugar, esas horas quedarían acumuladas en una cuenta individual, que el empleado podría compensar luego con descansos o jornadas reducidas en períodos de menor actividad.
Esto implica que un trabajador podría cumplir jornadas de 10 o 12 horas diarias durante semanas de alta producción, y luego tomar días libres cuando el nivel de trabajo disminuya, sin recibir un pago extra.
