El secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, el funcionario nacional de más peso en el sector energético, detalló los principales temas que tendrá esta área del Gobierno para intentar concretar el año que viene. Los ejes apuntados por González, que a su vez es mano derecha del ministro Luis Caputo, implican una fuerte quita de subsidios energéticos, que llevará aumentos de las tarifas en 2026, y avanzar en la reforma del sector eléctrico, un viejo anhelo para que los actores privados puedan contractualizar energía y combustible sin la mediación de empresas estatales o mixtas como Cammesa y Enarsa. Además, el foco de González también estará en impulsar desde la Secretaría de Energía el aumento de las exportaciones de petróleo y gas, principalmente de Vaca Muerta, a precios internacionales.
El funcionario, que llegó al Palacio de Hacienda en septiembre del año pasado y que luego derivó en la salida de Energía de Eduardo Rodríguez Chirillo, detalló la hoja de ruta del área este miércoles en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. La comisión ahora la preside el legislador libertario Alberto “Bertie” Benegas Lynch tras la salida de José Luis Espert.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Los detalles que ofreció González en Diputados obviaron el impacto en la agenda energética del gobierno de una disparada del dólar que podría suceder luego de las elecciones y que podría afectar, por ejemplo, las intenciones oficiales en quitar subsidios.
Subsidios
González afirmó que el Gobierno Nacional pretende reducir los subsidios energéticos que aporta el Estado de 0,66 del PBI que sumarán este año a 0,50 en el 2026. “La reducción es importante, pero es absolutamente gradual. Pensemos que ese 0,5% de este año llegó a ser 2,8% en el 2014. Ese es otro cambio de paradigma del gobierno”, detalló. “El costo de energía eléctrica en 2025 es 78 dólares el MW por hora (US$/MWh), lo que implica un costo de energía competitivo. Mientras tanto, los consumidores residenciales y comerciales pagaron 41 US$/MWh. Nosotros estamos previendo en el Presupuesto 2026 es que paguen 52 US$/MWh en 2026”, remarcó González.
“La idea es que nos vayamos acercando ya que el costo baja y los usuarios van pagando un poco más, y ambos valores se unen. Queremos alinear gradualmente el precio que paga el consumidor con el costo de producir esa energía”, expresó. El gobierno de Milei prevé que el año que viene los usuarios residenciales de altos ingresos y los comerciales (N1), que no tienen subsidios, paguen el 100% del costo de la energía. Según el Reporte de Tarifas y Subsidios de septiembre que realiza el Observatorio de la UBA-Conicet (IIEP), los N1 abonaron el 80% y el 20% restante de la factura fueron subsidios estatales.
Además, estima que los usuarios N2 (ingresos bajos), van a pagar el 43% del costo de la energía y 57% serán subsidios, cuando en el noveno mes del año, y según el IIEP, un usuario de bajos recursos pagó el 27% y el resto fueron subsidios. En el caso de los hogares N3 (ingresos medios), en 2026 pagarán el 67% del costo (33% subsidios), cuando en septiembre abonaron el 39% de la factura de electricidad.
En total, son 9 millones los hogares subsidiados en el país sobre un total de 16 millones, aclaró González y añadió que “el 60% de la población argentina tiene un subsidio a la energía. Lo que estamos haciendo es reducir ese porcentaje subsidiado”. En el caso del gas, Daniel González destacó que los hogares de altos ingresos N1 van a pagar el 68% en promedio (en septiembre pagaron el 75%, pero depende de la estacionalidad), los hogares pobre N2 el 29% (pagaron en septiembre el 20%) y los N3, pagaron el 41% del costo de la energía (en septiembre el 25%).
“Eso sería un promedio del 61% para 2026, un aumento gradual para que nos vayamos acostumbrando a pagar a los servicios por lo que cuestan. Nos parece que esta propuesta de reducción de subsidios gradual es razonable. Es más que en 2023, pero se pudo hacer sin dañar la cobrabilidad de los servicios, sino todo lo contrario. La sociedad va entendiendo que el peor de los escenarios es pagar barato pero no tener energía”, sostuvo el funcionario.
Zona Fría
También adelantó que la intención del gobierno de Milei en 2026 es eliminar la ampliación del régimen de Zona Fría, el descuento en las facturas de los usuarios residenciales que están ubicados en áreas de bajas temperaturas.
La intención oficial es eliminar a 3,1 millones de usuarios que ingresaron al régimen en 2021 con la ampliación aprobada en el Congreso y mantener el esquema original para alrededor de 800.000 usuarios principalmente de la Patagonia.
“Nos parece un muy mal régimen, de una muy mala ley: regresiva, deficitaria e injusta. Se subsidia la tarifa completa (cargo fijo) y no el consumo de gas, es decir que si no consumiste igual recibís subsidio”, sentenció González.
Balanza
El ministro coordinador destacó también que la balanza comercial energética llevaba hasta agosto un superávit de US$ 3.800 millones y que el año pasado totalizó US$ 5.400 millones “cuando en 2022 tuvimos un déficit del US$ 5.600 millones”, recordó González, pasando por alto el despegue de Vaca Muerta que se esperaba para estos años luego de la inauguración del Gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner) en 2023.
En este punto, González resaltó que “la actividad en Vaca Muerta habilitó nuevos proyectos nunca vistos en la Argentina, como es el VMOS (Oleoducto Vaca Muerta Sur) y el Proyecto Duplicar de Oldeval (empresa Oleoductos del Valle).
“Estos dos proyectos permitirán que en tres años el país esté en condiciones de exportar un millón de barriles por día. El transporte de crudo por oleoductos era uno de los cuellos de botella más grande que tenía Vaca Muerta”, afirmó. Y agregó que en gas natural hay “dos proyectos de GNL que permitirán producir 6 millones de toneladas por año. Esto generará que se puedan exportar en tres años otros US$ 3.000 millones”.
Reforma eléctrica
González también describió algunos aspectos que tendrá la reforma del sector eléctrico que planea impulsar el gobierno para 2026, aunque ya comenzó a implementar algunas medidas. Sobre todo podría acelerar el avance de las reformas -que tendrían el eje correr del sector a las empresas Cammesa y Enarsa- luego de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
“El mercado eléctrico mayorista va a funcionar así: hemos separado una cantidad de energía y potencia, que tiene un costo cierto, y la vamos a direccionar a la demanda residencial y comercial de todo el país. Y el resto de la oferta de energía, que no tiene un precio tan cierto, y eso incluye a la energía nueva, va a tener que contratar directamente en el mercado con sus clientes (no a través de Cammesa), las compañías de distribución y las compañías industriales”, describió.
“Bajar el costo de la energía depende exclusivamente del nivel de inversiones que se hagan en el sistema. Si tenemos un sistema que desincentiva las inversiones, vamos a seguir viendo lo mismo que vimos en las últimas décadas. Es imposible bajar el costo de la energía, sin inversiones que aumenten su oferta”, concluyó Daniel González.