La crisis del gas que sufrió el país durante la ola de frío hace una semana fue histórica porque se quedó sin suministro la demanda residencial y no sólo las industrias y las estaciones de GNC, como ocurrió en otras oportunidades y en distintos gobiernos. Según coinciden varios analistas y conocedores del sector, hacía 37 años que no se cortaba el gas natural a hogares por problemas de escasez en el sistema.
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La crisis del gas que sufrió el país durante la ola de frío hace una semana fue histórica porque se quedó sin suministro la demanda residencial y no sólo las industrias y las estaciones de GNC, como ocurrió en otras oportunidades y en distintos gobiernos. Según coinciden varios analistas y conocedores del sector, hacía 37 años que no se cortaba el gas natural a hogares por problemas de escasez en el sistema.
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¿La crisis del gas fue por falta de previsión del gobierno o se generó por problemas en la producción de Vaca Muerta que sucedieron al mismo tiempo que la demanda residencial creció a niveles históricos? ¿El sistema puede seguir operando sin obra pública en infraestructura?
El Destape entrevistó a Cecilia Garibotti, ex subsecretaria de Planeamiento Energético y directora de la Fundación Encuentro, que analizó las causas de la crisis del gas que dejó sin suministro a Mar del Plata y localidades aledañas como Batán. Garibotti también analizó el impacto del freno de la obra pública del gobierno en el sector gasífero.
—¿Qué dimensión tuvo este corte de gas en el país?
—Los costos del corte a la demanda ininterrumpible, es decir, que no se debe interrumpir, porque están asociados no sólo a términos económicos sino también a la salud y seguridad para la población, fueron altísimos. Se tuvo que ir casa por casa para reestablecer el servicio en Mar del Plata porque se generaron riesgos como que quede aire en los caños de gas de las casas y son gases son tóxicos. Todos sabemos los problemas con las emisiones de monóxido. Hay consecuencias graves que vienen asociadas a cortar el suministro de gas a los usuarios ininterrumpibles.
—¿Cómo se llegó a la escasez de gas en el país si Vaca Muerta viene con buena producción?
—En términos históricos tenemos una Vaca Muerta récord. No hubo grandes problemas de inyección de gas. Lo que ocurrió también es que hubo problemas de definiciones sobre la planificación energética y, en particular, cuál es el rol que tiene que adoptar el Estado respecto a la planificación energética. Este gobierno tomó la decisión de tener un rol de garante de última instancia de la infraestructura.
Justo este miércoles el Gasoducto Néstor Kirchner (rebautizado por el gobierno de Milei “Gasoducto Perito Moreno”) cumplió dos años de su inauguración. El sector privado no se presentó a hacerlo, lo hizo el Estado y es el que nos permitió que tengamos gas en invierno. No se resolvió todo, pero ahora con el gasoducto nuevo tenemos más gas para generación eléctrica y para hogares e industrias. También evitó importaciones de GNL por alrededor de US$ 20.000 sólo en el período que va este gobierno de Milei. Para que todo este sistema funcione el Estado tiene que tener el rol de coordinador sobre cómo van a hacer las inversiones.
—Pero este gobierno definió no hacer obra pública.
—Sí, es una decisión del gobierno que tuvo que ver con la expectativa de la llegada de los privados, sin la intervención del Estado. El problema es que las inversiones de los actores privados no llegaron, ni para la infraestructura gasífera ni para la eléctrica. Si no se están realizando las inversiones que se necesitan para mantener y ampliar el sistema de gas, entonces cuál es el rol de Estado: ¿Va a planificar? ¿Se va a comprometer a hacer las obras?
Lo que tuvimos en esta crisis es que aumentó fuerte la demanda. Pero previamente no se terminaron las obras que estaban planificadas hace años para atender a una demanda como la que tuvimos. Por ejemplo, la planta compresora Las Armas, que afecta directamente al Gasoducto de la Costa y que permitiría reforzar el gas que llega a Mar del Plata. La planta de Lar Armas se empezó a hacer en 2023 y ya tenía un avance del 80% y el gobierno de Milei la cortó. Y es muy difícil que venga un privado para terminar una obra con 80% de avance pero que está totalmente abandonada.
Es cierto que hubo una parada inesperada de Atucha II y eso hizo que se necesite más gas para la generación térmica y hubo un aumento de la demanda en la ola de frío, pero no fue un pico de consumo residencial imposible de atender. Si se hubieran hecho las obras era totalmente atendible la demanda residencial y no se hubiese cortado el gas. Creo que tampoco se pasó de gas a combustibles líquidos a la generación térmica, ya que se sabía que se venía una ola de frío.
—En el gobierno dicen que la escasez de gas natural fue porque dejaron de inyectar algunas áreas de Vaca Muerta y el pico de consumo residencial fue histórico.
—El problema estuvo en las obras pendientes como la planta compresora de Las Armas, la etapa dos del Gasoducto Néstor Kirchner (que une Salliqueló en Buenos Aires con San Jerónimo en Santa Fe), que hubiese sido clave para la industria, y podemos mencionar también las obras en plantas compresoras del Gasoducto Norte. El gobierno responsabiliza a la demanda récord, pero no a que ellos no terminaron estas obras. Las obras planificadas fueron justamente porque sabemos que aumenta la demanda. El cambio climático implica que vamos a tener cada vez más eventos extremos por poco tiempo y la planificación energética es justamente diseñar un sistema para abastecer a la demanda, que todos ya sabemos desde hace muchos años que viene aumentando. No se pueden frenar las obras gasíferas en el país.
—Estamos analizando la ola de frío, pero es probable que tengamos olas de calor extremo en el próximo verano. ¿Cómo está el sistema eléctrico?
—Frenaron la licitación de obras de generación térmica que estaban pensadas desde el 2022 y 2023 para sumar generación de energía al país. Esa licitación se llamó TerConf y específicamente fue lanzada para atender el crecimiento del consumo de la demanda de energía eléctrica en los picos de demanda. Y este gobierno dio de baja la licitación, que explícitamente decía en los pliegos que eran obras que se tenían que terminar para el verano de 2025-2026. Por eso no es raro pensar que vamos a un verano con cortes no sólo en las redes de distribución, como en Edesur y Edenor, sino cortes en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) por problemas en transporte y distribución a nivel país.