ters) -El primer ministro chino, Li Qiang, y la máxima dirigente de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, hicieron hincapié en la cooperación durante su reunión en Nueva York, en un momento en el que las economías número dos y tres del mundo trataban de aliviar las tensiones comerciales, presionadas por los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Von der Leyen, en una declaración en su cuenta de la red social X después de la reunión del miércoles, dijo que había discutido asuntos comerciales con el número 2 de China al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y que apreciaba "la voluntad de China de comprometerse con nosotros en un espíritu de entendimiento mutuo".
"Las preocupaciones de Europa en relación con el control de las exportaciones, el acceso al mercado y el exceso de capacidad son bien conocidas", dijo.
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China y la UE han pasado los últimos dos años al borde de una guerra comercial, que la mayoría de los analistas atribuyen a la decisión de la Comisión Europea de 2023 de abrir una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, lo que desencadenó indagaciones sobre el "brandy", los productos lácteos, la carne de cerdo y otros bienes de la UE.
Sin embargo, dada la política comercial de Trump, que presiona tanto las exportaciones chinas como las europeas, Pekín y Bruselas han tenido motivos para buscar un acercamiento.
Li Qiang dijo que esperaba que China y la UE pudieran "mantener las aspiraciones originales de establecer relaciones diplomáticas", dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China el jueves, y agregó que "también expresó su esperanza de que la UE cumpla con su compromiso de mantener el comercio abierto y los mercados de inversión".
"Como dos polos importantes en el mundo, China y la UE deben demostrar responsabilidad y mantener su independencia estratégica", añadió el comunicado.
Los responsables de comercio chinos han tenido dificultades para negociar simultáneamente con Washington y Bruselas, y los grupos industriales extranjeros se quejan de los largos retrasos mientras los burócratas trabajan muchas horas en asuntos polémicos como los permisos de exportación de tierras raras.
Mientras tanto, la Comisión Europea, que establece la política comercial para el bloque de los 27, ha tenido dificultades para formar un consenso entre los Estados miembros después de que 10 países respaldaran los aranceles a los vehículos eléctricos chinos el pasado mes de octubre, 12 se abstuvieran y cinco se opusieran, incluida Alemania, la mayor economía de Europa.
China también se ha vuelto más central en el cálculo estratégico de Europa sobre la guerra en Ucrania, según diplomáticos, respecto a la que muchos ven la influencia de Xi Jinping sobre Vladimir Putin y el papel de Pekín como salvavidas económico de Rusia como un camino más plausible hacia la paz que la impredecible política exterior de Trump.
Von der Leyen dijo que había pedido a "China que utilice su influencia para poner fin a la matanza y animar a Rusia a ir a la mesa de negociaciones".
El comunicado del Ministerio de Exteriores chino no mencionó el conflicto en la frontera europea.
"Ha llegado el momento de la diplomacia. Sería una señal fuerte para el mundo", concluyó Von der Leyen.
Con información de Reuters