Científicos japoneses desarrollan un plástico que se disuelve en agua de mar en cuestión de horas

04 de junio, 2025 | 05.01

Investigadores japoneses han desarrollado un plástico que se disuelve en agua de mar en cuestión de horas, lo que supone una posible solución a una lacra moderna que contamina los océanos y dañan la fauna.

Aunque los científicos llevan mucho tiempo experimentando con plásticos biodegradables, los investigadores del Centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente y la Universidad de Tokio afirman que su nuevo material se descompone mucho más rápidamente y no deja rastro residual.

En un laboratorio de la ciudad de Wako, cerca de Tokio, el equipo demostró que un pequeño trozo de plástico desaparecía en un recipiente con agua salada después de agitarlo durante una hora.

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Aunque el equipo aún no ha detallado ningún plan de comercialización, Takuzo Aida, director del proyecto, afirma que su investigación ha despertado un gran interés, incluso en el sector de los envases.

Científicos de todo el mundo se apresuran a desarrollar soluciones innovadoras a la creciente crisis de los residuos plásticos, un esfuerzo defendido por campañas de concienciación como el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio.

Según las previsiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plásticos se triplicará de aquí a 2040, con lo que cada año se verterán entre 23 y 37 millones de toneladas métricas de residuos en los océanos de todo el mundo.

"Los niños no pueden elegir el planeta en el que vivirán. Es nuestro deber como científicos asegurarnos de que les dejamos el mejor entorno posible", afirmó Aida.

Según Aida, el nuevo material es tan resistente como los plásticos derivados del petróleo, pero se descompone en sus componentes originales cuando se expone a la sal. Esos componentes pueden ser procesados posteriormente por bacterias naturales, evitando así la generación de microplásticos que pueden dañar la vida acuática y entrar en la cadena alimentaria.

Como la sal también está presente en el suelo, un trozo de unos cinco centímetros se desintegra en tierra tras más de 200 horas, añadió.

El material puede utilizarse como el plástico normal cuando se recubre y el equipo está centrando su investigación actual en los mejores métodos de recubrimiento, dijo Aida. El plástico no es tóxico ni inflamable y no emite dióxido de carbono, añadió.

Con información de Reuters