Británica Reeves dice que sigue adelante con su "duro" trabajo

03 de julio, 2025 | 11.38

La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, afirmó el jueves que está decidida a seguir adelante con su trabajo a pesar de los momentos difíciles, un día después de aparecer llorando en el Parlamento, lo que había suscitado temor por su futuro en el cargo y provocado una ola de ventas en los mercados.

Sonriente y con aspecto relajado, Reeves compareció junto al primer ministro, Keir Starmer, y habló brevemente en un acto de presentación de los planes del Gobierno para el servicio público de salud, antes de referirse a los acontecimientos del miércoles en un clip para los medios.

"Está claro que ayer (miércoles) estaba disgustada y todo el mundo pudo verlo. Fue una cuestión personal y no voy a entrar en detalles", dijo Reeves, añadiendo que ser ministra de Economía era "duro" pero que estaba "totalmente" preparada para el trabajo.

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"La gente vio que estaba molesta, pero eso fue ayer, y hoy es un nuevo día, y sólo estoy haciendo mi trabajo (...) Este es el trabajo que siempre he querido hacer".

Starmer dio todo su apoyo a Reeves después de que ésta se mostró visiblemente disgustada durante una sesión de preguntas al primer ministro en el Parlamento.

Las lágrimas de Reeves se observaron tras una semana difícil para el Gobierno, que se vio obligado a abandonar algunos puntos clave de la reforma del sistema de bienestar social, lo que supuso un agujero en sus planes presupuestarios y amenazó con socavar sus normas fiscales.

Los costos del endeudamiento británico subieron y la libra cayó mientras se desarrollaba la sesión semanal de preguntas y respuestas en televisión, y los analistas del mercado dijeron que los movimientos reflejaban la preocupación de que Reeves pueda ser sustituida y el Gobierno se suma en una mayor confusión.

En su comparecencia del jueves, Reeves reafirmó que el Gobierno había arreglado los cimientos de la economía y atribuyó a Starmer su victoria electoral de hace un año. Dijo a periodistas que estaba "orgullosa de lo que había conseguido".

Starmer dijo que era "fantástico" que Reeves estuviera en el acto y que tenía "toda la fe en mi canciller", afirmando que había tomado decisiones importantes y que seguiría en el cargo durante años.

"Estamos trabajando codo a codo y seguiremos haciéndolo durante mucho tiempo", afirmó. "Eso es bueno para el Gobierno, es bueno para el país".

Starmer -que inicialmente no había apoyado explícitamente a Reeves cuando se le preguntó por su futuro durante el debate parlamentario- dijo que no se había dado cuenta de que Reeves había estado llorando, ya que el turno de preguntas del primer ministro es "bastante salvaje".

Reeves también restó importancia a la reacción inicial de Starmer: "Creo que la gente puede ver que Keir y yo somos un equipo".

Con información de Reuters