Amigos y familiares de los venezolanos deportados de Estados Unidos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador realizaron una vigilia en una zona de Caracas donde artistas urbanos pintaron los rostros de los migrantes en coloridos murales en las calles de Caracas, exigiendo el debido proceso después de que Estados Unidos los acusara de ser pandilleros.
Una de ellas es Paola Paiva, hermana de un migrante venezolano encarcelado, quien dijo a Reuters que su hermano Arturo Suárez es cantante y que estaba segura de que no tenía antecedentes penales en ningún país en el cual haya estado.
"Se debe cumplir con el debido proceso", dijo Paiva. "No sabemos qué le está pasando. Es un secuestro. No sabemos nada de mi hermano desde hace 16 días. Es posible que otras familias tampoco sepan qué pasó con sus parientes".
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Suárez fue arrestado el 8 de febrero por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que allanaron una casa en Carolina del Norte donde grababa un video musical con Darwin Hernández, un barbero, según Aída Díaz, esposa de Hernández.
Díaz afirmó que su esposo le comentó antes de ser deportado que le habían pedido que firmara un documento que lo acreditaba como miembro del Tren de Aragua, pero que él marcó que no. Díaz comentó que se dio cuenta de que lo habían enviado a El Salvador después de que su nombre apareciera en una lista de deportados publicada por CBS.
Tanto Paiva como Díaz afirmaron que sus seres queridos no tenían antecedentes penales en ningún país. Reuters tuvo acceso a pruebas de que Hernández no tenía antecedentes penales en Venezuela, pero no pudo verificarlos de forma independiente.
El ICE no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre ninguno de los casos.
El Gobierno del presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar con rapidez a quienes, según la Casa Blanca, eran miembros de la pandilla venezolana del Tren de Aragua. A mediados de marzo más de 200 personas, entre ellas venezolanos, fueron llevados a El Salvador a una prisión de alta seguridad.
Washington ha afirmado que todos los venezolanos que deportó eran miembros de la pandilla Tren de Aragua, pero abogados y activistas lo han cuestionado. Un funcionario del ICE declaró bajo juramento el mes pasado que muchos no tenían antecedentes penales en Estados Unidos.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha señalado que los venezolanos trasladados a El Salvador no tienen relación con el Tren de Aragua, como dice la Casa Blanca y han solicitado apoyo a Naciones Unidas para liberarlos.
Abogados y familiares de las personas llevadas al país centroamericano también niegan sus vínculos con pandillas.
El juez de distrito estadounidense James Boasberg, con sede en Washington, dijo el jueves que existe una "probabilidad razonable" de que la administración Trump haya violado una orden judicial que bloquea temporalmente la deportación de presuntos pandilleros venezolanos.
Estados Unidos reconoció que un salvadoreño fue deportado y enviado a prisión por error, pero afirmó no tener autoridad legal para repatriarlo.
Con información de Reuters