Lula volvió a bajar la pobreza en Brasil, esta vez a su mínimo histórico

Brasil redujo su pobreza a niveles históricos en 2024. También disminuyó la pobreza extrema, que no caía desde 2012.

03 de diciembre, 2025 | 18.01

El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) confirmó este miércoles que el Brasil gobernado por Luiz Inácio Lula da Silva logró reducir la pobreza al 23,1% en el 2024, el índice más bajo en toda la historia del gigante sudamericano. El informe reveló que desde el retorno del líder del Partido de los Trabajadores (PT) al gobierno, alrededor de 8,6 millones de personas salieron de la pobreza entre 2023 y 2024.

El análisis del IBGE mostró que la pobreza, que había aumentado con fuerza en 2021 llegando a 77 millones de personas (el equivalente al 36,8% de la población), comenzó a descender desde 2022, cuando se ubicó en 31,6%. El analista del organismo estatal André Geraldo de Moraes Simões, explicó que el comportamiento muestra variaciones importantes impulsadas por dos factores centrales: por un lado, por la mejora del mercado laboral y por el fortalecimiento de los programas de apoyo estatal. Según él, ambos elementos "permitieron recomponer ingresos, reducir la vulnerabilidad y ampliar la cobertura social".

La evolución del documento muestra que en 2023 la pobreza alcanzó a 57,6 millones de habitantes, lo que representa una reducción significativa por tercer año consecutivo y consolida la recuperación socioeconómica tras el impacto de la pandemia de COVID-19. El retroceso de la pobreza marca un cambio de tendencia respecto de 2021, cuando la crisis sanitaria y económica elevó los niveles a cifras históricas.

Caída histórica de la extrema pobreza

El documento mostró también que los niveles de indigencia -o de "extrema pobreza", como figura en el documento-, bajó de 9,3 millones de personas en 2023 a 7,4 millones en 2024. Se trata del menor nivel de esta categoría desde 2012, que fue cuando este grupo empezó a ser medido, durante la primera presidencia de Dilma Rousseff.

Sin embargo el estudio destaca que las desigualdades regionales siguen siendo marcadas. Las regiones norte y noreste mantienen tasas de pobreza muy superiores al promedio nacional, reflejando brechas históricas en materia de ingresos, infraestructura y oportunidades laborales. Estas zonas, tradicionalmente rezagadas, enfrentan mayores dificultades para consolidar la recuperación pese a los programas de asistencia y a la mejora general de la economía.

El informe también destaca las diferencias entre grupos raciales y entre tipos de empleo. Mientras que entre la población blanca el 15,1% vivía en condición de pobreza y el 2,2% en extrema pobreza, las cifras son más altas entre otros grupos raciales. Además, la pobreza impacta con más fuerza en los trabajadores informales: entre quienes tienen empleo sin contrato, la proporción llegaba al 20,4%, frente al 6,7% registrado entre trabajadores formales.