La candidata presidencial ultraconservadora de Chile prometió una cárcel a lo Bukele

La propuesta fue realizada por la candidata ultraconservadora Evelin Matthei, que competirá por la presidencia por la coalición Chile Vamos.

22 de abril, 2025 | 18.30

La campaña para las elecciones presidenciales de noviembre ya comenzó al otro lado de la Cordillera de los Andes y los discursos de mano dura llegaron con ella. La candidata presidencial ultraconservadora chilena Evelyn Matthei propuso construir en el norte del país una prisión de máxima seguridad al estilo de la que la que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, levantó en su país y que está bajo la lupa de la comunidad internacional por la gestión de los derechos humanos.

En su primera visita a las regiones, la aspirante de la Unión Democrática Independiente (UDI) el partido establecido bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) que forma parte de la por la coalición Chile Vamos, sumó una nueva polémica tras el fallido proceso de ir a primarias con los partidos de la derecha tradicional y de la ultraderecha y su defensa de los crímenes de la dictadura, en la que participó su padre, uno de los miembros principales de la Junta Militar que tomó el poder tras el golpe de Estado.

Las controversias tuvieron impacto negativo leve en las encuestas, que aún así sigue liderando a la espera de que se clarifique la situación en la izquierda, que celebrará primarias. “Lo que nosotros estamos proponiendo es construir una cárcel aquí mismo de máxima seguridad, que estaría lista más o menos en tres años, porque tendría un método totalmente distinto", afirmó en el extrarradio de la ciudad septentrional de Copiapó.

Lo cierto, de todas maneras, es que en ese lugar ya se está construyendo una cárcel que tiene capacidad para 2.160 presos y se espera que esté lista para 2031. La iniciativa de Matthei que se llevaría a cabo allí se llamaría “El Arenal” y ocuparía 150 hectáreas de las 800 con las que cuenta el lugar. "Chile enfrenta una crisis penitenciaria marcada por el hacinamiento, la falta de infraestructura moderna y la creciente gobernanza criminal al interior de los penales. La lentitud en la ejecución de proyectos y la excesiva tramitación administrativa han contribuido directamente al agravamiento del problema", argumentó.

La cárcel, diseñada a privar de libertad en régimen estricto a 500 personas, es una de las piedras angulares de un plan de Plan Integral Penitenciario, que incluye la creación de otros cuatro presidios, la creación de 32.000 nuevas plazas en las prisiones y la expulsión de unos 3.000 extranjeros.

Según la prensa local, este plan propone "una construcción industrializada con diseños estandarizados que faciliten su réplica a nivel nacional y una ejecución acelerada mediante un proceso de fast-track, priorizando esta obra y coordinando desde la Presidencia los esfuerzos para remover cuellos de botella regulatorios y presupuestarios".

"La idea es que sean los criminales más peligrosos de la parte norte que estén acá, totalmente aislados, prácticamente sin visitas, con los gendarmes, con su identidad protegida, gendarmes de élite. Gendarmes que se van a tener que someter a test de pelo cada cierto tiempo, también al test de polígrafo, que van a ganar más, pero no van a tener derecho al sindicato", explicó Mathei en Copiapó, citada por la prensa local. Que "todo el mundo sepa que realmente vamos a ser muy duros, muy drásticos, muy radicales en lo que es la lucha contra el crimen organizado y contra la delincuencia", dijo en la presentación de su iniciativa.

La candidatura de Matthei y la pelea con la extrema derecha

Matthei llegó a la primaria que se celebrará el próximo 16 de noviembre más por casualidad que por motivación propia. La candidata competirá bajo la coalición de la derecha tradicional y propinochetista Chile Vamos, impulsada por el fallecido expresidente Sebastián Piñera. Allí, se encuentran la UDI, Renovación Nacional y Evolución Política (Evópoli).

La intención de ellos era competir en una interna con los representantes de la extrema derecha encabezada por el dirigente del Partido Republicano José Antonio Kast y del Nacional Libertario Johannes Kaiser –ambos muy cercanos al presidente argentino, Javier Milei-. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto.