Refugiado palestino: la historia de Omar Yaghi, flamante ganador Premio Nobel de Química

Nació en un campo de refugiados y recién se mudó a Estados Unidos a los 15 años. Su padres eran palestinos y, según contó, "apenas sabían leer y escribir". Una historia que demuestra la importancia del acceso a la educación.

08 de octubre, 2025 | 18.07

Palestino, refugiado e hijo de analfabetos. El nombre de Omar Yaghi ya es parte de la historia: ganó el Premio Nobel de Química este mismo miércoles, a los 60 años. Nació en un campo de refugiados palestinos en Ammat, Jordania, donde vivió en lo más profundo de la pobreza extrema. Apenas ganó el premio recordó haber compartido una pequeña habitación con decenas de personas y con los animales que criaban para sobrevivir. "Mis padres apenas sabían leer y escribir, pero siempre alentaron mi deseo de aprender", contó en una entrevista tras conocerse el galardón. A los 15 años emigró a Estados Unidos, donde empezó su camino académico que lo llevó hasta la Universidad de California, en Berkeley, una de las instituciones más prestigiosas del mundo. 

Omar Yaghi inició su carrera académica en 1992 como profesor asistente en la Universidad Estatal de Arizona (ASU), donde comenzó a explorar los límites de la química inorgánica y el diseño de redes cristalinas. Desde sus primeras investigaciones, llamó la atención de la comunidad científica por su habilidad para crear estructuras moleculares de notable complejidad y precisión. Fue en ese momento en el que sentó las bases de la química reticular, tal como él la bautizó, una disciplina que décadas más tarde transformaría el estudio de los materiales porosos.

En 1998, su carrera dio un salto decisivo al incorporarse a la Universidad de Michigan, donde profundizó su trabajo en la creación de materiales altamente porosos conocidos como estructuras metalorgánicas (MOFs, por sus siglas en inglés). Estos materiales, capaces de capturar y almacenar gases, marcaron un punto de inflexión en la química moderna y posicionaron a Yaghi como uno de los investigadores más prometedores de su generación.

Durante los años posteriores, su liderazgo científico se consolidó con la síntesis de nuevos materiales aplicables al almacenamiento de energía, la separación de moléculas y la captura de dióxido de carbono. En 2006 se trasladó a la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), donde fundó el Center for Reticular Chemistry, un espacio dedicado a expandir los límites de la ciencia de materiales y fomentar la colaboración interdisciplinaria.

En 2012, Yaghi se reintegró a la Universidad de California, Berkeley, pero ahora como profesor, en la cátedra James and Neeltje Tretter en Química. Desde allí, dirigió el Berkeley Global Science Institute. "La ciencia es la mayor fuerza igualadora del mundo", asegura como mantra frente a sus estudiantes en Berkeley. 

Un descubrimiento que promete cambiar el mundo

El reconocimiento a Yaghi llegó por su trabajo en el desarrollo de las estructuras metalorgánicas (MOF), una nueva arquitectura molecular capaz de capturar, almacenar y transformar gases nocivos. Junto a Susumu Kitagawa y Richard Robson, los otros dos ganadores del premio, Yaghi logró diseñar materiales con una superficie interna tan amplia que, según los propios científicos del Comité Nobel, "un pequeño terrón del compuesto podría albergar el equivalente a una cancha de fútbol". Estas estructuras pueden usarse para obtener agua del aire en regiones desérticas, atrapar dióxido de carbono o almacenar gases tóxicos de manera segura.

Según el Comité Nobel, los MOF desarrollados por Yaghi "podrían ofrecer soluciones a algunos de los mayores desafíos de la humanidad", en especial la escasez de agua y la contaminación atmosférica. En palabras de Heiner Linke, presidenta del Comité de Química, el hallazgo representa "una forma completamente nueva de construir materiales, con espacios internos que funcionan como habitaciones en un hotel, donde las moléculas pueden entrar y salir libremente".

De refugiado a símbolo global del conocimiento

El rey Abdullah II de Jordania fue uno de los primeros en felicitarlo públicamente, al publicar en X que Yaghi "es un ejemplo para toda la región". El periodista palestino Mohammed Shehada también destacó el contraste entre el éxito de Yaghi y la tragedia de cientos de académicos asesinados por Israel en Gaza: "Su talento representa lo que muchos nunca pudieron desarrollar por culpa de la guerra".

Para Yaghi, sin embargo, el logro tiene una dimensión más humana: "Quise construir cosas bellas y resolver problemas intelectuales. Pero también demostrar que la ciencia puede nacer en cualquier rincón del mundo, incluso en los más humildes", dijo en varias de sus entrevistas públicas.