Javier Milei se congratuló por ser el primer mandatario argentino en hablar en el congreso de Israel e hizo todo para llevarse los aplausos de la mayoría gobernante. ”Esta administración, y muy especialmente este Presidente, afirma el derecho de Israel a la legítima defensa, y nuestra vocación es honrar la amistad histórica que caracteriza a nuestros países y profundizar los lazos culturales, diplomáticos, estratégicos y comerciales que nos unen. Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de la comunidad internacional, que se ha dejado manipular por la propaganda terrorista, invirtiendo las categorías de víctima y victimario", aseguró sobre la sangrienta ofensiva contra la Franja de Gaza que comenzó tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023. Y agregó: “Estamos en una batalla existencial y moral entre el bien y el mal, batalla que empezamos a perder en el momento en el que nos volvimos incapaces de distinguir entre uno y el otro”. Pero las más recientes imágenes de ese devastado territorio palestino desmienten al Presidente y demuestran que Israel está forzando una hambruna sobre una población civil completamente desamparada.
Dos videos se viralizaron en las últimas horas de los centros de distribución de ayuda que instaló la cuestionada fundación de Estados Unidos que empresarios vinculados a Israel crearon hace solo unos meses para conseguir el monopolio de la entrega de comida en la Franja de Gaza y desplazar a la ONU y al resto de las organizaciones humanitarias internacionalmente reconocidas, luego que expertos advirtieran que decenas de miles de bebés y niños están al borde de morir de hambre por el bloqueo total que Israel impuso tras romper la primera y única tregua desde el inicio de la última ofensiva, hace más de 20 meses. Desde que empezó a distribuir cajas, hace tres semanas, casi todos los días la operatoria terminó con caos, violencia, heridos y muertos. En total, ya se acercan a los 100 palestinos asesinados mientras iban o volvían de buscar comida para sus familias y conocidos.
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Las imágenes demuestran que la población civil palestina, estimada en unos 2,3 millones de personas -aunque, con más de 100.000 desaparecidos y muchos presuntos muertos no registrados en el saldo oficial, no se sabe a ciencia cierta hoy cuál es el número real- es la principal víctima, después de más de 20 meses de bombardeos y ataques israelíes que ya destruyeron o dañaron más del 70% de los edificios, hizo añicos el sistema de salud y educación -según los últimos informes de la ONU- y forzaron a más del 90% de la gente a abandonar su casa y encontrar refugio donde puedan, incluso a la intemperie en las calles llenas de escombros.
"Una guerra contra los niños"
Estos videos se conocen a cuentagotas porque Israel prohíbe la entrada a la Franja de Gaza de la prensa internacional y, desde el 7 de octubre de 2023, mató a más de 200 periodistas locales. Eso, sumado a que hay poca electricidad y conectividad, hace que la información y, principalmente, las imágenes de los horrores que viven los palestinos casi no lleguen a la opinión pública global. Por eso, Israel sancionó a la ONU y las organizaciones humanitarias que hace décadas trabajan en el territorio ocupado, porque ellas se habían convertido en una fuente de información confiable y constante para denunciar los crímenes que el gobierno de Benjamin Netanyahu está cometiendo con la complicidad silenciosa de la mayoría del mundo.
El miércoles fue el turno de UNICEF quien, calificó la ofensiva israelí como una "guerra contra los niños" palestinos, según reportó la cadena de noticias Al Jazeera. La agencia de la ONU para la niñez ya había denunciado hace unos meses que más de 50.000 chicos habían sido asesinados, desmembrados, quemados o severamente heridos por las bombas y los disparos de las fuerzas israelíes, pero ahora se concentró en otra forma de atacarlos: el hambre. Advirtió que los niveles de desnutrición aguda entre bebés, niños y jóvenes están creciendo cada vez más y le puso un nombre y una cara a ese drama: Osama, un niño de 5 años, que antes de esta última ofensiva militar israelí tenía el peso de un chico normal. "Pero meses de escasez de alimentos y desnutrición lo han dejado gravemente desnutrido. Ahora pesa solo 5 kilos, peligrosamente por debajo del peso saludable para su edad. Osama está recibiendo tratamiento en el Hospital Nasser, pero su recuperación total depende de una nutrición adecuada y de atención médica constante, ambas en riesgo", explicó la rama de UNICEF para la región de Medio Oriente y el norte de África.
UNICEF, como todo el resto de las agencias de la ONU y organizaciones humanitarias en la Franja de Gaza, están distribuyendo los últimos suministros de ayuda que les queda. Pero se les está por acabar. "Hay hasta 1.000 camiones cargados con suministros de salud y alimentarios, así como otra asistencia humanitaria, en la frontera, listos para ser entregados en cuanto se les permita entrar. Salvar las vidas de niños como Osama sólo será posible con un alto el fuego permanente y un amplio acceso de la ayuda humanitaria a Gaza", reclamó, nuevamente, a Israel.
Porque el que bloquea el ingreso de ayuda humanitaria es Israel; el que dispara contra los civiles palestinos que van a buscar comida en medio del caos en los únicos centros de distribución autorizados es Israel; el que bombardea todos los días hace 20 meses un territorio con más de dos millones de personas que no tienen a dónde escapar o refugiarse es Israel. Porque, aunque Milei se ganó los aplausos de todo el gobierno israelí y sus aliados parlamentarios, está claro para cualquiera que quiera ver lo que sucede en la Franja de Gaza quién es la víctima y quién es el victimario.