El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, advirtió el jueves de que el Gobierno podría despedir a los controladores aéreos que no se presenten repetidamente a trabajar durante el cierre del Gobierno, señalando que un aumento de las ausencias está causando importantes interrupciones aéreas.
"Si tenemos un pequeño subconjunto continuo de controladores que no se presentan a trabajar, y son los problemáticos (...) si tenemos algunos en nuestro personal que no están tan dedicados como necesitamos, vamos a dejarlos ir", dijo Duffy en Fox Business.
"No puedo tener gente que no se presenta a trabajar", agregó.
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La Administración Federal de Aviación (FAA) dijo el jueves que estaba viendo algunos problemas de personal por cuarto día consecutivo, y que vuelos en Newark y las rutas en el área de Nueva York estaban siendo afectados.
Ha habido 19.000 retrasos de vuelos desde el lunes -incluidos 3.300 el jueves-, y miles de ellos han estado relacionados con la ralentización de los vuelos por parte de la FAA debido a las ausencias de los controladores aéreos.
Duffy elogió al 90% al 95% de los controladores que acuden a diario a pesar de no cobrar.
"Es una pequeña fracción de personas que no vienen a trabajar la que puede estar provocando esta interrupción masiva, y eso es lo que se está viendo en nuestros cielos hoy", añadió Duffy.
Un portavoz de la Asociación Nacional de Controladores Aéreos (NATCA) respondió a Duffy: "Existen procesos y procedimientos para tratar el uso inadecuado de las bajas por enfermedad".
El sindicato ha instado repetidamente a los controladores a seguir trabajando durante los nueve días que lleva el cierre del gobierno. NATCA comunicó a los trabajadores que "participar en una acción laboral podría suponer la expulsión del servicio federal" y es ilegal.
Estados Unidos lleva más de una década sufriendo una escasez de controladores aéreos y muchos de ellos han tenido que hacer horas extraordinarias obligatorias y trabajar seis días a la semana incluso antes del cierre. A la FAA le faltan unos 3.500 controladores aéreos para alcanzar los niveles de plantilla previstos.
Unos 13.000 controladores aéreos y unos 50.000 funcionarios de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) deben acudir a su puesto de trabajo durante el cierre del Gobierno, pero no cobran sus salarios.
Con información de Reuters