Bolivia consolidó el giro a la derecha en la urnas pero entre la opción radical y la moderada, eligió por la última, representada por el binomio presidencial Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara. Lo que primó fue un voto en contra del candidato neoliberal y con pasado golpista, Jorge "Tuto" Quiroga. A pesar de que las últimas encuestas lo posicionaban primero con una diferencia de hasta cinco puntos, Paz Pereira volvió a dar la sopresa como lo hizo en la primera vuelta de agosto pasado, cuando ningún sondeo lo había proyectado ganador. El factor determinante de su victoria fueron los más de un millón de votos nulos de los seguidores del ex presidente Evo Morales que hubo en la primera vuelta. A diferencia de aquella vez, ahora Morales dejó vía libre y muchos de ellos se inclinaron por Paz Pereira pero sin entregar un cheque en blanco. La viabilidad de su proyecto de gobierno depende en gran medida de las señales que le de a los evistas que tiene de presetado.
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Paz Pereira: "Ganó Bolivia"
En su primer discurso como presidente, el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC) se esforzó por no posicionarse dentro del espectro ideológico, más bien dijo que "la ideología no da de comer", y opinó que en las urnas "ganó Bolivia". "No es Rodrigo el que gana o pierde, es Bolivia la que gana a través del ejercicio democrático", sostuvo Paz Pereira ante una multitud que lo coreaba en su búnker de campaña y a la que le prometió "reconciliar" al país. Lo llamativo fue que no esperó los resultados junto a su compañero de fórmula el ex capitán de policía Lara, que durante la campaña llegó a tener un perfil más alto que el propio Paz Pereira. Ya hay analistas que anticipan que el binomio, armado sobre la marcha, va a sacar chispar rápido. Mientras Paz Pereira se presenta como un político centrado y de derecha moderada, Lara explotó una faceta mucho más histriónica con virales en TikTok. "No hay que perder de vista que Edmand Lara es muy populista. Paz es presidente porque la gente voto por Lara", analizó en diálogo con El Destape una fuente evista.
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Esto se vio en la distribución de los votos: el binomio Paz-Lara se impuso en seis de nueve departamentos, incluido Cochabamba, el bastión del evismo. También ganó en La Paz, Pando, Oruro, Potosí y Chuquisaca. Por el contrario, Quiroga salió primero en Santa Cruz, el principal centro económico del país, Tarija y Beni. "Fue un voto clasista. Quiroga ganó en sectores de clase media alta, empresarios y oligarcas, pero perdió en zonas populares y en el área rural", apuntó otra fuente del evismo. Como pasó en la primera vuelta, el apoyo a Paz es leído por quienes son parte del movimiento del Movimiento al Socialismo (MAS) como un voto identitario para evitar un gobierno de la élite tradicional boliviana que condujo los destinos del país hasta la llegada de Morales. El caso de Lara en ese sentido es ilustrativo: hasta hace poco más de un año, el abogado y ex agente policial de 40 años se ganaba la vida vendiendo ropa usada mientras grababa videos en TikTok en los que denunciaba la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
"Que haya ganado Paz marca que el país no quiere una repetición de la élite, de lo contrario hubieran votado por Tuto cuya principal preocupación es la economía y por eso se comprometió con el alto empresariado de Santa Cruz", apuntó la fuente. Paz, en cambio, tuvo una posición más contemplativa respecto a ajuste económico que va a hacer para mejorar las cuentas públicas del país que están en rojo por la escasez de dólares. Sin embargo ya marcó un punto de cambio importante. En su discurso del domingo a la noche agradeció a un emisario del presidente Donald Trump quien le transmitió sus felicitaciones. La relación entre ambos países está rota desde 2008 cuando Morales expulsó al entonces embajador estadounidense al acusarlo de conspirar en su contra. "Que llevar adelante una relación estrecha con uno de los gobiernos más importantes (por Estados Unidos) sea parte de las soluciones a partir del 8 de noviembre para que a Bolivia no le falten sus hidrocarburos", prometió Paz el domingo a la noche.
Los votos evistas no son un cheque en blanco
Para el tramo entre la primera vuelta y el balotaje, Morales cambió de estrategia. Quizás porque notó que en agosto una porción importante de su electorado se había inclinado por Paz ante la inhbailitación del ex presidente, esta vez Morales bajó el tono a sus críticas lapidarias y dejó la vía libre a sus votantes. El efecto fue inmediato: del casi 20% de votos nulos que se registraron en la primera vuelta, el domingo bajaron al 4,65%. "Paz y Lara, ganaron con el voto evista, el voto de los indignados por la proscripción y exclusión electoral. Los 1,3 millones del voto nulo definió la segunda vuelta. Está claro que el voto fue más contra Tuto, el eterno perdedor, hijo del dictador Banzer y aliado de Jeanine Añez", analizó el ex presidente en un mensaje en X.
Para Morales, este voto está condicionado a que el flamante Presidente respete las "grandes transformaciones y conquistas sociales" del gobierno del MAS y a que no reprima como lo hizo la dictadura de Jeanine Áñez. Por eso, tuvieron mucho revuelo las declaraciones que hizo Lara este lunes que cuando le preguntaron por Morales, respondió: "Es libre de expresarse como cualquier ciudadano. Siempre vamos a respetar el Estado Plurinacional". Paz, que estaba al lado, se quedó en silencio. Lo que si dejó en claro es que dejará que la justicia resuelva sobre las más de diez causas que tiene Morales. "Luego de lo que pasó con Arce, podemos esperar todo, peor aún de gente de la derecha. Pero como escuche a una compañera en la calle: 'Paz nos va a perseguir con cinturón, Tuto nos habría metido bala'", opinó, con un mínimo optismo y algo de alivio, la fuente evista.