Por el desborde de un río, Texas se inundó dejando 24 muertos y 20 menores desaparecidos

Tras un viernes de fuertes lluvias se desbordó el río Guadalupe que atraviesa al estado sureño y provocó una sorpresiva inundación. Lograron rescatar a más de 200 personas.

05 de julio, 2025 | 10.50

Tras un viernes de fuertes lluvias durante el día y la noche, el río Guadalupe, que atraviesa al estado de Texas, se desbordó y provocó una rápida y sorpresiva inundación en los condados que lo rodean. Los muertos serían "alrededor de 24", según explicó un policía local. Se supo también que el agua arrasó con el campamento de verano para niñas Texas Hill Country, perdiéndose el paradero de 20 niñas menores de edad.

Alrededor de 30.000 personas se vieron alertadas por la inundación, pero dada la fuerza del agua y la falta de sistemas de previsión, las precipitaciones superaron cualquier especulación. 

El propio juez Rob Kelly, máxima autoridad electa del condado, admitió que "no existen sistemas de alerta" para estos casos. Cuando se le preguntó por la ausencia de medidas preventivas, respondió: "No se preocupen, nadie sabía que se avecinaba este tipo de inundación, tenemos inundaciones constantemente. Este es el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos”, se defendió.

Un medidor de nivel del río en la localidad de Hunt registró un ascenso de 6,7 metros en solo dos horas, antes de dejar de funcionar al alcanzar los 9 metros, de acuerdo a lo que explicó el meteorólogo Bob Fogarty, miembro del Servicio Meteorológico Nacional.

La movilización de los equipos de rescate ya salvó a 200 personas y sigue buscando a los que faltan

El personal de rescate, compuesto por al menos 400 personas, se tuvieron que dividir en nueve equipos distribuidos en 14 helicópteros, aparte de utilizar 12 drones para evacuar a los afectados, logrando salvar así a 237 personas, incluidas 167 mediante helicóptero. Algunas víctimas fueron rescatadas de árboles, mientras que otras permanecen aún sin localizar.

Entre los desaparecidos figuran alrededor de 23 niñas del Campamento Mystic, que acogía a unas 750 menores. Las autoridades insisten en que se está haciendo “todo lo posible para encontrar a todos los que pudiéramos”. Los testimonios de los sobrevivientes ilustran la magnitud del desastre. 

Los crudos testimonios de la inundación

Erin Burgess, vecina de Ingram, contó cómo ella y su hijo de 19 años tuvieron que agarrarse de un árbol durante una hora, mientras su pareja y su perro fueron arrastrados por la corriente antes de reencontrarse. “Por suerte, mide más de 1,80 metros. Eso fue lo único que me salvó: aferrarme a él”, explicó Burgess.

Otro caso durísimo fue el de Barry Adelman, de 54 años, que contó cómo el agua obligó a toda su familia, incluida su abuela de 94 años y su nieto de 9 años, a quedarse en el altillo de su casa -que cuenta con tres pisos- donde el agua se filtró de a poco, antes de poder salir. "Tenía que mirar a mi nieto a la cara y decirle que todo iba a estar bien, pero por dentro estaba muerto de miedo", contó Adelman.