El ex presidente Nicolas Sarkozy ingresó este martes a la prisión parisina de La Santé para cumplir una condena de cinco años por asociación ilícita en el financiamiento de su campaña electoral de 2007 con fondos provenientes de Libia. Se trata del primer jefe de Estado francés en ser encarcelado desde Philippe Pétain, el mandatario designado por el Congreso durante la Segunda Guerra Mundial que encabezó el gobierno colaboracionista pro nazi de Vichy.
Sarkozy, de 70 años, fue acompañado por su esposa, Carla Bruni, en el trayecto desde su domicilio hasta el patrullero que lo trasladó al penal. A su salida, fue recibido por familiares, seguidores y medios de comunicación. “Estoy muy orgulloso de compartir su nombre”, expresó su hermano Guillaume Sarkozy. “Estoy convencido de que es inocente”.
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La condena a Sarkozy
La sentencia fue dictada en septiembre por un tribunal que lo halló culpable de haber permitido que allegados suyos se acercaran al régimen de Muammar Kaddafi para obtener fondos ilegales. Aunque no se probó que el dinero se utilizó directamente en la campaña, el tribunal subrayó que sí salió de Libia y destacó la “excepcional gravedad de los hechos”.
Sarkozy impugna tanto la condena como la decisión de encarcelarlo mientras espera la apelación. Sus abogados presentaron una solicitud inmediata de libertad condicional, habilitada por su edad, que deberá resolverse en un plazo de dos meses. “Es un día ominoso para él, para Francia y para nuestras instituciones”, declaró el abogado Jean-Michel Darrois.
Cómo será la detención de Sarkozy
El ex presidente ocupará una celda de aislamiento de nueve metros cuadrados, lejos de otros detenidos. Podrá salir al patio una hora al día y recibir tres visitas semanales de su familia, según informó su abogado Christophe Ingrain. Planea escribir un libro sobre su experiencia en prisión. En su equipaje incluyó ropa de abrigo, tapones para los oídos, una biografía de Jesús y la novela El Conde de Montecristo. Sarkozy compartirá destino con otros célebres internos que pasaron por La Santé, como Carlos “El Chacal” y el dictador panameño Manuel Noriega.
Repercusiones políticas y judiciales
El caso se remonta a un acuerdo de 2005 que habría implicado la entrega de 50 millones de euros desde Libia. La Fiscalía había solicitado siete años de prisión, cinco de inhabilitación y 300.000 euros de multa. Sarkozy fue condenado por uno de los cuatro delitos imputados, y absuelto de corrupción pasiva y encubrimiento de malversación.
Otros ex funcionarios también fueron juzgados: Claude Guéant recibió seis años de prisión y una multa de 250.000 euros; Brice Hortefeux, dos años y 50.000 euros; Éric Woerth fue absuelto. La oposición de izquierda citó el fallo como ejemplo de corrupción estructural, mientras que Marine Le Pen advirtió sobre el “peligro” de ejecutar penas no firmes.
MÁS INFO
El presidente Emmanuel Macron defendió la independencia judicial, aunque recibió a Sarkozy en el Palacio del Elíseo. “Era normal a nivel humano”, declaró. La fiscalía abrió una investigación por amenazas contra la magistrada del caso.
“Sarko”, como se lo conoce en Francia, ya había sido condenado por corrupción y tráfico de influencias, y portaba una tobillera electrónica. Su encarcelamiento contrasta con la imagen que construyó como ministro del Interior entre 2005 y 2007. Aunque retirado de la política activa, sigue siendo influyente en sectores conservadores. Se convierte en el primer jefe de Estado de un país miembro de la Unión Europea en ser encarcelado por delitos vinculados al financiamiento electoral.