Al menos 26 personas murieron en el naufragio de una embarcación de migrantes el miércoles frente a la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, y 60 supervivientes fueron llevados a tierra, informaron los guardacostas, que advirtieron de que podrían faltar más cadáveres mientras prosiguen las operaciones de búsqueda.
La catástrofe, en este caso protagonizada por personas que viajaban desde Libia, se suma a otras que han sufrido migrantes que realizan la peligrosa travesía mediterránea desde África a Europa.
Un avión de las fuerzas de seguridad italianas avistó una embarcación volcada con cadáveres en el agua a unas 23 kilómetros de Lampedusa el miércoles por la mañana, lo que desencadenó una operación de rescate, según informó el servicio de guardacostas en un comunicado.
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Según los primeros testimonios de los inmigrantes rescatados, partieron de la zona de Trípoli, en Libia, a primera hora de la mañana, a bordo de dos embarcaciones. Una de las embarcaciones empezó a hacer agua y se transfirieron a la otra, que más tarde volcó en el mar agitado, dijo una fuente cercana al asunto.
Los primeros recuentos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicaban que el grupo de migrantes estaba formado por entre 92 y 97 personas.
Desde principios de año, 675 personas han muerto en el Mediterráneo central mientras intentaban realizar la travesía desde África, según Filippo Ungaro, portavoz de ACNUR en Italia.
"Los supervivientes traídos al punto crítico llegaron en un estado de salud razonable; naturalmente, estaban agotados y psicológicamente bastante afectados", dijo Imad Dalil, que dirige el centro de migrantes de la Cruz Roja italiana en Lampedusa.
Anteriormente, la Cruz Roja había informado de que un total de 56 hombres y 4 mujeres habían sido llevados a tierra tras el accidente.
El Gobierno de derechas de la primera ministra, Giorgia Meloni, se ha comprometido a bloquear los viajes por mar de los inmigrantes procedentes de África y ha aprobado medidas contra los traficantes de personas, incluido el endurecimiento de las penas de cárcel, y ha instado a sus aliados a hacer lo mismo.
En un comunicado, Meloni expresó su tristeza por la tragedia y dijo que demostraba la necesidad de medidas más estrictas para detener las llegadas ilegales.
"Por tanto, renovamos nuestro compromiso de combatir a estos traficantes sin escrúpulos de la única forma posible: impidiendo las salidas irregulares y gestionando los flujos migratorios", afirmó Meloni.
Con información de Reuters