El Chevrolet Spark EUV marca un antes y un después en la estrategia de General Motors para Sudamérica. El modelo eléctrico urbano, que se produce en una ex planta de Ford en Brasil, simboliza no solo la reconversión industrial de una de las fábricas históricas de la región, sino también la llegada de un vehículo compacto con ambiciones de masificación en el segmento eléctrico. Su propuesta combina un esquema mecánico eficiente, un diseño contemporáneo y una estética pensada para el público joven y urbano, en un mercado cada vez más exigente.
Mecánica eléctrica de nueva generación
El Spark EUV está equipado con un motor eléctrico que entrega alrededor de 200 caballos de fuerza y 350 Nm de torque instantáneo, cifras que lo ubican como una opción potente dentro de los compactos eléctricos. Su batería de iones de litio de 65 kWh le otorga una autonomía cercana a los 400 kilómetros bajo ciclo WLTP, lo que lo convierte en un auto práctico tanto para el uso urbano como para trayectos interurbanos. Además, dispone de carga rápida en corriente continua, que permite recuperar hasta el 80 % de la batería en apenas 35 minutos.
La plataforma fue reforzada respecto al Spark convencional, con un chasis optimizado para soportar el peso de las baterías sin perder rigidez torsional. La suspensión delantera tipo McPherson y el eje trasero semi-independiente fueron calibrados para ofrecer un andar más estable y confortable, manteniendo el carácter ágil que caracteriza a este modelo.
Diseño moderno y pensado para la ciudad
El diseño exterior del Spark EUV presenta líneas más limpias y fluidas, con una parrilla cerrada típica de los eléctricos, que mejora la aerodinámica y aporta identidad. Sus ópticas delanteras LED en forma de flecha, combinadas con un capó corto y parabrisas inclinado, le otorgan una imagen futurista. En los laterales, los marcados pliegues y las llantas de aleación de 17 pulgadas remarcan su estilo dinámico, mientras que la zaga incorpora faros horizontales y un difusor trasero que disimula la ausencia de escape.
La estética busca transmitir modernidad sin perder el carácter juvenil que siempre distinguió al Spark, apuntando a un público que prioriza la movilidad eléctrica pero también el diseño como carta de presentación.
Interior y conectividad
Puertas adentro, el Spark EUV ofrece un habitáculo minimalista pero tecnológico. El tablero digital de 10,2 pulgadas reúne toda la información del sistema eléctrico, mientras que la pantalla central de infoentretenimiento de 11 pulgadas es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. Los materiales presentan mejoras respecto al Spark convencional, con terminaciones en símil aluminio y tapizados de tela reciclada.
Su espacio interior está optimizado para cuatro ocupantes, con un baúl de 280 litros que resulta suficiente para el uso diario. Entre sus ayudas a la conducción destacan el control de crucero adaptativo, la asistencia de mantenimiento de carril y el frenado autónomo de emergencia.
Reconversión industrial con impacto regional
La producción en la ex planta de Ford en Brasil no es un dato menor. La reconversión de esta instalación representa la reutilización de infraestructura industrial clave en la región y asegura que el Spark EUV tenga una escala de producción competitiva para abastecer tanto el mercado brasileño como el argentino.
El arribo del Spark EUV no solo amplía la oferta de eléctricos accesibles en Sudamérica, sino que también reafirma el compromiso de Chevrolet con la movilidad sustentable. Con mecánica eficiente, diseño actual y una estética atractiva, el compacto eléctrico se perfila como uno de los modelos más interesantes del nuevo mapa automotor regional.