El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que firmará pronto un decreto de inmigración, tras una publicación en las redes sociales a primera hora del jueves en la que citó problemas laborales en las industrias agrícola y hotelera derivados de su mano dura contra la inmigración.
"Nuestros agricultores están siendo muy perjudicados (...) y vamos a tener que hacer algo al respecto", dijo en un acto en la Casa Blanca. "Vamos a tener un decreto sobre eso muy pronto, creo (...) y también sobre el ocio: los hoteles".
No dijo qué cambios aplicaría el decreto ni cuándo entraría en vigor.
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Representantes de la Casa Blanca y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no hicieron comentarios específicos, mientras que los del Departamento de Agricultura no pudieron ser localizados inmediatamente.
"Seguiremos las instrucciones del presidente y continuaremos trabajando para sacar a los peores criminales ilegales de las calles de Estados Unidos", dijo la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin.
Los grupos de la industria agrícola estadounidense llevan tiempo queriendo que Trump exima a su sector de las deportaciones masivas, que podrían poner patas arriba una cadena de suministro de alimentos que depende en gran medida de los inmigrantes.
Casi la mitad de los aproximadamente 2 millones de trabajadores agrícolas del país y muchos trabajadores de los sectores lácteo y cárnico carecen de estatus legal, según los departamentos de Trabajo y Agricultura.
La secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, dijo a la CNBC que Trump estaba revisando todas las medidas posibles, pero que el Congreso tendría que actuar.
En los últimos días han habido manifestaciones en las principales ciudades estadounidenses para protestar contra las redadas migratorias.
Trump está cumpliendo su promesa electoral de deportar a los inmigrantes que se encuentran en el país de forma ilegal, pero manifestantes y algunos partidarios de Trump han cuestionado que se ataque a quienes no son delincuentes convictos, incluso en lugares de trabajo como los que desataron las protestas de la semana pasada en Los Ángeles.
El jueves, Trump reconoció el impacto de la represión en sectores como el hotelero, al que pertenece su empresa.
"Nuestros grandes granjeros y gente del negocio de la hostelería y el ocio han estado afirmando que nuestra política tan agresiva sobre la inmigración les está quitando trabajadores muy buenos y de mucho tiempo, siendo esos trabajos casi imposibles de reemplazar", escribió en su plataforma de redes sociales. "¡Se avecinan cambios!".
Con información de Reuters