De vanguardias y eficiencias 

30 de mayo, 2025 | 22.02

Los resultados de las últimas elecciones en CABA fueron impactantes para quienes se identifican con el frente nacional. No sé si las expectativas fueron desmentidas o no, lo que sí es cierto es que a muchos se les agotó un importante stock de certezas.

Por otro lado, tenemos una gran cantidad de análisis del por qué se votó como se votó. Los motivos de por qué la gente en su mayoría eligió lo que eligió abarca desde el fracaso de lo institucional, problemas de actualización ideológica, formas de acumulación de poder político, por supuesto se le asigna una responsabilidad a la presión ejercida por factores externos como corporaciones o grupos de poder, también a identificaciones con tal o cual aspecto de los ganadores.

Otro elemento clave es el ausentismo a las urnas, este es un evento novedoso para CABA. En tanto las predicciones sobre cuáles serían los resultados, estuvieron dentro de lo predecible, hubo quienes fueron más cautos y otros más arriesgados. 
Lo impactante es que no pudieron revertir las derrotas de los años 21 y 23 y por lo que se vislumbra estamos frente a un tercer fracaso electoral este año 25.

Si a esto le sumamos los fracasos de las elecciones del 15 y el 17 tenemos que en las últimas 6 elecciones o sea desde el 2013 hasta el 24 el frente nacional y popular ganó solo 2 o sea el 33% y el frente opuesto ganó en 4 un 66%.

Estos datos son contundentes, por alguna razón, este frente electoral se enfrenta a un tipo de agotamiento de su sistema de acción y representación.

¿Y por qué decimos agotamiento? desde el 2003 al 2024, pasaron 22 años donde se celebraron 11 elecciones, el frente NAC & POP cosechó el 55% (6) de los triunfos electorales y gobierno 17 de los últimos 22 años o sea un 77% del tiempo, por otro lado, su mejor momento electoral fue entre 2003 y 2011 gobernando de forma consecutiva del 2003 al 2015.

Asimismo, el frente político que se presenta como alternativa, o sea el No frente nacional y popular en este período de 22 años (2003-2024), ganó el 45% (5) de las elecciones y gobernó solo el 27% del tiempo (6 años), en este caso como vimos más arriba su mejor performance electoral es desde 2013 al 2024 lo mismo para los años que gobernó y gobierna.

En el cuadro a continuación queda reflejado el estancamiento de la cantidad de votos que recibe el FPV en sus diferentes versiones, a su vez, hay un crecimiento de las agrupaciones que son opositores a esta fuerza política. Este aumento de votos de los frentes  “No FPV” se da por diversos motivos, como por ejemplo la formación de un frente único, etc. pero lo que interesa es “por que se vota lo que se vota”.

Repasando, el frente NAC & POP está a los tropiezos, algo se rompió, esto lleva a una situación de desconcierto, como se dice, tocamos fondo, ahora solo queda subir. El problema es saber si este es el fondo, siempre se puede estar peor. 
Esta situación de “se nos quemaron los papeles”  pone frente al desagradable momento de hacernos cargo de la falta, que siempre es difícil.

¿Entonces? Convendría revisar una parte de lo que hicieron estos años y descubrir que los llevó hasta este momento de incertidumbre y retroceso.

Por lo tanto, este es un momento de tristeza y creatividad, es también un momento de autoconciencia, tampoco hace falta tocar fondo, alcanza con negarse a seguir reproduciendo esta situación de fracaso.

Algo es verdad, este conglomerado ideológico dejó de interpelar a una mayoría que le permita ganar elecciones y así hacerse con el manejo del poder ejecutivo y legislativo nacional.

Más allá de los diagnósticos en el aire, sería conveniente mejorar la construcción de la información acerca de lo que piensa, siente y dice la sociedad, con respecto a su futuro y una gran variedad de variables de la vida cotidiana.

Por lo tanto, es fundamental que este saber sea lo más crítico y veraz posible, así podrán contar con insumos potentes para poder construir herramientas conceptuales que sirvan para que la acción política sea situada, eficaz y eficiente. 
Normalmente hay dos caminos para la construcción de conocimiento sobre las vivencias y pensamiento de las mayorías: 1 - las lógicas partidarias, y 2 - las lógicas de las consultoras.

Las primeras - las lógicas partidarias- construyen esta información desde las conducciones de las fuerzas políticas, esta característica achica la posibilidad de revisión de lo que no funciona,  por lo tanto, se traduce en mecanismo de sostener status quo, en el fondo esto es poco eficiente.

Normalmente, las conducciones no se preocupan o tienen poco visualizado el problema de las vanguardias, esto es, como la conducción tiene los oídos, pies, narices en el pueblo, con el objetivo de ir revisando con honestidad intelectual su derrotero. Frecuentemente, los mecanismos de producción de conocimiento sobre lo que está pasando con la gente, son parciales, poco profesionales y muchas veces contratan consultoras que les proporcionan insumos conceptuales que tienden a darle la razón a la conducción, o sea refuerzan la ideología de la conducción.

Las segundas -las lógicas de las consultoras- podemos decir que estas empresas por lo general son muy profesionales, y a su vez podemos dividir su producción de conocimiento político según el cliente que los contrata, así tenemos I) si este es un partido o sector o II) si es una corporación.

I) En este caso, estas están dispuestas a ceder parte de su capacidad a favor de la continuidad del trabajo, por eso la crítica a la conducción es poco profunda.

II) Cuando los contrata una corporación o empresa con fines políticos, no cambia demasiado esta lógica, dicen con énfasis  lo que se quiere escuchar y endulzar lo que incomoda, pero hay una diferencia, la corporación está acostumbrada a medir su desempeño por resultados, por supuesto en el ámbito del mercado,  por eso, se bancan un mayor porcentaje de verdad que incomoda, están más acostumbrados a la incertidumbre,  y desde ahí acomodan su acción, podemos decir que ellos tienen un ejercicio más gerencial de la conducción.

Esto se verifica con la preponderancia que tenía Duran Barba en el Pro primero y Cambiemos después, o sea eran partidos políticos con alma de corporación.

Por último, hay una confusión bastante general en los partidos políticos de raigambre popular: creen que la profesionalización de la acción política la aleja de las bases, de su derrotero ideológico, etcétera. Nada más errado, de este asunto no hablaré en este escrito.

Por eso, al frente nacional y popular le convendría desplegar una metodología que les permita armar un saber un poco más claro y probablemente más incómodo, pero se ganara en certezas y predicciones.

Los caminos de construcción de conocimiento que proponen las consultoras o conducciones políticas son buenos, pero, la realidad nos demuestra que por ese sendero no podemos arribar a buenos niveles de eficacia y eficiencia que se necesita en estos tiempos.

La propuesta es sencilla, se puede armar una metodología para abordar de manera segmentada y frecuente el estado del sentido común de las personas, luego, hay que revisar el derrotero ideológico de estos tiempos.

Estas acciones tienen distintos fines, uno de ellos sería entender el por qué se vota lo que se vota, para esto, sería conveniente tener en cuenta que esta motivación está constituida dentro del sujeto de manera compleja y cambiante. 
Luego, revisar los postulados ideológicos del frente, no para desecharlos sino para trabajar en ellos para que acompañe en este largo camino del bienestar general.