"Vamos a ir juntos y le vamos a ganar en septiembre y en octubre", aseguró el presidente Javier Milei este sábado cuando lo consultaron sobre la estrategia de las fuerzas de derecha en la provincia de Buenos Aires. "El último clavo en el cajón del kirchnerismo", la violenta expresión que coloreó las últimas campañas del oficialismo, caracterizará entonces también la batalla bonaerense. Frente a esto, el peronismo sigue declamando unidad, pero camina en dirección opuesta. Este domingo reaparecerá en público Cristina Kirchner luego de dos meses, mientras que Axel Kicillof reprogramó su acto de lanzamiento de campaña para el sábado próximo. En un marco donde las declaraciones públicas marcan las tensiones internas, nadie apostaba por un acercamiento en los próximos días. Imaginaban que podría estirarse hasta los cierre de listas, la fecha tope. "Romper sería muy caro para todos", comentaba un funcionario bonaerense.
La elección porteña del domingo pasado puso algunas cuestiones de relieve. Una, resolvió la supremacía en la derecha de La Libertad Avanza, que será el factor ordenador en las boletas de color violeta. La otra, que puso a Unión por la Patria ante la realidad de que el resultado en la provincia de Buenos Aires puede ser discutido, en especial si el peronismo se debilita por sus divisiones. La última discusión abierta en los bloques de legisladores del oficialismo provincial por las reelecciones indefinidas evidenció que -si bien en público todos se muestran convencidos de la unidad- en lo hechos todo se mantiene tan complicado como en la previa de los comicios capitalinos.
Cristina Kirchner reaparecerá en público este domingo, 25 de mayo, para celebrar la fecha patria y los 22 años de la asunción de Néstor Kirchner. Aniversarios propicios para que la ex presidenta perfile las líneas de su pensamiento para confrontar con el oficialismo luego de lo sucedido en la CABA. La elección porteña dio para todo tipo de interpretaciones. Por ejemplo, el bajo nivel de participación. Una línea de análisis fue que se trató de un ex elector peronista que hoy no se siente representado por una oferta que no se renueva.
En cambio, el cristinismo prefirió volver sobre la crítica a la estrategia de desdoblar, para caerle de nuevo a la decisión de Kicillof. "Tienen que tomar nota de que a Jorge Macri le fue muy mal desdoblando. Es lo que Cristina dijo desde el minuto cero", sostuvo la diputada camporista Paula Penacca. Se tomaron también de la decisión del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que anunció que en su provincia se votará junto a las nacionales de octubre. Cerca del Kicillof decían que ya no sabían si el objetivo era desgastarlo o, directamente, buscar la ruptura del espacio.
Una de las que destacó el anuncio de Zamora fue la senadora bonaerense María Teresa García, quien volvió a ratificar la candidatura a diputada de Cristina en la Tercera Sección electoral. Pese a que incluso ya se hacen actos con el "Cristina 2025" nadie podía anticipar que la ex presidenta vaya a decir algo en ese sentido. Por lo general, cuando se aguarda que hable sobre alguna cuestión específica, la ex presidenta no lo hace. Lo esperable es que cargue las tintas sobre el modelo de Milei, algo sobre lo que insiste que debería dirigirse toda la prédica del peronismo y que por eso las elecciones provinciales no deben desdoblarse. Cerca de Axel marcaban que el cristinismo volvió a criticar el desdoblamiento después de los comicios porteños, pero no dijo la semana anterior cuando ganaron cuatro oficialismos provinciales. Menos todavía respecto a los malos resultados en Jujuy y Salta, dos distritos intervenidos por CFK.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, mostró esta semana una posición más dura ante la permanente disidencia del bloque oficialista en la Legislatura. Por un lado, en su habitual conferencia de prensa de los lunes marcó que, así como estaban las cosas, no estaban dadas las condiciones para la unidad del peronismo. La otra, sostuvo que el Movimiento Derecho al Futuro que lidera el gobernador es mayoritario en la provincia de Buenos Aires. "Ya sea por la cantidad de intendentes, por la cantidad de votos que representan esos intendentes y la representación general que tiene el gobernador", indicó Bianco en diálogo con El Destape Radio.
En La Plata aclaraban que no se trataba de una cuestión de espacios en las listas, algo que ponían en un segundo plano. "Es un tema de quién define la estrategia política y la táctica electoral. Nosotros queremos discutir un proyecto de país apalancados en lo que estamos haciendo en la Provincia, no escondiendo una gestión de la que estamos orgullosos. Mostrarle a la gente que hay un camino distinto al de Milei, que es lo que estamos haciendo en Buenos Aires", sostenían desde el entorno de Axel. Justamente, es una de las diferencias con el cristinismo, donde consideran que la gestión provincial muestra puntos débiles que podrían ser utilizados por la derecha para atacar.
En la gobernación ponían de relieve una administración que podía mantener políticas estatales en materia de salud, educación, obra pública y asistencia social ante un Ejecutivo nacional que recortó recursos en todas las áreas, además de una política económica recesiva que cada mes achica la actividad y la recaudación. Frente a esto, apuntaban a la permanente erosión a la gestión provincial que se ejerce periódicamente desde la Legislatura. "¿Alguien puede imaginar en Santiago del Estero o en Formosa a la Legislatura provincial haciendo algo en contra de lo que quieren el gobernador Zamora o Insfrán? Acá no sólo lo hace todo el tiempo, sino que el propio bloque oficialista trabaja para eso", comentaba un ministro de Axel.
El último episodio se vio la semana que pasó, con diferentes posiciones por las reelecciones indefinidas. El cristinismo presentó un proyecto para habilitarlas solo a nivel cargos legislativos: senadores, diputados, concejales y consejeros escolares. Una senadora de la línea de Axel sumó otro para incluir también a los intendentes. La propia Cristina conversó con un grupo de jefes comunales a los que les aseguró que no se oponía a su reelección, pero que no era urgente tratarla porque eran cargos que recién se votarán en 2027. En verdad, aseguraba un intendente del sector de Kicillof, el apuro tenía que ver con que La Cámpora tiene mayoría en los puestos legislativos. En cambio, Kicillof recibió el respaldo de la mayoría de los intendentes de Unión por la Patria, que pasaron a la lista negra del cristinismo.
Ante las diferencias del oficialismo provincial, la oposición no garantizó el quórum y la sesión pasó para la próxima semana. En el entorno de Axel hablaban de un operativo de desgaste porque, a la larga, como es lógico, sus iniciativas se terminan aprobando. Así ocurrió con el desdoblamiento y con el cronograma electoral, y ahora esperaban que sucediera lo mismo con las reelecciones. Debido a las inundaciones y la emergencia que persiste en algunas localidades de la provincia, se postergó para el próximo sábado el encuentro del Movimiento Derecho al Futuro. Kicillof tendrá a su cargo el cierre, en un acto que se presenta como el lanzamiento de la campaña para la Provincia.
Será una demostración de fuerza del gobernador ante los intentos de condicionarlo desde dentro de Unión por la Patria, según denunciaban. En el cristinismo sostenían lo opuesto. "Cedimos en todo lo que querían para buscar la unidad. Sin embargo, siguen sin querer acordar", replicaban un dirigente alineado con la ex presidenta. Lo peculiar del caso es que, suspendidas las PASO y sin tiempo para internas, no quedaba otra que una instancia de negociación que fijara las condiciones de la unidad. Por ahora, se veía más lejos que cerca. Incluso, había quienes pensaban que se estiraría hasta la noche previa del 9 de julio, el primer cierre del cronograma bonaerense. "La unidad se va a hacer porque el costo por romper es muy caro. ¿Quién quiere hacerse cargo de una derrota contra Milei?", razonaba un dirigente peronista con experiencia en la política provincial. Habrá que esperar y ver.