Lawfare a la vista: Con Lorenzetti, CFK recusó a 9 jueces y fiscales en el caso Vialidad, pero todos siguen en la causa

La expresidenta Cristina Kirchner pidió apartar al juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti en la causa Vialidad por tener severamente comprometida su independencia e imparcialidad como magistrado en este expediente. Los escenarios que se abren. Y los otros 8 magistrados y fiscales recusados por CFK en esta causa paradigmática de persecución en la que quedaron expuestas las relaciones promiscuas del Poder Judicial con el mundo político.

06 de mayo, 2025 | 00.05

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recusó este lunes al juez de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti en la causa Vialidad por tener severamente comprometida “la independencia, la imparcialidad y la integridad” como magistrado en este expediente. En total, con el nuevo requerimiento, CFK ya pidió en este caso el apartamiento de 9 jueces y fiscales por considerar que no iban a ser imparciales u objetivos en sus fallos o dictámenes. La solicitud será revisada por los colegas del jurista rafaelino, los cortesanos Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

En las 8 recusaciones previas, los jueces y fiscales apuntados por Cristina se mantuvieron en sus cargos y resolvieron en contra suyo, lo que refleja el nivel de persecución que reina en esta causa paradigmática del lawfare, en el que las dos veces presidenta fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Esa sentencia fue firmada y ratificada por funcionaros judiciales que se reunían en secreto con Mauricio Macri en la Quinta de Olivos –adonde uno iba a jugar al pádel- y que disputaron partidos de fútbol en la quinta Los Abrojos del mismo exmandatario.

En esa línea, CFK afirmó en el escrito que sus letrados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy presentaron en la Corte este lunes que una de las características de esta causa fueron “las indebidas relaciones que a lo largo de todo el proceso han mantenido jueces y fiscales con funcionarios políticos opositores a CFK”. “Este cuestionamiento, que denota una situación de gravedad institucional, no puede ser analizado por un magistrado que según se ha reconocido expresamente en un reciente reportaje, se halla inmerso en la misma situación impropia que sus colegas de las instancias inferiores”, destacaron los letrados que representan a la expresidenta.

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La recusación contra Lorenzetti

“Hoy, en la causa ‘Vialidad’, recusamos a Ricardo Lorenzetti, juez de la Corte Suprema. Sus declaraciones públicas del pasado jueves 1 de mayo en América 24 no hacen más que confirmar las veladas amenazas ‘en off’ vertidas en el diario Clarín el día anterior a la votación del pliego del juez Ariel Lijo en el Senado de la Nación. En ese mismo sentido, son de público y notorio todas las circunstancias que rodearon la nominación de dicho magistrado como nuevo miembro de la Corte, y el rol de Lorenzetti en ese proceso”, tuiteó CFK este lunes. “Estos hechos fueron denunciados por una Senadora Nacional en la sesión pública y no sólo nunca fueron desmentidos, sino que, casi un mes después, son increíblemente ratificados por el propio Lorenzetti en un reportaje. Las interpretaciones de terceros ajenos al respecto no dejan lugar a dudas acerca del verdadero objetivo que persigue el funcionario recusado: dejarme fuera del proceso electoral inminente y en el cual, además, ya comenzaron a correr los plazos”, añadió la exmandataria. Y concluyó: “En realidad, nada nuevo bajo el sol: PROSCRIBIR es el verbo… y el sujeto, el PERONISMO”.

CFK recusó a Lorenzetti en la causa Vialidad luego de que el supremo declarara en una entrevista con el conductor Luis Novaresio, difundida el 1º de mayo pasado, que la resolución del caso debería concretarse antes de las elecciones. Para la exmandatarioa esa afirmación está directamente vinculada a la denuncia que realizó el 3 de abril pasado la senadora Anabel Fernández Sagasti, cuando se rechazaron los pliegos de Lijo y del otro candidato del gobierno para la Corte, Manuel García Mansilla en la Cámara alta. Entonces, Fernández Sagasti denunció que el bloque del PJ, que tiene mayoría de legisladores vinculados a Cristina, “estaba recibiendo extorsiones directas por parte del Ministro Lorenzetti, en cuanto a que si se rechazaba el pliego del juez Lijo, a la brevedad la CSJN dictaría un fallo que dejaría firme la condena de CFK en el marco de este proceso”.

“Pese a la gravedad del episodio denunciado por la Senadora Fernández Sagasti, sus dichos no fueron desmentidos”, enfatizaron en el escrito de recusación los abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy. “Por el contrario, el 1º de mayo del corriente año el Ministro Lorenzetti brindó un reportaje al periodista Luis Novaresio en el cual reconoció expresamente que impulsaría ante sus colegas un rápido tratamiento del recurso de queja deducido por esta defensa y que tal decisión debía ser adoptada antes de que los comicios de este año se lleven a cabo”, resaltaron los representantes legales de Cristina. “Tales manifestaciones, interpretadas por terceros imparciales, permiten anticipar que el Ministro Lorenzetti votará por el rechazo de nuestra impugnación y la confirmación de la condena que impide a CFK desempeñar cargos electorales”, agregaron.

En el escrito de 14 páginas, la expresidenta a través de sus letrados recordó que Lorenzetti “ha mantenido múltiples reuniones de carácter privado con Javier Milei desde que éste asumió la Presidencia de la Nación” y “sin que exista ni se haya informado ninguna razón de carácter institucional que las justifique”. También señaló que fue ese ministro cortesano quien sugirió al gobierno que postule al juez de Comodoro Py Ariel Lijo como uno de sus candidatos a la Corte. Con Lijo en el Tribunal Supremo, el oriundo de Rafaela pretendía modificar la relación de poder interno y así recuperar la presidencia suprema. Caído el pliego de Lijo, Lorenzetti vio muy complicados sus planes cortesanos.

Para Cristina el accionar de Lorenzetti “compromete severamente la independencia, la imparcialidad y la integridad” del ministro cortesano en esta causa.

Las otras 8 recusaciones

La recusación que hizo CFK de Lorenzetti se suma a otras 8 que realizó la expresidenta a lo largo de este proceso contra:

  • Los fiscales de juicio Diego Luciani y Sergio Mola.
  • Dos de los integrantes del tribunal de juicio: Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini.
  • Los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal, quienes revisaron la condena del juicio: Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña.
  • El fiscal ante la Casación, Mario Villar.

Cristina, por ejemplo, había recusado al fiscal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu antes de que se conociera la sentencia y luego de que Pagina12 revelara fotografías de ambos jugando al fútbol en la quinta Los Abrojos de Mauricio Macri. El acusador público y uno de los jueces que tenía que analizar la acusación contra CFK integraban el equipo de fútbol de judiciales conocido como Liverpool. La relación con Macri no es azarosa. Esta causa persecutoria se inició durante el gobierno del líder del PRO, en 2016, a instancias del entonces director de Vialidad, Javier Iguacel. Lejos de ser corrido del caso, Rodríguez Uriburu posó en una de las audiencias del juicio, para provocar, con un mate que tenía el logo del equipo de los judiciales que había sido cuestionado.

“Esta relación personal, que se mantuvo en todo momento bajo reserva, debió haber sido formalmente comunicada a las defensas -y en rigor de verdad, a toda la sociedad- una vez que este proceso, de singular relevancia institucional y trascendencia mediática, quedó radicado ante este Tribunal”, plantearon en su momento los abogados de CFK, Beraldi y Llernovoy, que alegan que las fotos de Luciani y Rodríguez Uriburu en la Quinta de Macri muestran “un severo menoscabo para el derecho de ser juzgado por un juez imparcial”.

En el escrito que en su momento presentó CFK para recusar a Luciani y Rodríguez Uriburu se hizo mención a que no era la primera vez que aparecían estas relaciones promiscuas entre funcionarios judiciales y adversarios políticos de Crisitna. Los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, de la Cámara Federal de Casación Penal, que también intervinieron en la causa Vialidad para que llegue a juicio oral y luego para ratificar la condena, se juntaban con Macri en la quinta de Olivos, tal como reveló El Destape. Borinsky ingresó al menos 16 veces a a Quinta de Olivos sin informar nada a sus pares. Hornos hizo lo propio tanto en la residencia presidencial como en la Casa Rosada. Interpelado por sus pares, a quienes también había ocultado sus visitas, reconoció que mantenía una “relación social” con Macri. Ambos siguieron en la causa.

Hornos luego fue recusado otra vez por CFK luego de que trascendiera una denuncia en su contra por violencia de género realizada por su expareja. “Resulta imprescindible que la injusta condena impuesta a la ex Presidenta de la Nación sea revisada por magistrados que cuenten con una sólida formación en materia de género y, por sobre todas las cosas, que ofrezcan ante toda la sociedad garantías suficientes en cuanto a que su conducta se ajusta estrictamente a los estándares fijados por la comunidad internacional con relación a los derechos de las mujeres”, habían sostenido los abogados de CFK. Pero Borinsky y Barroetaveña respaldaron a su colega y tiempo después Hornos firmó la confirmación de la condena de la exmandataria.

Ahora, el recusado fue Lorenzetti. Lo que resuelvan Rosatti y Rosenkrantz respecto a su colega marcará el devenir de una causa emblemática de persecución judicial en medio de un año electoral.

Escenarios

Si Rosatti y Rosenkrantz hacen lugar a la recusación que planteó CFK se deberá convocar a conjueces para resolver el caso Vialidad ya que para una sentencia suprema se necesita una mayoría de 3 votos y desplazado Lorenzetti solo habría dos jueces cortesanos para resolver este expediente.

Si, en cambio, los dos cortesanos nombrados por Macri sostienen a Lorenzetti en la causa, estarán en condiciones de fallar una vez que la Procuración General de la Nación –a cargo del interino Eduardo Casal- dictamine sobre la queja que realizó el Ministerio Público Fiscal, que pretende que la Corte trate su recurso extraordinario para ampliar las condenas por el delito de asociación ilícita. Por ejemplo, la fiscalía pide 12 años de cárcel para Cristina. La Procuración debe mantener o desistir ese recurso. El caso llegó al MPF a los 15 días de haber escalado al Tribunal Supremo, en lo que fue un movimiento muy rápido para este tipo de recursos.

Si la procuración dictamina antes de las elecciones, el interrogante que se abre es si Rosatti y Rosenkrantz, que mantienen una guerra abierta con el jurista rafaelino, se alinearán con Lorenzetti y abordarán el caso Vialidad en lo inmediato. La Corte no tiene plazos para expedirse sobre los fallos que le llegan. Ante ese escenario: ¿Rosatti y Rosenkrantz correrán el riesgo de quedar atrapados en la jugada de su adversario interno? En una causa emblemática del lawfare como “Vialidad” todo puede pasar.

¿Qué tiene que resolver la Corte? Las quejas que hicieron todas las partes para que se abran los Recursos Extraordinarios con los que cuestionaron la sentencia de Vialidad y su revisión en Casación –que hicieron los tres jueces vinculados al macrismo mencionados anteriormente-. Es de esperar que Casal mantenga la línea del Ministerio Público Fiscal en este caso: tanto el fiscal de juicio, Diego Luciani, como Mario Villar, que interviene ante la Casación (ambos fueron recusados por CFK), sostuvieron que a CFK se la debe condenar también por el delito de asociación ilícita, algo que no fue tenido en cuenta por el tribunal de juicio ni por la Cámara de Casación, que fue la revisora de la sentencia. Si bien lo que exprese el jefe de los fiscales no es vinculante será lo que dé pie a los supremos para expedirse en el caso. Si Casal mantiene el recurso de queja del MPF, la Corte deberá resolver las quejas de todas las partes, incluyendo la de la fiscalía (cuyo planteo no debiera ser tenido en cuenta ya que el MPF solo puede apelar una sentencia si la pena es menor a la mitad de lo requerido. Luciani había pedido 12 años de prisión para CFK y el tribunal la condenó a 6 años). Si Casal no sostiene lo planteado por Villar ese recurso quedará desechado.

Una vez que Casal haya dictaminado, el caso comenzará a circular por las vocalías de la Corte. Y entonces allí se abrirán distintos escenarios. El primer punto es si la Corte acepta algún recurso de queja o los rechaza a todos. Si los denegara a todos, la causa no sería abordada por el Alto Tribunal y la condena quedaría firme tal como la estableció Casación. Serían ejecutables todas las penas y CFK debiera ser detenida. Al ir las partes en queja, la Corte podría rechazar todos los recursos con una simple “plancha”, es decir, sin adentrarse en el caso, aplicando el artículo 280 del Código Civil y Comercial. Con esa fórmula, por ejemplo, dejó firme la condena al exvicepresidente Amado Boudou en el caso Ciccone, otra causa paradigmática de persecución.

La Corte podría, por el contrario, aceptar algún recurso de queja y adentrarse en la causa. En este escenario podría aceptar lo planteado por la parte o rechazarlo. Si lo rechaza, la sentencia queda firme para esa parte. Cristina, por ejemplo, reclama su absolución o que se remita la causa “al órgano judicial competente para que dicte un nuevo pronunciamiento conforme a derecho”. Si aceptara ese planteo, la Corte podría revertir lo resuelto por el tribunal de juicio y la Casación. ¿Lo hará en medio de un año electoral?