El escritor y analista político Jorge Asís volvió a encender la mecha con una filosa lectura del escenario político tras la elección en la Ciudad de Buenos Aires, en la que Manuel Adorni se impuso con más del 30% de los votos, relegando al PRO a un tercer lugar.
En su columna de opinión publicada en Infobae bajo el título "Tabula rasa después del duelo", Asís describe un clima post-electoral marcado por el desconcierto del macrismo, que pasó “de la algarabía de Costa Salguero a la opacidad de la calle Balcarce, al lado del Café Martínez”, sin rastros del clásico “festival de globos amarillos” ni del “catering refinado” que solía acompañar los triunfos del PRO.
El Turco Asís, lapidario contra Macri: "Masacrado"
Pero lo más explosivo del análisis llega cuando se refiere a Mauricio Macri, a quien denomina —con la ironía que lo caracteriza— “el Ángel Exterminador”. Según Asís, el expresidente “ya no baila con aquellos pasitos simpáticos del pegadizo tema de Gilda” y no se arrepiente de haber “masacrado” políticamente a Horacio Rodríguez Larreta, a quien apoda “Geniol”.
Para Asís, el duelo en la derecha ya tiene un claro vencedor: Javier Milei. “El panelista de Intratables es el propietario de la derecha. La tiene escriturada”, sentencia. Y agrega que, con ayuda de su condición de “Fenómeno”, Milei “escaló con reconocida rapidez hacia las grandes ligas”. Ni las balas simbólicas ni las críticas del mundo cripto parecen afectarlo: “Ya ni le entran las balas”.
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En ese contexto, Manuel Adorni se posiciona como el emergente más sólido del universo de La Libertad Avanza. Describió que con “la corbatita invariable” y un tono conciliador celebró el triunfo hablando de una nueva etapa: “Tabula rasa”. Así, interpretó que tendió un puente incluso hacia antiguos adversarios dentro del espacio opositor. "Una señal de apertura, pero también una afirmación de hegemonía", asegura el escritor.
Asís rescata esa expresión —“tabula rasa”— como símbolo de algo más profundo: el intento de Adorni (y por elevación de Milei) de dejar atrás las rencillas internas para consolidar un proyecto que, según ellos, busca derrotar a “la patología del kirchnerismo”, definido sin medias tintas como “la representación ontológica del mal”.
El cierre de la columna no ahorra ironía ni dramatismo. El Turo Asís remata su análisis con una imagen que dejó temblando a todo el ecosistema macrista: “El pupilo de Milei se inflamó con la victoria y recurrió a la estirpe moral de la ‘tabula rasa’... Con el Ángel ‘llorón de cristal’”.
Una sentencia que, en boca de Asís, parece marcar el principio del fin para la figura de Macri como referente excluyente del espacio de centroderecha. Y tal vez, también, el nacimiento de una nueva etapa donde la derecha argentina tiene un nuevo dueño con nombre y apellido: Javier Milei.