El gobierno de Javier Milei entró en una etapa de oscurantismo en la que se niegan a informar quiénes ingresan a los ministerios donde toman las decisiones más importantes. Rechazaron pedidos de acceso a la información pública realizados por El Destape para conocer los accesos a los ministerios de Economía, Capital Humano, Justicia y Desregulación así como al Banco Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV) desde el inicio de su gestión. Jefatura de Gabinete sí contestó pero de forma parcial: un listado con DNI pero sin nombres.
Esas planillas permiten reconstruir reuniones de funcionarios tanto entre ellos como con empresarios, jueces y operadores, limitados a cuando se encuentran en un edificio público pero que han sido útiles para investigaciones periodísticas y judiciales. La Libertad Avanza parece que considera un error su entrega en el pasado y ahora decidió no brindar esa información pública bajo las distintas excusas pero con idéntico resultado: que no se conozca quienes visitan a los funcionarios más importantes del gobierno de Milei.
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En las negativas del gobierno a dar información se repite que ingresan muchas personas por día a los organismos y que no se puede enviar documentación a través de plataformas digitales no oficiales. La respuesta es extraña ya que El Destape hizo pedidos análogos de los ingresos a la Casa Rosada y a Olivos y tuvo respuesta durante todos los gobierno, incluido el de Milei. A la Casa Rosada también ingresan centenares de personas por día y este medio recibió las planillas vía la misma plataforma digital que solicitó las de los otros edificios públicos, el sistema de Trámites a Distancias (TAD) que, vale aclarar, es oficial. ¿Por qué ahora el gobierno se niega a dar información sobre otros organismos tal como establece la Ley de Acceso a l Información Pública?
Desde el gobierno niegan las planillas completas y, en algunos casos, abren la posibilidad de consultar por ingresos de personas concretas. Pero eso es un límite a la investigación periodística, ya que justamente de la revisión de las planillas concretas surgen las pistas a investigar. Por ejemplo, fue a partir del chequeo en las planillas de accesos a la Casa Rosada que apareció por primera vez el nombre de Hayden Davis en el escándalo $Libra, según publicó El Destape al día siguiente de que el presidente Milei promocionara esa estafa. Davis figuraba en una reunión junto a otras personas cuyo rol ya se conocía, su nombre tal vez hubiera permanecido oculto bajo la lógica del gobierno de solo responder pedidos puntuales de ingresos a los edificios públicos en lugar de entregar las planillas completas.
En las distintas respuestas que obtuvo El Destape también rechazan entregar las planillas por motivos de seguridad y que no se puedan establecer patrones de movimientos. Es justamente una de las cosas que se busca en una investigación periodística. Si una misma persona que no es funcionaria pública entra muchas veces a ver a un ministro, por ejemplo, es una punta interesante de investigación. Sin las planillas completas es imposible detectar ese dato. Debe ser lo que buscan evitar.
La clave de la discrecionalidad en este oscurantismo la brinda el jefe de Gabinete Guillermo Francos. Desde sus oficinas respondieron positivamente el pedido de El Destape aunque de forma parcial. Enviaron un documento de 157 páginas donde constan los DNI de quienes ingresaron a sus dependencias pero no los nombres. Fuera de esta falencia, lo que revela la respuesta de Jefatura de Gabinete es que negar la información por la cantidad de gente que ingresa, que no se puede contestar vía digital o que pone en riesgo la seguridad de quienes visitan a los funcionarios son simplemente excusas para no revelar los encuentros en los organismos públicos que podrían exponer negociaciones incompatibles.
Federico Sturzenegger, que se vanagloria de pasar la motosierra por el tramiterío estatal, respondió que su ministerio es realmente un entuerto legal que no tiene aún funcionamiento establecido y ni siquiera edificios propios donde funcionar. “Sentado ello, corresponde señalar que, en este Ministerio, lógicamente existe un proceso de ingreso y egreso del personal que desarrolla tareas en la jurisdicción”, aclaran, pero luego dicen que no pueden informar quienes entran y salen.
“Cabe mencionar que, en este sentido, uno de los dos espacios con los que cuenta, es cedido por otra jurisdicción de la Administración Pública, verbigracia, el edificio sito en Avenida Belgrano No 637, en el cual se encuentra la sede del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) que, contando con el espacio disponible, lo presta a este Ministerio para llevar adelante tareas que le son propias. En el espacio restante, sito en Diagonal Roque Sáenz Peña No 788, la recepción no es administrada por esta jurisdicción, toda vez que se trata de un inmueble alquilado y, a su vez, en dicho ámbito, funcionan otros organismos públicos y empresas privadas”, dice la respuesta de las oficinas de Sturzenegger a El Destape.
“Por lo tanto, no es dable brindar desde esta área la información solicitada”, concluyen. Y de esta forma ocultan con quienes se junta Sturzenegger, entre quienes deben figurar los que le tiran letra para regular en su favor.
La negativa del ministro de Economía Luis Caputo a informar quienes entran y salen de sus oficinas ya la reveló Franco Mizrahi hace unas semanas. Desde Economía contestaron que no se brindará la información requerida sobre los ingresos al ministerio porque desde que se fusionaron diferentes áreas de la cartera que conduce Caputo, incluidas secretarías clave como Transporte, Obras Públicas y Vivienda, los registros requeridos pasaron a ser muy voluminosos y hacer la tarea solicitada implicaría un “uso considerable de recursos”.
“Respecto de la solicitud, se informa que el sistema de registro de ingresos y egresos en los edificios del Ministerio de Economía genera un promedio de 20.000 registros diarios, incluyendo personal, visitas y proveedores. Obtener la información solicitada implicaría un procesamiento excesivo de datos, dada la magnitud y el volumen involucrado”, respondió Guillermina Salerni, directora de Información Ciudadana y Datos Públicos del Ministerio de Economía, al pedido de Acceso a la Información Pública de El Destape.
¿Qué oculta Caputo? ¿Se sabría quienes se pueden beneficiar de información privilegiada para obtener tajadas de los movimientos en el dólar gestionados desde el gobierno?
Santiago Bausili, el socio de Caputo que pusieron al frente del Banco Central, tampoco quiere entregar la información pública de los ingresos a esa entidad. La excusa es la misma: que es demasiada información. La respuesta al pedido de El Destape dice: “el sistema de registro de ingresos y egresos en el ámbito del Banco Central de la República Argentina genera un promedio aproximado de 6.300 registros diarios, incluyendo personal de planta, visitas y proveedores, en un único sistema. Obtener la información solicitada de tal sistema de accesos implicaría un procesamiento excesivo de datos, dada la magnitud y el volumen involucrado. La búsqueda, clasificación y organización de estos registros demandaría un uso considerable de recursos, lo que dificulta su entrega conforme a lo requerido”.
La CNV es otro organismo clave, en especial a partir del escándalo por la estafa a través de la criptomoneda $Libra, que tuvo entre sus protagonistas a Sergio Morales, ahora ex director de la CNV. De hecho el presidente de la CNV Roberto Silva es uno de los citados por el Congreso por el caso $Libra. Aún así se niegan a informar quien entró y salió de esas oficinas. Se amparan en que “ se debe resguardar la seguridad de la información y evitar la remisión de documentación a través de plataformas digitales no oficiales” y piden, al igual que en otros casos, que este medio consulte por personas en particular.
Desde el ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello también se negaron a dar la información. Alegaron que Capital Humano “cuenta con más de 100 dependencias” y a modo de ejemplo listaron 20. Agregaron que Capital Humano “recibe en sus distintas dependencias un importante caudal de visitas, además del ingreso y egreso del personal que diariamente desarrolla tareas en las mismas, el cual supera las DIEZ MIL (10.000) personas. Así mismo, se destaca que algunos de los espacios, son cedidos por otros organismos de la Administración Pública, que contando con el espacio disponible lo ‘prestan’ al Ministerio para llevar adelante sus tareas; y en estos espacios, la recepción no es administrada por el Ministerio”.
Lo más curioso es que el ministerio de Pettovello afirma que “no existe una carga legal de llevar y mantener un registro de ingresos y egresos a los edificios”. ¿No hay control de quien entra y sale de los edificios públicos?
“Por otra parte cabe agregar que, en caso de que la información pretendida existiera (aclarando que no existe), de habilitarse el suministro de la misma, se difundirían datos tales como nombre, apellido, fecha y hora de ingreso y egreso, etc., lo que podría dar lugar a establecer patrones de movimientos y seguimiento de horarios de las personas involucradas y, en consecuencia con ello, afectar o vulnerar la seguridad de las mismas. Si bien los mencionados datos personales, entregados de manera aislada no implicarían un peligro, la conjunción de ellos en el periodo de tiempo requerido podría generar un daño; es decir, que para que esto no ocurra deberían aplicarse técnicas de disociación que, en atención al gran caudal de información solicitada, tampoco resultaría posible sin generar una carga excesivamente gravosa que obstruya la actividad habitual del organismo”, sumaron desde las oficinas de Pettovello.
Como gentileza desde el mundo Pettovello sugieren consultar el Registro Único de Audiencias de Gestión de Intereses, una página donde se puede acceder a las reuniones de los funcionarios. No aclaran que esa página está incompleta y que investigaciones periodísticas de El Destape revelaron reuniones que figuraban en planillas de acceso a la Casa Rosada o a los ministerios (cuando entregaban esa información) pero no en esa web que depende del extinto ministerio del Interior.
El ministerio de Justicia que comanda Mariano Cúneo Libarona tampoco quiere que se sepa con quienes se juntan. Al igual que Pettovello, Cúneo Libarona primero alega que su ministerio tiene muchas sedes qué, además, comparten con otros organismos y que tienen más de un acceso. Agregan que entra mucha gente, “siendo dificultoso en muchos casos obtener un registro total de estos ingresos”. “Se resalta que dicha circunstancia fáctica, sumada a la amplitud de los términos empleados para la descripción de la información requerida, implicaría una inmensa tarea para la citada Coordinación de Seguridad”, insisten.
También al igual que Pettovello, desde las huestes de Cúneo Libarona dicen que “el amplio período temporal que involucra el requerimiento respecto a las planilla de accesos permitiría establecer patrones de movimientos de las personas comprendidas, que potencialmente podrían poner en riesgo su seguridad personal, implicando ello una eventual vulneración de sus datos personales”.
El Destape hace un pedido sistemático de los accesos a las oficinas públicas. Es información útil que permite bucear en las reuniones de los funcionarios y, ante la aparición de algún tema en la agenda pública, reconstruir como se tejen las relaciones adentro de las oficinas públicas. El trabajo sobre esos registros permitió revelar las reuniones de Mauricio Macri con jueces, empresarios, operadores mediáticos y sindicalistas en la quinta de Olivos, las de Patricia Bullrich con jueces y operadores en el Ministerio de Seguridad y las de Karina Milei con todo el entramado del escándalo $Libra en la Casa Rosada así como encuentros del propio Milei en la quinta de Olivos. Parece que desde el gobierno quieren frenar esas publicaciones.