El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, evitó "poner las manos en el fuego" por Diego Spagnuolo, ex Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), luego del escándalo por presunta corrupción que atravesó al funcionario debido a los más de 20 audios filtrados donde describe un presunto esquema de retornos y desvío de fondos. "No pongo las manos en el fuego por ningún funcionario, son temas que tiene que tratar la Justicia", apuntó.
Además, en la misma línea, una de las caras principales del gobierno de Javier Milei expresó "creer en la inocencia" de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, tras conocerse la difusión de los audios que comprometen a nombres importantes de La Libertad Avanza (LLA), vinculados a presuntos hechos de corrupción y que motivaron su salida. "El Presidente tomó la resolución de lo que había que hacer", señaló y luego insistió en que "son temas que tiene que tratar la Justicia".
Francos habló del dólar y la dura jornada en Diputados
El jefe de Gabinete, al mismo tiempo, ratificó el rumbo del Gobierno tras la sesión de ayer en el Congreso y destacó que hubo un "empate" en Diputados. También minimizó la suba del dólar y dijo que nada más genera "inestabilidad emocional" en la población. “La semana anterior nos habían goleado, esta sacamos un empate porque le evitamos al Ministerio de Economía un gasto que no podíamos afrontar", afirmó Francos luego de que quedara confirmado el veto de Javier Milei al aumento para los jubilados y la extensión de la moratoria.
Al hablar ante empresarios en el Council of the Americas en el Hotel Alvear, el jefe de Gabinete criticó el rechazo del veto de Milei a la emergencia en discapacidad al ironizar que "nadie planteó cómo había subido la discapacidad en nuestro país aunque no tuvimos ninguna guerra”. Además, el funcionario se refirió a la fuerte suba del dólar de fines de julio, pero buscó desestimar efectos en la economía como una aceleración de la inflación. “Tenemos programada la cabeza de que ante cualquier ruido nos protegemos en el dólar. Eso pasó en estos días y dejó una inestabilidad emocional en los argentinos, que dista de ser una inestabilidad real”, aseguró.
Por otro lado, Francos respondió a los cuestionamientos sobre la obra pública: “Nos critican por la infraestructura, los caminos destruidos, la obra pública paralizada. Hubiéramos tenido 450 mil millones de dólares para invertir en 15 años en infraestructura si no hubiéramos tenido déficit”.
La crisis económica que enfrenta el Gobierno
Las definiciones de Guillermo Francos se dieron en el marco de un complicado momento económico para el Gobierno. Ayer, el Indec mostró que la actividad económica cayó en junio un 0,7%, la segunda baja intermensual consecutiva tras la de mayo previo. Además, consultoras privadas como FIEL, además de la propia Unión Industrial Argentina (UIA), anticiparon una baja de la actividad industrial en julio en términos interanuales.
Financieramente, Javier Milei enfrenta un período difícil a raíz de la falta de acumulación de reservas en el Banco Central, que se hizo evidente ante la necesidad de Argentina de pedir un waiver o perdón parcial por el incumplimiento de esta meta ante el FMI a inicios de agosto.
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En este contexto, capitales internacionales comenzaron a retirar sus posiciones en el país, generando una mayor demanda del dólar y llevando a un pico en el tipo de cambio de casi 1.400 pesos a fines de julio.
Los bancos también mostraron su desconfianza frente al plan oficial al no renovar la totalidad de los vencimientos de letras del Tesoro en una licitación de la semana pasada, lo que llevó a la Secretaría de Finanzas a tener que realizar una nueva licitación de emergencia para absorber los pesos restantes.
Esto llevó al BCRA a subir la tasa de interés de los títulos públicos y a incrementar los encajes para evitar un traslado de la divisa norteamericana a la inflación, que volvió a rozar el 2% el mes pasado. Así, en agosto, y rumbo a las elecciones de octubre, el Gobierno deberá lidiar con una baja actividad económica que deja al país al borde de la recesión.