Después de una jornada maratónica en el Congreso, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que declara la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan, con 159 votos afirmativos, 67 negativos y 4 abstenciones. El debate, que empezó alrededor de las 19, incluyó críticas y apoyos de todas las bancadas. El proyecto ahora será girado a la Cámara de Senadores, aunque se espera que el presidente Javier Milei lo vete, como lo hizo días atrás con el aumento para jubilados y la emergencia en discapacidad.
La oposición ampliada también consiguió mayoría para los 11 artículos de la votación particular. La iniciativa fue respaldada, en su totalidad, por todos los diputados del bloque de Unión por la Patria y del Frente de Izquierda, aparte de los apoyos de legisladores provinciales.
A lo largo de las distintas intervenciones en el recinto, el oficialismo justificó su rechazo al afirmar que no existe un "colapso sanitario" en el hospital infantil. Una de las diputadas más elocuentes de La Libertad Avanza fue Juliana Santillán quien criticó el proyecto por considerar que "promueve gastos sin control" y va a "reforzar burocracias ineficientes en nombre de una crisis que no existe".
Del otro lado, la oposición, muchas veces emocionada, defendió el proyecto de ley en constante alusión a la crítica situación económica que atraviesan los médicos y residentes del Hospital Garrahan. “Un trasplante infantil, una quimioterapia infantil no puede convertirse en un privilegio, debe ser garantizado por el Estado", protestó la diputada de Unión por la Patria, Cecilia Moreau.
Diputados dio media sanción al presupuesto universitario
Con 158 votos afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones, el proyecto logró la media sanción en Diputados. Más allá del rechazo impulsado por el oficialismo, junto a sus aliados del PRO, del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Liga del Interior - ELI, Futuro y Libertad, aparte de otros legisladores aliados como Ricardo Garramuño, Paula Omodeo y José Luis Garrido, la oposición pudo imponerse en este punto, aunque no alcanzaron los dos tercios necesarios para sortear el veto presidencial.
El resultado mostró las tensiones entre los gobernadores y la Casa Rosada. Algunas bancadas referenciadas con mandatarios provinciales, como Innovación Federal, Producción y Trabajo (San Juan) e Independencia (Tucumán), votaron a favor del proyecto. La Unión Cívica Radical (UCR) otorgó libertad de acción y la decisión final quedó atada a las negociaciones políticas en cada distrito, lo que generó incertidumbre interna en el espacio.
El PRO, principal socio parlamentario del gobierno, evidenció su propia grieta con una votación dividida. Tres de sus legisladoras -Karina Bachey, Germana Figueroa Casas y Ana Clara Romero- optaron por la abstención, lo mismo que hicieron Ricardo López Murphy y Francisco Morchio. Por su parte los diputados Héctor Baldassi, Sofía Brambilla y Álvaro González se sumaron al voto afirmativo, acompañando a bloques opositores como Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, Coalición Cívica (CC), Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), y otros legisladores provinciales.
El debate, incluyó fuertes críticas al presidente Javier Milei y su política educativa. Blanca Osuna, de Unión por la Patria, denunció el “empobrecimiento” del sistema educativo y acusó al Ejecutivo de incurrir en prácticas ilegales al no cumplir con leyes votadas por el Congreso. Mientras tanto Danya Tavela, de Democracia para Siempre, reforzó la idea al señalar que garantizar la educación es una obligación constitucional que el gobierno no respeta, y calificó a la administración como "soberbia, insensible y corrupta".
Desde la izquierda, el diputado nacional Christian Castillo se sumó a los señalamientos contra el gobierno, al asegurar que hay dinero disponible "para los especuladores amigos de ‘Toto’ Caputo", pero no para las universidades públicas.