Bochorno en Noruega, regalo a buitres y guiño a Londres: riesgos y consecuencias de una cancillería antiargentina

En apenas 24 horas, el canciller Pablo Quirno acumuló un plantón diplomático en Noruega y un logo sin Malvinas que funciona como gesto hacia Londres y Washington. Detrás de los papelones se dibuja una cancillería alineada con los fondos especulativos, la OTAN y los intereses de las viejas élites, más preocupada por blindar negocios externos que por defender la soberanía argentina.

13 de diciembre, 2025 | 13.03

En menos de 24 horas, el flamante canciller Pablo Quirno anotó dos papelones diplomáticos: el plantón presidencial en Oslo y la omisión de las Islas Malvinas en el logo oficial de su ministerio. Detrás hay un linaje de dos siglos que votó por el virrey español en 1810, construyó la oligarquía roquista y prestó domicilio a un nazi SS. Quirno llegó para garantizar que la política exterior no arruine los negocios con Washington. Pero está dinamitando los intereses nacionales.

Plantón en Oslo

El 9 de diciembre, Milei aterrizó en Oslo con el overol de YPF. La agenda oficial: ceremonia del Nobel a María Corina Machado, reunión con el rey Harald V y encuentro con el primer ministro Jonas Gahr Støre. Pero apenas concluyó la disertación en inglés de la hija de Machado -que recibió el premio en lugar de su madre, aunque María Corina ya se encontraba en Noruega-, Milei desapareció y las reuniones fueron canceladas sin aviso. Consultado por el plantón, Støre explicó a la cadena NRK: "Se volvió derecho a Buenos Aires. Necesitaba estar de vuelta para asistir a una sesión del Congreso".

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En la versión oficial, Milei volvió de urgencia para firmar la Reforma Laboral. En los pasillos de la Cancillería, sin embargo, se viralizó otra historia.

El 16 de noviembre, un mesa antes de la escapada nórdica, Israel había negado el permiso de ingreso a Støre. Los motivos: Noruega reconoció a Palestina como Estado, respaldó la jurisdicción de la CPI sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu y su fondo soberano desinvirtió en empresas israelíes.

¿Pablo Quirno, canciller desde el 24 de octubre, no conocía el episodio que detonó la visita del presidente? Este medio no obtuvo respuestas oficiales a las consultas, pero si media docena de relatos que van desde la chapucería a la conspiración interna, pasando por un eventual pase de factura del cuerpo diplomático al flamante canciller por su afición a reprender a funcionarios en público. En especial en X, donde Quirno -para congraciarse con el presidente- suele posar de picante.

Malvinas invisibles

Sea por torpeza o conspiración, pocas horas después del plantón, el canciller anotó otro papelón. El 10 de diciembre la cuenta oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores difundió el nuevo logo institucional. El diseño incluía un mapamundi de fondo con los laureles y el escudo argentino. El problema fue que en ese planisferio oficial del ministerio argentino no aparecían las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur ni la Antártida Argentina.

Las redes sociales explotaron. La Cancillería tuvo que retirar el logo y presentar una versión "corregida" donde ajustaron la posición de los elementos para que no cubrieran los territorios insulares. En la nueva versión, los laureles terminaron tapando partes de Europa y África, pero dejando a China visible.

En la cancillería acusaron a la IA, pero la notoria visibilidad del país asiático fue reportado a Peter Lamelas, nuevo embajador de los Estados Unidos con aires de virrey. Como ya quedó de manifiesto en la nueva doctrina de Seguridad, Donald Trump considera a América Latina parte de su propiedad, donde China no es bienvenida.

London calling

El affaire del logo adquirió mayor relevancia como gesto al día siguiente de su difusión. El 11 de diciembre, el diario londinense The Telegraph publicó una entrevista exclusiva con Milei. El presidente argentino confirmó que visitará Londres entre abril y mayo de 2026, convirtiéndose -se jactó- en el primer mandatario argentino en pisar suelo británico desde Carlos Menem en 1998. La visita incluirá reuniones con el primer ministro Keir Starmer y con líderes de la oposición como Nigel Farage. Milei confirmó que negocia con el Reino Unido para levantar el veto a la venta de armas que pesa sobre Argentina desde la Guerra de Malvinas. "Absolutamente", respondió cuando le preguntaron si había conversaciones en curso.

En política, como resulta prudente, nadie cree en las casualidades. En menos de 48 horas, la Cancillería argentina borró las Malvinas de su logo oficial y el presidente anunció su viaje a Londres para negociar con el país que ocupa esas mismas islas. Para matizar el bochorno, Milei explicó al Telegraph que la gestualidad amable forma parte de una “estrategia” para recuperar las Malvinas: "La mejor manera de mostrar la voluntad por parte de Argentina es demostrar que también tenemos una relación comercial adulta con el Reino Unido". No mencionó la soberanía, ni la ONU, ni las resoluciones internacionales. Mencionó el comercio.

El detalle no es menor. La "doctrina Plaza", por la embajadora en Londres Mariana Plaza, buscaría priorizar el acercamiento con Reino Unido a costa de flexibilizar el reclamo por Malvinas. La omisión del logo oficial suma peso a esas sospechas.

Para completar la humillación, el mismo 10 de diciembre el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) publicó su Atlas Geográfico Escolar 2025 con un mapa mundial donde las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur aparecen pintadas con el mismo color que Argentina. Mientras Quirno borraba las Malvinas del logo oficial argentino, Brasil las incluía en su cartografía educativa como un gesto de apoyo al reclamo histórico. El país vecino defendió la soberanía argentina mejor que el propio canciller.

El linaje que nunca cambió de bando

Pablo Quirno tiene cincuenta años, título de Wharton, treinta años en JP Morgan y un currículum que incluye el Banco Central y la Secretaría de Finanzas. Es el perfil técnico que tanto gusta a los dueños del dinero y del poder, élite a la que Quirno pertenece desde la cuna.

Como expuso el propio ministro en una pretendida bravuconada patriotera en X que salió mal, el 22 de mayo de 1810, Norberto de Quirno y Echandía votó por mantener al virrey Cisneros en el Cabildo Abierto. Mientras la mayoría impulsaba la soberanía popular, el ancestro de Quirno eligió la obediencia colonial. A fines del siglo XIX, Norberto Camilo Quirno Costa fue vicepresidente con Roca, arquitecto del Estado oligárquico. En el siglo XX, Avelino Quirno Lavalle fundó el Partido Conservador Popular y prestó su domicilio a Hugo Byttebier, un SS belga amigo de Eichmann.

Dos siglos después, Pablo Quirno llega con la misma misión: contener la revolución y garantizar que los negocios no se arruinen. Los negocios de los socios de su club, donde tiene membresía banqueros, especuladores, operadores de bolsa y accionistas en fondos de inversión.

Compinche desde los años que compartieron en el JP Morga con el ministro de Economía Luis Toto Caputo, Quirno logró la indispensable simpatía de Karina Milei durante un viaje a Canadá. Su método de seducción fue el mismo que le aplicó Caputo a Milei: la bañó en elogios y le dijo que en todo tenía razón. Los Milei, se sabe, son muy sensibles a la lisonja.

El ascendente de los traders Caputo y Quirno sobre los hermanos quizá explique mejor que nada por qué el presidente llegó a Oslo enfundado en un overol de YPF. El uso del atuendo -que Milei ya utilizó varias veces en público en la Argentina- fue anotado como prueba por los fondos buitres que buscan probar que YPF es "alter ego" del Estado argentino, para poder embargar activos de la petrolera.

La jueza estadounidense Loretta Preska ya ordenó a Argentina entregar el 51% de YPF a los fondos Burford y Eton Park como parte del pago por la expropiación de 2012. Los fondos argumentan que YPF no tiene autonomía del Estado. Y Milei, con su mameluco, les regala la foto perfecta.

Hace unos meses, quien advirtió la maniobra fue el gobernador bonaerense Axel Kicillof: "El presidente estuvo varias horas paveando en un canal de streaming con un mameluco de la empresa que quiere entregar y cuya importancia estratégica ignora". ¿Otra distracción?

Cancillería de negocios

Quirno no llegó a la Cancillería para hacer diplomacia tradicional. Fue nombrado para garantizar que la retórica libertaria no arruine el acceso al crédito, parte fundamental del proceso de saqueo financiero que el equipo económico vino a perpetrar. Es el gestor de riesgo que Caputo necesita con una tarea simple pero no por eso sencilla: convencer a los mercados que “el loco” Milei es un gestor racional.

Los Quirno representan la constante de la élite argentina: adaptarse a cada quiebre cambiando de piel partidaria sin modificar su esencia. Han sido leales a la Corona, arquitectos de la oligarquía y ahora moderadores del libertarismo. En cada caso, el rol fue idéntico: que el control quede en manos de los mismos sectores y que los intereses extranjeros prevalezcan sobre los nacionales.

Las élites argentinas mutan el lenguaje, pero nunca cambian de bando.