El escándalo por las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad que involucran directamente a la Casa Rosada encuentra al Gobierno en una baja en las encuestas, con una elección a gobernador el domingo próximo en Corrientes en la que La Libertad Avanza quedaría afuera del balotaje y un test decisivo el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo muestra en los sondeos una pequeña luz de diferencia. Son los dos comicios que restan antes de las legislativas de octubre. Entre los consultores hay coincidencias en que el descenso que muestra Javier Milei en imagen y en evaluación de gestión todavía no se manifiesta en una suba de la coalición peronista Fuerza Patria, sino que los desencantados pasan a las filas de indecisos. Por eso, ahora se revirtió la tendencia y el escaso interés en ir a votar afectaría más al Gobierno que al peronismo, con sus bases más movilizadas para participar.
El propio Milei viene diciendo que el oficialismo está más complicado para la elección bonaerense del 7 de septiembre que para las generales de octubre, donde se tiene fe -o se tenía- para ganar incluso en Provincia. Aunque suene raro, encuestas aparecidas esta semana efectivamente le dan la razón. El sondeo de CB Consultora mostró a "los candidatos de Fuerza Patria de Kicillof, CFK y Massa" aventajando por 41,3% a 39,1% a los de la "La Libertad Avanza de Milei" en la suma total para las elecciones provinciales de septiembre. Pulso Research los dio aún con menos diferencia: 31,58 a 30,68%.
En verdad, se sabe, no se trata de una elección única sino que se vota senadores o diputados provinciales en ocho secciones electorales diferentes, siendo claves la Primera y la Tercera sección, con unos cinco millones de empadronados cada una. En buena medida, depende de la diferencia en esas dos secciones para resolver el resultado final. En el trabajo del CB, el candidato de LLA, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, aparece en la Primera sección a una distancia escasa -40,3 a 38%- del ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, el candidato a senador de Fuerza Patria. Incluso, en el sondeo de Pulso Research, Katopodis y Valenzuela quedaron en situación de empate técnico, con el funcionario de Axel Kicillof unas décimas por arriba.
El tamaño de la diferencia en la Primera sección electoral resultará decisivo dado que se da casi por hecho que en la Tercera sección ganará Fuerza Patria, que es donde se encuentran los municipios más populosos como La Matanza, Lomas de Zamora y Avellaneda, todos de gestión peronista. De acuerdo a CB Consultora, la diferencia que la vicegobernadora Verónica Magario le saca al ex comisario Maximiliano Bondarenko es de casi 20 puntos -51,4 a 32,7%- mientras que Pulso Research la reduce a casi la mitad -34,6 a 23,6%-. Es una elección difícil de medir por esa división por secciones, con electorados muy diferentes entre el Conurbano y el interior bonaerense, uno vinculado al sector fabril y el otro al agropecuario.
En la elección provincial de septiembre se elegirán concejales y consejeros escolares en los municipios, por lo que los intendentes pondrán en marcha toda su capacidad para atraer el voto local. Ese incentivo no estará en juego en las elecciones de octubre, por lo que se presume que la boleta del peronismo -vale reordar que, además, se tratará del debut de la Boleta Unica de Papel (BUP)- tirará menos que en los comicios locales. Así y todo, resulta llamativo que las encuestas muestren grandes diferencias entre una elección y otra. En el sondeo de CB Consultora, el triunfo general por dos puntos en las elecciones de septiembre de Fuerza Patria se transforma en una derrota por más de seis puntos entre el candidato a diputado de LLA, José Luis Espert, (37,9%) contra el postulante de FP, Jorge Taiana, (31,5%), en los comicios del 26 de octubre. Parece extraño. Por lógica, a medida que Taiana comience a recorrer la provincia y se muestre en actividades con Kicillof debería acercarse a los guarismos que exhiben los candidatos de Fuerza Patria a nivel provincial.
La analista Shila Vilker, de la consultora Trespuntozero, contó un dato muy particular. En los trabajos que realizan periódicamente junto a la consultora Alaska, que dirige Juan Courel, mantienen el ejercicio de preguntar a los encuestados qué votarían si tuvieran ante la posibilidad del balotaje de 2023 entre Milei y Massa. En la última medición, le dio arriba a Massa (50,2%) sobre Milei (49,8%). Eso había ocurrido sólo durante el peor momento de la presidencia Milei, en marzo pasado, luego de los ataques presidenciales a minorías y de un repunte inflacionario. En este última medición parece ir más allá de un hecho circunstancial sino que se trataría de una tendencia firme, con un oficialismo en declive leve pero persistente.
Un dato que se había mantenido a lo largo del gobierno de Milei era que la evaluación de la administración nacional aparecía por encima de las gestiones provinciales y municipales. Ahora se invirtió: gobernadores e intendentes están mejor conceptuados que la gestión presidencial. Es que la evaluación de la gestión del gobierno nacional tocó en el último mes su piso histórico con un 57,3% de respuestas negativas. Eso se ve reflejado también en las expectativas respecto al futuro de la economía, otro indicador que informa acerca del humor general. Desde junio, el pesimismo subió y el optimismo cayó, en coincidencia con un índice de inflación que volvió a tomar impulso y un consumo que no se recupera.
"El oficialismo baja y el peronismo no sube, pero se mantiene", explicó Vilker en diálogo con Futurock. En esa línea, las dos tendencias tienden a la convergencia y hoy se encontrarían en un virtual empate a nivel nacional entre la intención de voto de la derecha y la del peronismo kirchnerista y no kirchnerista sumada, ambos en el orden de los 40 puntos. Ahora, quedará por determinar el efecto que pueda ocasionarle al oficialismo el escándalo de las coimas en el área de discapacidad, cuyas ramificaciones todavía se desconocen. "Puede llegar a tener un efecto 'foto de Olivos', donde cualquier cosa que intente hacer el Gobierno no le servirá de nada porque la agenda va a estar tomada por ese tema", comentaba un analista. Evaluaba que difícilmente el oficialismo no pague un costo porque impacta en uno de principales activos de Milei: su supuesta honestidad y sus diferencias respecto a la clase política tradicional.
Que más, que menos, está claro que será una noticia que en los próximos días concentrará la atención y tendrá eco en el electorado libertario. Es probable que, desilusionados, muchos de esos ex simpatizantes se sumen a la fila de los que no irán a votar en septiembre y octubre, una tendencia creciente como se vio en los comicios provinciales de este 2025. Lo curioso es que, ahora, la demotivación es más pronunciada entre los militantes del Gobierno que entre los del peronismo. "El votante peronista tiene más ganas de ir a votar y le gustan más sus candidatos", advertía Vilker. La tendencia, de profundizarse, podría resultar decisiva para los comicios que se vienen.