A casi 50 días de las elecciones en la provincia de Buenos Aires y tres meses de las legislativas nacionales, las mediciones coinciden en aportar datos negativos para Javier Milei. Un trabajo reciente muestra que, a medida que pasa el tiempo, la tendencia se complica para La Libertad Avanza. Coordinado por Sebastian Halperin, un trabajo que acaba de difundir el Equipo Mide indica que la expectativa con el rumbo de gobierno cada vez es menor. El informe sostiene que en noviembre del año pasado, la esperanza aparecía como el sentimiento predominante para el 29% de los encuestados y que en junio pasado, el porcentaje se había reducido al 20%. A la inversa, las expresiones de bronca y enojo pasaron de un 15 a un 20% en el mismo período, cuando todavía no se había desatado en toda su magnitud la inestabilidad con el dólar que recrudeció en las últimas semanas.
Titulado “Entre la ilusión y el desencanto”, el estudio que fue realizado a nivel nacional agrega que la valoración negativa de la gestión del gobierno nacional se incrementó en la primera mitad del año y pasó del 38 al 44% de los consultados. Tal como lo consigna el informe, el dato no es una excepción sino que coincide con otras mediciones. Aparece en sintonía con la caída registrada por el Índice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella con la consultora Poliarquía, que experimentó un descenso sistemático en 6 de las últimas 7 mediciones. Para la Casa Rosada, es una alerta roja: se trata del indicador que históricamente mejor correlaciona con los resultados electorales en los últimos años.
El dato más significativo del trabajo tiene que ver con los desencantados con Milei. Es un segmento que empieza a crecer entre los que reconocen haber votado a La Libertad Avanza en las presidenciales de 2023. Hoy el 9% de los que se asumen como opositores al gobierno admiten haber sido defraudados y sentirse decepcionados luego de haber votado a Milei y haberle concedido un crédito inicial. No es un porcentaje menor si se tiene en cuenta que, de acuerdo a la medición, hoy el 35% de la sociedad se asume como opositor a Milei, el 34% se manifiesta en apoyo al gobierno y el 31% dice que ni se opone ni apoya al gobierno. “Es gente que lo votó y hoy aparece muy defraudado”; señala Halperin.
Entre las razones de los ex votantes de Milei que en un año y medio se convirtieron en desertores está el descrédito a la promesa inicial de que el ajuste lo iba a pagar la casta y la ausencia de empatía y sensibilidad que advierten en el presidente los ex votantes de LLA. De los grupos focales realizados por el Equipo Mide durante los últimos meses, surge que el ajuste sobre los jubilados, los docentes y los médicos es una señal inequívoca del rumbo del gobierno que genera un alto rechazo, también en los que creyeron en Milei.
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El informe coincide y cita datos de la consultora Aresco que registra, entre la propia base electoral de Milei, un tercio del electorado oficialista que cuestiona el trato a los jubilados y la resistencia a la emergencia por discapacidad. Sociólogo. politólogo y consultor en opinión pública e investigación de mercado, Halperin afirma: “Lo transversal es que hay una demanda cada vez más urgente de ver un reflejo en el bolsillo del ordenamiento macro y en la medida en que eso no sucede crece la bronca. Además, hay rechazo a la violencia discursiva del presidente en cuestiones sensibles como las de los jubilados, el Garrahan, el ataque a Ian. De todas maneras, la mayoría no le retira el apoyo porque sigue el temor a la vuelta del pasado y ante la falta de una alternativa que hoy se perciba como superadora”. Halperin agrega que entre los jóvenes todavía se percibe mayor indulgencia, pero entre los adultos mayores la falta de sensibilidad que se percibe en Milei genera cada vez más rechazo.
Dos datos son letales para las aspiraciones del gobierno y muestran que el gran eje de campaña de Milei, la lucha contra la casta, ya no convence a nadie. Ante la pregunta por el impacto de las medidas económicas del presidente, solo el 11% de los consultados dice que el plan del gobierno tiene como blanco a la casta y a los políticos. En cambio, el 63% afirma que el ajuste de la extrema derecha perjudica a los que menos tienen y a la clase media. Por último, el 22% opina que el sacrificio perjudica a todos por igual.
El segundo dato también es elocuente. El 61% de los consultados dice que las medidas que toma el oficialismo lo afecta negativamente. El 34% dice que no llega a fin de mes, el 16% dice que tiene que endeudarse para cubrir sus gastos mensuales y el 11% admite que debe recurrir a sus ahorros para poder vivir. Además, hay un 16% adicional que hoy dice no ser afectado pero reconoce que la situación económica lo puede empezar a perjudicar. Solo el 20% de los consultados no teme ser víctima del plan Milei. El estado de malestar incluye otro dato irrefutable. 1 de cada 2 encuestados considera que desde que Milei asumió su situación personal está peor que antes. En ese universo, pueden aparecer nuevos desencantados, los que confiaron en Milei y van de regreso hacia la oposición.