El Concejo Deliberante de Escobar discutirá este viernes el futuro urbanístico de la Ruta 26. Será durante la sesión en la que se tratará el nuevo Plan Estratégico Territorial (PET), una iniciativa del intendente Ariel Sujarchuk que redefine usos del suelo y categorías urbanísticas en distintos sectores del distrito. Para los vecinos, que vienen de frenar en la Justicia la construcción de un centro comercial con sala de bingo en la entrada del barrio, el debate encendió nuevamente las alarmas.
Semanas atrás, el Concejo había dado marcha atrás y derogó por unanimidad la ordenanza 6350/24, que nació por iniciativa del PRO aunque avalada por el oficialismo y La Libertad Avanza, por lo que la misma quedó sin efecto luego de también haber quedado suspendida por decisión judicial. La misma habilitaba el “desarrollo comercial y recreativo con sala de bingo” en un conjunto de seis parcelas de la Ruta 26. Aquella norma era rechazada masivamente por los vecinos de Ingeniero Maschwitz y el expediente nunca llegó a recibir un proyecto concreto bajo ese paraguas, según el propio envío del Ejecutivo.
Con la caída de la ordenanza, organizaciones como “No al Bingo” y la Asociación Vecinal Ruta 26 reclamaron abrir una nueva etapa: exigir estudios de impacto ambiental, audiencias públicas y participación ciudadana antes de cualquier cambio de zonificación. Pero el proceso se reactivó cuando el Ejecutivo envió al Concejo el nuevo PET, que ya obtuvo despacho de comisión con mayoría oficialista.
La sesión del viernes será clave. Para el oficialismo, el PET es una herramienta de planificación territorial moderna. Tras varios meses de debates a los que asistieron funcionarios, el proyecto tuvo algunas modificaciones y obtuvo dictamen de mayoría con respaldo del oficialismo y de La Libertad Avanza.
En el bloque de Unión por la Patria muestran optimismo ante El Destape para que se apruebe la iniciativa que deberá ser girado a la provincia de Buenos Aires. La Dirección provincial de ordenamiento urbano entre otras áreas serán las que convaliden la nueva normativa. En el oficialismo destacaron que "es necesaria una actualización del código (urbanistico)" y lo justifican en base a que así como en su momento Tigre y luego Pilar fueron centros de inversiones y avances de emprendimientos comerciales, "hoy esa oportunidad es para Escobar".
Para los vecinos de Maschwitz, en cambio, la propuesta que puede reintroducir la posibilidad de instalar un centro comercial con bingo, pese a la oposición social y los pronunciamientos judiciales previos, genera enorme preocupación.
Detrás de esta ingeniería normativa hay nombres propios: además de Sujarchuk, y el concejal del PRO Leandro Goroyesky, las ONGs señalan también al empresario del juego Daniel Angelici. Hoy, con el Concejo dividido en bloques (Unión por la Patria, Juntos Escobar, La Libertad Avanza, Unión Liberal, Compromiso con Escobar y Proyecto Escobar), la votación del 28 pondrá en evidencia qué concejales convalidan el rediseño del mapa urbano que abre de nuevo la puerta al negocio del juego en la entrada de Maschwitz.
Un dato de color de esa sesión. La concejal libertaria Mariana Huber soliictó una licencia entre los días 26 y 30 de noviembre por lo que no estará presente el viernes 28. Según supo este medio, Huber rechaza la incorporación de las parcelas cuestionadas por los vecinos, pero prefiere no exponer su diferencia con Diego Castagnaro, presidente del bloque, y el resto de los libertarios. Por lo que encontró en la licencia una forma decorosa de no mostrar una fractura en un contexto en el que La Libertad Avanza busca mostrar homogeneidad y no disidencias.
La votación pondrá a prueba el posicionamiento de todos los bloques del Concejo, que meses atrás coincidieron de manera unánime en derogar la ordenanza que habilitaba el proyecto. El desenlace definirá si la Ruta 26 profundiza su perfil residencial o si inicia un proceso de reconversión comercial que, según advierten las organizaciones vecinales, podría alterar de manera permanente el ambiente y la identidad del barrio.
Preocupación por la Ruta 26
La Asociación Vecinal Ruta 26 difundió un análisis técnico al que accedió El Destape en el que advierte que el PET modifica de manera sustancial el corredor entre Los Ñandúes y Altavista. Según el informe, el nuevo marco territorial amplía las zonas donde se permiten usos comerciales, elimina subáreas que ordenaban la actividad y habilita una densidad constructiva mayor. Para los vecinos, esto podría transformar un eje residencial y arbolado en un corredor comercial continuo, con más tránsito, menos verde y mayor impacto ambiental.
El punto más sensible está en la entrada de la Ruta 26, sobre la colectora, frente al ACA: las parcelas —3567, 3557-A y 3561-A— donde se intentó instalar el centro comercial con sala de juegos. El PET reclasifica esos terrenos como “Corredor de Colectora CC”, una categoría que habilita servicios recreativos y centros de diversión de pequeña, mediana y gran escala, entre otros usos. Para los vecinos, este cambio genera el riesgo de que el viejo proyecto pueda volver a presentarse una vez que la Provincia convalide la nueva zonificación.
Esos predios, señalan las organizaciones, están a apenas 200 metros de dos colegios y a 50 metros de un centro de rehabilitación de adicciones, y hasta ahora habían sido catalogados como parte de un tejido residencial.
Un debate que escala a la Justicia provincial
Mientras el Concejo se prepara para la votación del viernes, la Suprema Corte bonaerense dio una señal que impacta de lleno en el corredor. En la causa iniciada por la asociación ambiental Recomponer, el tribunal decidió asumir competencia originaria para analizar la constitucionalidad de ordenanzas anteriores de rezonificación en la Ruta 26. Además, dictó una medida precautelar para que el Municipio se abstenga de autorizar obras o dictar actos de aplicación sobre las parcelas alcanzadas por esas normas hasta que se reúna la información pedida y la Corte se pronuncie.
El planteo judicial apunta a presuntos impactos ambientales negativos, falta de participación ciudadana, ausencia de estudios de impacto ambiental y transformaciones urbanas incompatibles con el uso residencial original del área.
