Luego de que el presidente Javier Milei nombrara por decreto a Manuel García - Mansilla y Ariel Lijo como jueces de la Corte Suprema, esta le tomó juramento como ministro al primero de los candidatos. Ninguno de los dos pliegos tiene aprobación en el Senado, por lo que la oposición en la Cámara alta conmenzó a dialogar para tratar y rechazar los dos nombramientos.
"Están en shock", comentaban en las inmediaciones de un bloque opositor en la Cámara de Diputados sobre el Senado, que tiene en sus manos la posibilidad de bajar los dos pliegos. Para que esto suceda, la oposición debe juntar las firmas para pedir una sesión y juntar dos tercios de los presentes. Más claro: de 72 senadores, se necesitan 37.
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Con solo 25 de sus 34 senadores, Unión por la Patria puede voltear el pliego. En horas de ayer, corrió la versión de que la ex presidenta Cristina Kirchner ordenó bajar a García- Mansilla, negociar por una jueza mujer, con el nombre de María de los Ángeles Sacnun como potencial candidata y dejar pasar a Lijo.
Sin embargo, ese plan no contaba con la jura del antiabortista, que en su exposición en el Senado, en agosto de 2024, había dicho que no iba a aceptar que lo nombren por decreto. García- Mansilla, en esa oportunidad, había reconocido que le había ofrecido el cargo el asesor presidencial Santiago Caputo y es señalado como "el" juez que quiere la Casa Rosada.
"Diálogo entre senadores de distintos bloques, hay. Pero no hay definiciones sobre cuál va a ser la estrategia por el momento" señalaron a El Destape fuentes del peronismo en la Cámara alta, que da por hecho que, cualquier maniobra, se mantendrá en total silencio.
Otra voz, cercana a un senador, acotó: "Por debajo hay charlas de todo tipo pero básicamente no confían en los radicales, que últimamente dicen una cosa y terminan en otra".
Desde el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) hay versiones que se debaten: unas dicen que no hay conversaciones con otros bloques, mientras que otras señalan que están "hablando todos con todos". "Hay mucha calentura", acotaron.
La semana pasada, los "boinas blancas" colaboraron con Milei en darle el tercio que necesitaba para bloquear cualquier investigación a él y a su entorno sobre el escándalo cripto, por el que se lo acusa de una presunta estafa con el token $Libra.
Si bien la UCR apenas emitió un comunicado, más enérgicas fueron las protestas de los dos senadores radicales más alejados de la Casa Rosada, Martín Lousteau y Pablo Blanco. El fueguino amenazó con pedir una sesión para rechazar los dos pliegos. También expresó su repudio a Lijo la senadora por Santa Fe Carolina Losada.
Ante este escenario, ¿hay unidad de criterio en los trece integrantes del bloque radical? Voces que transitan los pasillos de la Cámara alta dieron a entender que la bronca con el proceder del oficialismo está, pero los últimos actos de los senadores radicales (como el del jefe de la bancada, Eduardo Vischi, que firmó el proyecto para armar una comisión investigadora sobre el cripto escándalo y luego la votó en contra) dejan dudas sobre qué pueda suceder.
El principal aliado del oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) en el Congreso, el PRO, expresó su rechazo de plano a Lijo. "La mayoría del bloque va ir en contra de su pliego", había dicho el jefe de la bancada de senadores del partido amarillo, Alfredo De Ángeli, tras el encuentro partidario del miercoles
Esa reunión del PRO fue encabezada por el propio Mauricio Macri, que horas después opinó en su cuenta de Twitter que magistrados "que ocupen los cargos más altos del Poder Judicial no pueden ser objeto de tanto rechazo". Sobre charlas con otros bloques para voltear los pliegos, fuentes de la bancada amarilla en la Cámara alta señalaron que "no hay nada concreto".
Macri también dijo en su Twitter que "la experiencia empírica me indica que la designación de jueces a través de un mecanismo como el utilizado por el gobierno no es correcta". Esto, en alusión a que cuando fue presidente propuso por decreto a Carlos Rozenkrantz y Horacio Rossatti, dos de los tres cortesanos que le tomaron juramento hoy a García - Mansilla. Y es precisamente este el que podría pasar por el filtro macrista.
En diálogo con El Destape AM1070, el secretario General del PRO, Facundo Pérez Carletti, sostuvo que "hay una consideración distinta" en el partido sobre García - Mansilla respecto a Lijo. De todos modos, subrayó que están en desacuerdo con el nombramiento por decreto de los dos candidatos.
Restan los bloques provinciales, grandes aliados de la Casa Rosada. "Nombrar a los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por decreto es un atropello y una amenaza a la división de poderes, porque el Senado debe prestar su acuerdo", sostuvo la senadora Alejandra Vigo del interbloque Provincias Unidas .
Desde las inmediaciones de otro integrante del interbloque, Juan Carlos Romero, avisaron que el salteño cree que "no es la forma adecuada de designación" de los jueces y sobre todo por "la seguridad jurídica que necesitan las decisiones de la Corte". Como sea, hay quienes estiman que no hay un criterio unificado en todos los integrantes de esta bancada.
Se sabe que Francisco Paoltroni, senador por Formosa, rechaza de plano a Lijo, al punto que no alinearse a la orden de apoyar su pliego le valió la expulsión del bloque LLA. En otras bancadas y -en mucho senadores de los espacios mencionados- reina el mutis.