Este miércoles, el Tribunal de Segunda Instancia resolvió mantener la calificación legal y la prisión preventiva sobre Agustín López Gagliasso, el joven de 20 años que atropelló a 120 kilómetros por hora y mató a Tania Gandolfi (41) y su hija Agustina Magali García (16), en un hecho ocurrido el 21 de enero pasado en avenida Arturo Illia y Presidente Roca de Rosario.
López Gagliasso llevó por delante con su Peugeot 206 gris a una familia cordobesa que estaba esperando para cruzar la calle en la esquina de Wheelwright y Presidente Roca. Diego Álvarez, el papá, salvó su vida de milagro y evitó la muerte de su otra hija, de seis años, que sufrió varias heridas, pero logró sobrevivir tras pasar algunas semanas internada en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
La defensa de López Gagliasso, encabezada por el abogado Carlos Varela, apeló la imputación realizada por las fiscales Mariana Prunotto y Valeria Piazza Iglesias: pidió cambiar la acusación a homicidio culposo y que el conductor transite la espera hasta el juicio en libertad. Sin embargo, el juez Javier Beltramone confirmó lo dispuesto en primera instancia, manteniendo la calificación legal de doble homicidio simple por dolo eventual y lesiones leves por dolo eventual, además de la prisión preventiva por el plazo de ley.
Las fiscales Prunotto y Piazza Iglesias acusaron a López Gagliasso de haber mantenido un “altercado” con un motociclista en el túnel Arturo Illia, haber hecho maniobras de sobrepaso a otros vehículos y haber perdido el control del auto hasta colisionar con las víctimas. A su vez, sostuvieron que el conductor actuó con dolo eventual al circular a esa velocidad por la costanera central de la ciudad, sobre una avenida lidera al parque, donde suele haber gente que realiza actividades físicas o de esparcimiento.
Según el informe de la Unidad Regional II, el siniestro ocurrió alrededor de las 21 horas, cuando el coche-al doble de la velocidad permitida- perdió el control y subió a la vereda, donde López atropelló a la familia que vacacionaba por la ciudad santafesina. La Agencia Provincial de Seguridad Vial dio a conocer que el acusado circulaba con 0,2 gramos de alcohol en sangre; mientras que por otro lado, los informes de narcolemia en sangre y narcoluria en orina dieron negativo.
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El testimonio de Giovanna R., amiga que iba como acompañante en el momento del siniestro, fue clave para realizar la imputación a López Gagliasso: en su relato, contó cómo el chico se violentó porque una moto lo sobrepasó a la altura del túnel, lo que lo llevó a acelerar la velocidad y perder el control. Por esa maniobra, colisionó contra la familia que vacacionaba en la ciudad: Gandolfi y sus hijas Agustina y Victoria (6) sufrieron heridas graves y sólo la pequeña sobrevivió, recibió el alta y regresó con su papá Diego García a la provincia de Córdoba.
“Estaba cegado. Yo tenía miedo, pensé que me moría. Me agarré fuerte, no sentí el impacto. Salí sola del auto, me vi llena de sangre. Me dolía todo, al principio no podía caminar, tenía vidrios pegados en la cara. Pedí ayuda. Agustín siempre estuvo enfocado en seguir a la moto, estaba en la suya, no le importó nada, ni si yo me moría o si chocaba con otros autos. Un inconsciente”, expresó en su declaración la chica. “¿Vos viste lo que hiciste?”, contó que le dijo Diego, esposo de Tania y padre de ambas criaturas, tras el siniestro y el trágico accidente. Sin embargo, el chico, totalmente abstraído de lo que había causado, le respondió:: “Y…Mirá cómo me quedó el auto”. Allí fue cuando, como reacción, comenzó a golpearlo.
Según registros oficiales, el Peugeot 206 que manejaba fue multado un total de tres veces en 2024 por sobrepasar hasta un 25 por ciento la velocidad máxima permitida en Arturo Frondizi al 200, en la zona norte de la ciudad, establecida en 50 kilómetros por hora. La primera infracción por sobrepasar la máxima data del 21 de enero del año pasado, después de la medianoche. La segunda fue el 10 de marzo, a la 1.54 de la madrugada; y la tercera se produjo casi dos meses después, el 5 de mayo, a la 1.26.
La palabra del papá de la familia atropellada en Rosario: “Yo estoy sobreviviendo y mi hija asumiendo las pérdidas”
Tras conocer la resolución judicial, Diego Álvarez, esposo y padre de las fallecidas, expresó su conformidad y pidió Justicia para ambas. El hombre oriundo de Córdoba contó que se presentó en el Centro de Justicia Penal para seguir de cerca la repuesta que la Justicia iba a darle al requerimiento de la defensa del imputado.
“Estoy conforme con lo que resolvió el juez, el chico va a seguir detenido, es lo que pedimos en todo momento”, dijo sobre la decisión. No obstante, aseguró que deben "cambiar las leyes y darles herramientas a los fiscales" para que los condenados "no salgan libres en tres años". "Esto no fue un accidente, vos sabés que pasó un semáforo en rojo a 120 kilómetros por hora”, continuó sobre el accionar de López Galasso.
Tania y Agustina murieron en el acto. El papá tuvo un acto reflejo y salvó a la niña de 6, que estuvo internada con un hematoma en el hígado. El hombre salió ileso, pero el shock emocional por la tragedia persiste.
En diálogo con El Tres y Radio 2, también habló sobre la vida en Córdoba junto a su otra hija: “Estoy sobreviviendo, no me da el tiempo, pero la vida sigue y hay que cerrar esto, que cambien las cosas en Argentina”, afirmó.
“Mi hija está bien, con las abuelas. Es un proceso de asumir las pérdidas, está triste. Es tiempo y tratamiento psicológico que no lo he podido hacer por falta de tiempo. Ha vuelto a la escuela, le va bien, pero tiene que ir a la psicóloga”, concluyó.