El Chingolo o Zonotrichia capensis es un ave neotropical que tiene características en común con la especie alóctona del gorrión doméstico, diferenciándose por poseer un copete con rayas negras y una figura menos rotunda. Entre sus principales particularidades, se destacan su pico corto y recto, su corona y cara grises, con una banda negra, su garganta blanca y su collar en la nuca el cual tiende a ser de un marrón cálido tipo canela.
Otra de las cualidades más llamativas de este animal es su canto, el cual suele escucharse entre la primavera y el verano, ya que es la etapa en que más comúnmente forman pareja y construyen su nido.
Esta ave, mal llamada gorrión americano, alcanza entre 14 y 15 centímetros de largo y cuenta con un vientre y pecho de color pardo claro o blanquecinos, con reflejos más oscuros y los costados grisáceos. Su collar en la nuca color castaño es uno de sus principales atractivos visuales y los ejemplares más jóvenes de esta especie tienen un plumaje más uniforme, con jaspeado más oscuro en el pecho. Otro dato fundamental de su fisonomía son sus patas, las cuales están adaptadas a su hábitat arborícola, mostrando tres dedos hacia adelante y uno hacia atrás.
Hábitos y canto del Chingolo
El Zonotrichia capensis es un animal muy solitario, formando parejas solo en épocas de reproducción. En los casos más inusuales, esta ave forma bandadas monoespecíficas o con otros paseriformes. Este espécimen se alimenta a base de semillas y gusanos, recogiendo su alimento de forma esporádica, ya que el Chingolo gusta de pasar mucho tiempo en árboles y arbustos.
Tal como mencionamos previamente, estos animales se caracterizan por habitar una gran variedad de entornos y forman parejas entre la primavera y el comienzo del verano, momento en el que construyen su nido hecho a base de paja, cerdas, pelos y plumón. Además, expertos señalan que suele levantar su nido en el suelo, más precisamente en zonas de pastizales cerrados.
El ave, conocida coloquialmente como "Copetón", cuenta también con una cualidad muy particular en los ejemplares machos: su canto. El mismo está formado por un tema de tres tiempos y un trino posterior que permite identificar la población de origen del macho. La forma del canto de estas aves es clave en dicho grupo poblacional ya que le permite a la hembra identificar la procedencia de su pareja. Al mismo tiempo, el canto se transmite de generación en generación, adquiriendo los pichones este canto entre los 10 y 40 días de vida al escuchar cantar a los adultos de su grupo.
Un último dato fundamental a destacar es que el Copetón es presa del parásito de nido Molothrus bonariensis, también conocido como "Chamón", el cual expulsa algunos huevos de copetón para depositar los propios, que son empollados y criados por el Chingolo.
