Mehrnoosh Arrar, investigadora del CONICET en el Instituto de Cálculo Rebeca Cherep de Guber (IC, CONICET-UBA), se llevó la categoría beca del Premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” 2025 gracias a su innovador trabajo dirigido a entender el funcionamiento molecular del virus del dengue.
La enfermedad del dengue afecta a más de 390 millones de personas al año en el mundo y se transmite a través del mosquito Aedes aegypti. Con cuatro serotipos distintos, el virus puede provocar síntomas que van desde fiebre alta hasta formas graves como la fiebre hemorrágica. A pesar de su impacto, aún no existe un antiviral que frene eficazmente su replicación en el organismo.
¿En qué consiste su investigación sobre el dengue?
El equipo de Arrar se dedica a simular mediante computadoras el comportamiento de la helicasa NS3, una proteína esencial para que el virus pueda replicarse dentro de las células infectadas. “Programamos en la computadora leyes de la química y la física para comprender el comportamiento de la helicasa NS3, una proteína fundamental del virus del dengue”, explicó la científica.
Esta helicasa tiene múltiples funciones que resultan críticas para la replicación viral. Por eso, el objetivo es entender cómo se comunican al menos dos de sus sitios funcionales para luego intervenir en esa comunicación con moléculas que puedan actuar como drogas antivirales.
Uno de los grandes desafíos es que el virus cuenta con cuatro serotipos, lo que complica diseñar una terapia efectiva. Sin embargo, el equipo trabaja bajo la hipótesis de que los mecanismos que regula esta proteína se mantienen en los cuatro, convirtiéndola en un blanco terapéutico prometedor.
Actualmente, la investigación apunta a descifrar esa comunicación entre sitios funcionales de la helicasa NS3. En etapas posteriores buscarán identificar sitios donde fármacos puedan unirse para desactivar la proteína y detener la replicación. Finalmente, evaluarán una biblioteca de moléculas potenciales para tratamientos contra el dengue, todo a través de métodos computacionales.
La colaboración con laboratorios experimentales es clave para validar los modelos teóricos. Arrar destacó que trabajan "muy estrechamente con los laboratorios de Andrea Gamarnik y de Sergio Kaufman” para poner a prueba las hipótesis y comprobar la efectividad de posibles fármacos tanto in vitro como en contextos fisiológicos.
Su llegada a Argentina
Mehrnoosh Arrar nació en Estados Unidos y realizó sus estudios de grado y doctorado en ese país. En 2014 decidió instalarse en Argentina para hacer un posdoctorado en la UBA, atraída por la calidad académica y el ambiente científico del país. Además, la vida personal también la ancló aquí: “Tengo un marido y dos hijos argentinos. Además, me hice muchas amigas, tanto en el ámbito de la ciencia como en otros espacios.”
La investigadora valoró especialmente el reconocimiento que implica el Premio L’Oréal-UNESCO, que visibiliza el rol de las mujeres en la ciencia desde hace casi dos décadas. “Para mí esta distinción es algo enorme, porque me parecía que no era sencillo compatibilizar la maternidad con la vida científica reconocida”, aseguró.
El trabajo de Arrar y su equipo no solo aporta luz sobre un virus que afecta a millones, sino que también destaca cómo la combinación de ciencia computacional y experimental puede abrir nuevas vías para el desarrollo de antivirales y vacunas contra el dengue.
