Trasladan la extraña pieza del cohete espacial que cayó en un campo de Chaco

La Fuerza Aérea fue la encargada de realizar el operativo bajo estrictos protocolos de seguridad. Las autoridades buscan determinar el origen y las características de la extraña pieza que cayó del cielo la semana pasada.

28 de septiembre, 2025 | 16.55

El último jueves la zona rural de Puerto Tirol en Chaco fue sorprendida con la aparición de un objeto cilíndrico de grandes dimensiones que cayó el cielo. Tras confirmarse que se trataba de chatarra espacial, fue retirado este fin de semana del predio del ex Campo Rossi para ser trasladado a Buenos Aires, donde será analizado.

El objeto fue encontrado por el dueño de las hectáreas privadas, Ramón Ricardo González, quien lo informó a las autoridades. Lo que parecía una "rueda con pelos", se presumía que podría tratarse de chatarra espacial de la empresa Space X.

Sin embargo, las autoridades confirmaron que se trata de "una vaina de un tanque combustible de un cohete espacial que combuste hidracina altamente tóxica". La Fuerza Aérea fue la encargada de remover el objeto en medio de una jornada lluviosa en el norte.

Para el traslado de la extraña pieza del cohete espacial se montó un operativo para removerlo con extrema precaución, la misma corresponde a un tanque de combustible que transportaba hidracina, una sustancia altamente tóxica. Para minimizar cualquier riesgo, se instaló un perímetro de seguridad y se aplicaron los protocolos específicos.

¿Cómo es el objeto que encontraron?

En Buenos Aires equipos técnicos se ocuparán de realizar un análisis más profundo para determinar con precisión su procedencia y características.

El artefacto, fabricado en fibra de carbono, mide 1,70 metros de largo y 1,20 de diámetro. Presenta un orificio de 40 centímetros en uno de sus extremos y un sistema de válvulas en el otro. También exhibe una inscripción con un número de serie grabado en su superficie.

¿Cómo fue la remoción del objeto?

El trabajo duró una hora y media, durante este tiempo los especialistas comprobaron que la maniobra no implicaba peligro.El artefacto fue envuelto en un nylon negro, encintado y trasladao a la base de la Fuerza Aérea. Por otro lado, los oficiales que estuvieron en contacto directo con el objeto al momento del hallazgo, fueron sometidos a controles médicos de rutina. Afortunadamente, ningunó presentó síntomas compatibles con la exposición a sustancias peligrosas.

En diálogo con medios locales, el director del Centro Aeroespacial de la Fuerza Aérea, Rubén Lianza, descartó riesgos de toxicidad y radiación, aunque advirtió que el recubrimiento de fibra de carbono puede resultar dañino.

"Lo que hicimos en primer lugar fue identificar el objeto. Es claramente un tanque de producto de la industria aeroespacial, que generalmente se usa para portar algún tipo de combustible para primeras o últimas etapas de maniobra en órbita. Son tanques construidos con aluminio duro y revestidos con varios hilos de material compuesto de fibras de carbono", explicó Lianza al Noticiero9.

Y precisó que, en este caso, "las fibras de carbono son paradójicamente lo más peligroso porque sueltan una nube de polvo compuesta por diminutas partículas que flotan en el aire. Si se clavan en la piel, es como una espina de cactus: uno se rasca porque pica y termina incrustándolas aún más".

"Tomamos mediciones con sensores de lectura directa, incluido un contador Geiger. No hay riesgo radiológico. También realizamos pruebas con un sensor de hidracina, un gas muy usado para el posicionamiento de las aeronaves. Es el famoso ruidito que se escucha en las películas de ciencia ficción, que sale de las toberas para mover el vehículo en los tres ejes. No hay riesgo radiológico ni de toxicidad por hidracina", concluyó.