Se cumple un mes desde que se perdió el rastro en Chubut de Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69), los jubilados desaparecidos que fueron vistos por última vez el 12 de octubre. Desde entonces, las tareas de búsqueda se extendieron por cañadones, zonas costeras y caminos rurales sin que aparezcan indicios firmes sobre su paradero.
El matrimonio había salido rumbo a Camarones, pero su recorrido se interrumpió sin explicación. Las cámaras de seguridad registraron su paso por la rotonda de las rutas 3 y 39 y luego camino al aeropuerto. El último registro visual fue a las 9:50, saliendo de Caleta Córdova. A partir de ahí, nada más.
La única pista concreta fue el hallazgo de la Toyota Hilux en la que se desplazaban. El vehículo apareció encajado en el barro, en una zona desolada cercana a la playa Visser. Estaba cerrado con llave, sin signos de violencia en las cerraduras, pero con marcas en el terreno que mostraban intentos fallidos por liberarlo. “Estaba en el medio de la nada”, describió Lucas Cocha, jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia. No había huellas alrededor, ni rastros que ayudaran a reconstruir qué pasó después.
Una zona con terreno inestable y difícil acceso
Las tareas de búsqueda se centraron en distintos sectores, entre ellos Rocas Coloradas, un área con suelos blandos y conductos naturales que representan un gran desafío para los rescatistas. El geólogo del Conicet Nicolás Foix explicó que esos túneles pueden colapsar con facilidad debido a la fragilidad del terreno, lo que complica el trabajo de los equipos que revisan la zona metro a metro.
Durante las últimas semanas se desplegaron drones, perros rastreadores, equipos de detección subterránea y personal especializado, con apoyo de canes RH provenientes de Bahía Blanca y un grupo de rescate de Santa Fe con tecnología capaz de captar signos vitales bajo tierra o escombros.
La hipótesis del robo
En paralelo, crece la sospecha de que se trató de un robo que terminó en homicidio. Un llamado anónimo reforzó esta versión: un hombre aseguró haber sufrido un intento de asalto en la misma zona donde fue encontrada la camioneta. Esa declaración abrió la posibilidad de que la pareja haya sido interceptada o emboscada antes de desaparecer.
Mientras tanto, las familias de los jubilados desaparecidos mantienen la esperanza y evalúan contratar peritos independientes. La investigación, dirigida por la fiscal Fabiola López, continúa abierta y sin descartar ninguna hipótesis. Un mes después, el misterio de los jubilados desaparecidos sigue sin resolverse.
