Una histórica ave extinta hace más de 300 años volvería a los bosques por una iniciativa genética

Se trata de un ave extinta llamada "dodo" que habitó en los boques de Mauricio en el siglo XVII. La caza y la introducción de otras especies en su hábitat provocó que la especie desapareciera. 

24 de septiembre, 2025 | 20.20

La ciencia avanza hacia un hecho sin precedentes: la posible reaparición del "dodo", un ave extinta hace más de 300 años. La empresa estadounidense Colossal Biosciences anunció un importante descubrimiento genético que abre el camino a su regreso a los bosques. 

Según informó The Guardian vía Infobae, el equipo científico logró cultivar células germinales primordiales de paloma y desarrollar gallinas editadas genéticamente que funcionarán como portadoras del dodo. El objetivo es reintroducir miles de ejemplares en los bosques de Mauricio en un plazo estimado de cinco a siete años.

Cómo es el DODO, el ave extinta que volvería a los bosques

El plan combina tecnología de edición genética CRISPR y biología de conservación. Se inyectarán células germinales de la paloma de Nicobar, pariente más cercano del dodo, en gallinas modificadas. Luego, se editará el genoma para reproducir rasgos físicos característicos -como cuerpo y cabeza- que permitan recrear el fenotipo original.

“Buscamos miles de dodos con suficiente diversidad genética para que puedan prosperar en la naturaleza”, explicó Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal. La compañía trabaja junto a organizaciones conservacionistas para asegurar áreas protegidas en Mauricio que garanticen la supervivencia de esta especie.

Debate ecológico y ético en la ciencia 

El proyecto despierta admiración, pero también críticas. Beth Shapiro, directora científica de Colossal, advirtió que el proceso será lento y que “aún no se comprenden todas las consecuencias ecológicas de reinsertar un ave frugívora de gran tamaño en su hábitat original”.

Otros científicos, como Leonardo Campagna del Cornell Lab of Ornithology, señalan que reconstruir un organismo con la apariencia y el comportamiento del dodo -en especial su rostro, alas y tamaño-  es un reto complejo. “Es difícil saber qué se necesita para crear un dodo genéticamente, desde su arquitectura genómica hasta la interacción de sus genes con el entorno”, afirmó.

Además, críticos como el biólogo de la Universidad de Oxford, Rich Grenyer, alertan que la desextinción podría distraer de los problemas reales: destrucción de hábitats, cambio climático y pérdida de biodiversidad.

El dodo fue visto por última vez en 1662, cuando un marinero de origen holandés lo describió como “una especie de ganso muy grande”. Su desaparición se debió a la caza por parte de los seres humanos y a la introducción de especies invasoras como ratas, cerdos y macacos, que depredaban sus nidos.

Este descubrimiento genético reabre el debate sobre cómo la ciencia puede intervenir en la naturaleza. Para Colossal Biosciences, traer de vuelta al dodo no solo busca revivir una ave extinta, sino también demostrar el poder de la innovación para la conservación del planeta.