El verdadero impacto de la ciclogénesis en Argentina

No se trata de un fenómeno aislado, sino de un proceso meteorológico que explica la formación de ciclones y temporales. ¿Qué significa, cómo se produce y qué tipos existen?

19 de agosto, 2025 | 17.54

Desde que arrancó la jornada, las lluvias no cesan en distintas zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Este fenómeno que tendrá réplica mañana miércoles se conoce como ciclogénesis.

Si bien suele despertar confusión cuando se la menciona en los pronósticos del tiempo. Este término, que cada vez aparece con más frecuencia en los informes meteorológicos, no describe un fenómeno en sí mismo, sino un proceso. Esa diferencia, que parece menor, es clave para entender lo que ocurre en la atmósfera.

¿De qué se trata la ciclogénesis?

Un fenómeno es algo que las personas pueden ver o experimentar de manera directa, como una tormenta con granizo, una nevada o un viento zonda. En cambio, un proceso es la serie de pasos que permiten que esos fenómenos sucedan. La ciclogénesis es, en ese sentido, un proceso meteorológico que consiste en la formación o intensificación de un sistema de baja presión, según explicó la meteoróloga Cindy Fernández.

El resultado de ese proceso puede ser la aparición de vientos fuertes, lluvias intensas o tormentas. El ciclón, entonces, es el producto final de esa ciclogénesis. En meteorología, un ciclón es un sistema de baja presión en el que la presión del aire es menor que en su entorno inmediato.

Cuando se habla de ciclones, muchas personas piensan de inmediato en huracanes. Sin embargo, no todos los ciclones son iguales, aclaró la experta en el sitio Meteored

¿Qué tipo de ciclones hay?

Los ciclones tropicales se forman sobre mares cálidos de las regiones tropicales. Obtienen energía del calor y la humedad del océano y pierden fuerza al ingresar a tierra firme. Dentro de esta categoría se encuentran los huracanes del Atlántico y los tifones del Pacífico. Se distinguen por tener un ojo definido y por su tamaño compacto, de entre 100 y 300 kilómetros, con vientos que pueden superar los 200 km/h.

Los ciclones extratropicales son los más comunes en latitudes medias, como Argentina. Surgen cuando interactúan masas de aire de distintas temperaturas, por ejemplo el aire frío polar con aire más cálido y húmedo. Pueden formarse sobre tierra, no tienen ojo definido, son asimétricos y alcanzan dimensiones superiores a los 1000 kilómetros. Sus vientos son menos intensos que los de un huracán, aunque en casos extremos pueden rondar los 100 km/h.

Los ciclones subtropicales representan un híbrido entre los dos anteriores. Son menos frecuentes y se desarrollan en regiones específicas. En Brasil hubo registros de este tipo de sistemas, aunque no en Argentina. Al igual que los huracanes, suelen recibir un nombre propio.

El cuarto grupo corresponde a los mesociclones. Estos se forman cuando hay cizalladura vertical del viento, es decir, cambios en la velocidad o dirección según la altura. Esa condición puede hacer que una porción de la tormenta comience a rotar. Si la rotación se extiende a gran parte de la nube, se configura un mesociclón. Suelen medir entre 2 y 10 kilómetros y, en ocasiones, dar origen a tornados.

¿Qué tipo de ciclogénesis hay en Argentina?

En el caso argentino, el tipo de ciclogénesis que aparece con cierta frecuencia es la extratropical, especialmente sobre el Atlántico. Este proceso, que se activa por la interacción de masas de aire de distinta procedencia, explica muchos de los temporales de viento y lluvia que afectan a la región.