Con el boom de influencers de vida fitness en redes sociales, muchas personas empezaron a adoptar un estilo de vida con más ejercicios y comida sana: más frutas, verduras y proteínas. Sin embargo, en el afán de querer hacer recomendaciones, muchas personas activas en redes sociales vuelven populares ciertos alimentos que, según los profesionales de la nutrición, hay que prestarles atención porque "no son tan sanos como parecen".
Aunque hoy es protagonista de desayunos rápidos, meriendas y snacks “saludables”, la granola, esa mezcla de avena, nueces y semillas que todos asociamos con lo natural, tiene matices que es importante conocer. Lo que muchos no advierten: algunas versiones comerciales pueden contener azúcares, edulcorantes y aceites poco recomendables, lo que altera su perfil nutricional.
Generalmente, aquellas opciones industrializadas que se venden en supermercados son las que más "alterados" tienen sus componentes: como están ultra procesadas, generalmente tienen más azúcar, edulcorante u otros elementos que pueden correr de eje esa intención "saludable". Por eso, la versión casera aparece como la opción más recomendable: preparar tu propia granola permite controlar la avena, las semillas, los endulzantes y los aceites.
Si se elige una versión comercial, conviene usarla en porciones moderadas, complementarla con frutas frescas o yogur natural, y evitar que se convierta en una “barra energética” llena de azúcar que más bien resulta contraria al objetivo saludable.
Qué ingredientes debería tener una granola para ser saludable
Según nutricionistas, el problema no está en que la granola sea “mala” per se, sino en que no todas las versiones lo sean igual. En muchas de las que se compran listas para consumir aparecen cantidades de azúcar refinada, algunas llegan a 20 o 30 gramos por taza, además de aceites de coco o vegetales que aportan grasa extra.
Por eso, antes de elegir una, conviene revisar etiquetas: buscar que tenga pocos ingredientes, sin endulzantes ocultos, con semillas y frutos secos de calidad, y preferiblemente sin aceites muy procesados.
