Cada vez más personas buscan alternativas para mitigar la falta de sueño o el estrés diario, y el yoga aparece como una de las más efectivas. Según una profesora especializada, hay tres posturas que, al usarse de forma consciente, activan el sistema nervioso parasimpático y ofrecen una sensación de relajación tan profunda como la de varias horas de sueño.
Estas posturas, tomadas del Yin Yoga, son ideales para hacer en casa y son súper accesibles: no requieren equipamiento más allá de una colchoneta. Se practican de forma lenta, manteniendo cada asana por unos minutos mientras se respira profundamente. Al relajar músculos y mente, ayudan a reducir el ritmo cardíaco, liberar tensiones acumuladas y favorecer un estado de calma.
Podés hacer estas tres posturas justo antes de dormir, como parte de un ritual nocturno de relajación. También se puede usar cualquiera de ellas en momentos críticos del día, cuando sentís que el cansancio mental te sobrepasa o que no tenés tiempo para una siesta. Sin embargo, lo ideal es hacerlo con constancia: mantener estas posturas regularmente potencia sus efectos sobre el sistema nervioso y puede mejorar la calidad del descanso con el tiempo.
Las 3 posturas para “recargar” energía
Balasana (postura del niño)
- Cómo hacerla: apoyá las rodillas y los empeines en el suelo, llevá los glúteos hacia los talones y dejá caer la frente al piso. Los brazos pueden ir hacia adelante o relajados al costado del cuerpo.
- Beneficios: al estirar la columna y apoyar la frente, se promueve una sensación de seguridad y quietud mental. Ayuda a liberar tensión en la espalda, el cuello y la cabeza.
- Duración sugerida: entre 2 y 5 minutos, respirando de forma profunda y pausada
Ananda Balasana (postura del bebé feliz)
- Cómo hacerla: acostate boca arriba sobre la esterilla, doblá las rodillas hacia el pecho, levantá las plantas de los pies hacia el cielo y sujetalas por fuera con las manos. Una vez en la posición, balanceá suavemente tu cuerpo de un lado a otro para relajar la zona lumbar.
- Beneficios: libera tensión en la parte baja de la espalda y genera una sensación de liviandad. Es muy útil para calmar el sistema nervioso.
- Duración sugerida: entre 2 y 3 minutos.
Sarvangasana (postura de la vela)
- Cómo hacerla: acostate boca arriba, levantá las piernas hacia el techo y usá los antebrazos para impulsarte suavemente. Elevá las caderas y apoyá las manos en la parte baja de la espalda para sostener la postura.
- Beneficios: esta inversión favorece la circulación sanguínea, estimula el sistema parasimpático y produce un efecto tranquilizante muy potente.
- Duración sugerida: entre 1 y 2 minutos, siempre acompañando con respiraciones profundas y controladas.
