Mientras avanza la búsqueda de sospechosos por el brutal triple narco femicidio de Morena, Lara y Brenda, los investigadores suman declaraciones en el expediente para conocer los movimientos previos y posteriores de varios de los detenidos. Se están enfocando en el día de la desaparición y de los crímenes, pero también en los días posteriores.
Así, tras las declaraciones de Víctor Sotacuro y su sobrina Florencia Ibañez la semana pasada, los investigadores citaron a la esposa del hombre que está señalado por haber trasladado a los posibles sicarios. Con el testimonio de la mujer, los investigadores sumaron datos alrededor de tres hombres que ahora están siendo buscados por la Justicia. Sotacuro había asegurado que sólo había hecho un viaje en remís para David Manzur, apodado “el loco” y ahora su esposa, Mónica Mujica, dio más detalles de cómo fueron estos días.
“Lo único que sé, es que se fue a hacer un remís. Llegábamos del colegio a casa y me dijo ‘Gorda coman que ahora vuelvo’ y salió”, contó la mujer y señaló que eran aproximadamente las 20,30 del viernes 19 de septiembre, poco antes del horario en que las cámaras tomaron a las chicas subiendo a una camioneta Chevrolet Tracker cerca de la rotonda de La Tablada. En su relato, la mujer contó que Víctor Sotacuro usó “su auto Renault 19”, un dato que contrasta con las imágenes donde se lo ve al hombre junto a su sobrina y otro acompañante en el VW Fox que quedó capturado por las cámaras de seguridad. También dejó el rastro en el pase de los peajes, sobre todo el de Dock Sud.
En cuanto al pasajero, la esposa de Sotacuro fue clara y señaló que “se llama David y lo conozco como “el loco” o en el barrio también lo llaman “el tarta” porque tartamudea cuando habla” y señaló, “es gordito, de pelo pelo cortito y morochito Se que tiene aproximadamente 30 años y es de nacionalidad peruano”. En el testimonio, la mujer también especificó de dónde conocía su esposo al hombre que lo contrató, señalando que viven cerca, en el mismo barrio. "Vive en la villa, creo que en la manzana 29. Conozco su casa, entras por un pasillo chiquito que entra a un callejón donde hay otro tope y luego está su casa, creo que la puerta es negra. Al lado vive una amiga y por eso lo vi entrar al señor muchas veces ahí", contó la mujer, por lo que el testimonio se convirtió en clave para los investigadores.
Después de describir quién era el pasajero de su marido, la mujer contó cómo fueron los movimientos la noche del triple crimen. “A las 00 le mandé mensaje preguntando cuándo iba a venir y me dijo que estaba esperando al Loco y me mandó una foto del camino" contó la mujer y explicó que "mandó la foto porque yo siempre desconfío que se va de putas". De ese instante, la mujer contó que la próxima comunicación fue mucho más tarde y detalló que "a las 4 me mandó que estaba volviendo porque Ramiro lo estaba esperando para darle una ropa limpia para que le lleve al Loco, porque la que tenía estaba sucia". Según el detalle, ese hombre es “un amigo del loco que vive con él”. Este detalle del cambio de ropa coincide con el testimonio de Víctor Sotacuro que contó que quienes subieron al auto estaban sucios y embarrados pero, además, la mujer contó que el remisero le dijo que “el Loco le hizo llevar a dos chicos por el centro, por el Obelisco", dejando así plasmado los tres hombres que ahora busca la Justicia y que señalan cómo los sicarios de la banda, aunque no descartan que uno de ellos pueda ser Matías Ozorio, quien se negó a declarar ante el Fiscal Arribas pero que los investigadores señalan como “el garante de los crímenes”.
Mónica Mujica contó que, cuando su marido vio en televisión que habían matado a tres chicas en esa casa de Florencio Varela, "me dice 'yo lo llevé al David acá, anduve por acá. Este hijo de puta me mandó esto. Este hijo de puta es el que hizo la cagada. Yo estuve ahí con mi coche, me voy". Cuando la mujer se refiere a que “el Loco” le “mandó esto” es porque pocas horas antes lo habían interceptado para amenazarlo de muerte y le robaron el celular. “Le dijeron que se vaya porque si no lo iban a matar. Le sacaron su celular, que él tenía en el bolsillo", relató la mujer del ataque en el barrio donde la familia vive y se mueve desde hace años. Luego de esto contó que su marido agarró su celular, alguna pertenencia y se fue de la casa. Dos días después, dijo, la llamó por teléfono y “me juró por Dios que él solamente llevó a David y a los dos chicos que estaban discutiendo. Que él no hizo nada, que se iba a entregar. Cuando me dijo eso ya estaba preso". Esa secuencia ocurrió el viernes, pocas horas antes de que se cumpliera una semana del triple crimen y cuando ya el remisero de los sicarios había fugado por un paso ilegal hacia Villazón, Bolivia, donde fue detenido en un hostal.
Con esta declaración, los investigadores profundizaron la línea sobre los sicarios y las conexiones con la banda de la villa 1 11 14 del Bajo Flores, donde surgen varios testimonios que ubican a Tony Janzen “Pequeño J” Valverde Victoriano como líder de una banda dedicada al narcomenudeo y señalada por su violencia a la hora de ocupar espacios. Esos testimonios se profundizan y los testigos señalan a otras bandas y líderes de distintas zonas que ahora son investigados, mientras sigue la búsqueda de tres sospechosos señalados como los sicarios de la banda. Mientras tanto, los investigadores trabajan en las declaraciones del círculo íntimo de las víctimas en busca de más detalles que les permita avanzar con la investigación para lograr Justicia por Morena, Brenda y Lara.