La crisis económica que generó Javier Milei con medidas como la apertura de importaciones está haciendo mella en la industria nacional. Un ejemplo de esto es el caso de una multinacional que cerró una fábrica de electrodomésticos que tenía 160 trabajadores.
La empresa mexicana Mabe es una de las principales fabricantes de electrodomésticos de línea blanca de la región, sin embargo está en un proceso de "reorganización" de su estructura en Argentina por el ingreso de productos del extranjero. Por este motivo cerró la planta de Río Segundo, Córdoba.
El complejo dejará de fabricar para pasar a funcionar como centro de control de calidad, reproceso y almacenamiento. Mabe concentrará la manufactura de lavarropas, secarropas y cocinas en su complejo de Luque, ubicado a unos 60 kilómetros de la fábrica que cerró.
Allí se producen los modelos de sus marcas Drean, Aurora y Patrick. La empresa aseguró que la planta de San Luis, la cual se dedica a la fabricación de heladeras, continuará su operación de manera normal.
La caída de consumo y las importaciones golpean fuerte en el sector
Desde la propia firma reconocen que este cierre es por la crisis económica que afecta a todo el sector de los electrodomésticos: "La medida busca preservar las cadenas de valor locales, proteger la continuidad de la producción y reforzar la competitividad frente a un mercado abierto a las importaciones, en un entorno con diferencias impositivas que favorecen a los productos importados, sumado a una caída del consumo".
Esto influye directamente en 160 operarios de la fábrica de Río Segundo. La empresa ofreció retiros voluntarios pero también efectuó "desvinculaciones" durante las últimas semanas de octubre. Uno de los trabajadores, que pidió reservar su identidad, aseguró al medio Cadena 3 que hubo cerca de 50 despidos y que quienes aceptaron los retiros les pagarán la indemnización en tres cuotas.
Al resto les ofrecieron continuar en la planta de Luque con un traslado de la propia compañía. Sin embargo, el trabajador consultado remarcó que esto implica "perder dos horas cada día". También criticó que a "toda la gente la mandan a la línea de producción, incluso a técnicos de mantenimiento".
En abril del 2024 Mabe ya había reducido cerca de 200 puestos en la planta de Luque sobre un total de 900 empleados por la caída de las ventas de electrodomésticos de gama alta. En aquel momento, implementó suspensiones y ofreció retiros voluntarios.
