El oscuro significado de soñar con caídas: ¿qué secretos esconde tu mente?

Los sueños de caídas, a menudo perturbadores, reflejan procesos neurológicos y emocionales. ¿Qué significan realmente en nuestra vida diaria? 

16 de mayo, 2025 | 15.48

El fenómeno de soñar con caídas despierta el interés de científicos, psicólogos y expertos en cultura. Este tipo de sueño, que muchas veces causa incomodidad, no solo refleja nuestro inconsciente, sino que también está ligado a procesos neurológicos durante las distintas etapas del sueño, especialmente en la fase REM, donde el cerebro estuvo muy activo.

Rainer Schoenhammer, psicólogo de la Universidad Burg Giebichenstein Halle en Alemania, comentó que "no todos los sueños pueden interpretarse únicamente como manifestaciones de deseos reprimidos". Según él, la sensación de caída se relaciona con la intensa actividad cerebral que ocurre en el sueño REM, un momento en el que el cuerpo experimenta una parálisis muscular casi total.

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares en EE. UU. detalla que durante el sueño, pasamos por ciclos REM y no REM. En las primeras fases no REM, nuestras ondas cerebrales y ritmos corporales disminuyen, pero a los 90 minutos, entramos en la fase REM, donde la actividad cerebral aumenta y la respiración se vuelve irregular, mientras los músculos permanecen inmóviles, a excepción de los ojos.

Aunque generalmente asociamos los sueños con la fase REM, también pueden surgir en etapas no REM, lo que demuestra la complejidad del fenómeno onírico. Una parte clave en este asunto es el puente de Varolio, ubicado en el tronco encefálico.

Esta área no solo regula el sueño y la vigilia, sino que también recibe señales del sistema vestibular, que es el encargado del equilibrio y la orientación espacial. Al final del sueño REM, se activan las neuronas de esta región y puede provocar sensaciones de flotar, volar o, en este caso, caer.

De ahí que, cuando se combinan estas percepciones con la mencionada parálisis muscular, muchos experimentan la sensación de caer, despertándose a menudo antes de tocar el suelo, un sobresalto que resulta familiar para muchos.

Que significa soñar con caerse, según la psicología

Desde el ámbito psicológico, soñar con caídas puede reflejar estados emocionales. Athena Laz, psicóloga y autora, aseguró en una entrevista que estos sueños pueden simbolizar "sentimientos de ansiedad, inseguridad o pérdida de control".

El puente de Varolio regula el equilibrio y provoca estas sensaciones.

Por ejemplo, caer de un acantilado puede ilustrar una sensación de vulnerabilidad; en cambio, una caída controlada, como saltar en paracaídas, liberación. Incluso, soñar con caer al agua sugiere un encuentro con emociones profundas, mientras que caer por unas escaleras puede indicar desconexión de la vida cotidiana o falta de decisión en asuntos personales.

Además, existe un fenómeno conocido como sacudidas hípnicas que también se vincula a los sueños de caída. Estas contracciones musculares involuntarias ocurren al inicio del sueño y afectan entre el 60% y el 70% de las personas.

Aunque la causa no está del todo clara, suelen ir acompañadas de la sensación de caer, provocando sobresaltos al despertar. Según Healthline, estos episodios no son peligrosos, pero pueden ayudar a recordar los sueños al despertarnos justo después del sobresalto.

Psicológicamente, pueden reflejar ansiedad, inseguridad o falta de control.

La bioquímica del cerebro también juega un rol importante en estas experiencias. El profesor Schoenhammer explicó que los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con nuestro bienestar, disminuyen durante la noche, coincidiendo con las fases más largas de sueño REM.

Esa baja en los niveles de serotonina pudo influir en la intensidad o el tono negativo de los sueños, lo que ayuda a explicar por qué los sueños de caída son tan comunes y a menudo desagradables. En definitiva, soñar con caídas es una manifestación natural de la actividad cerebral y emocional durante el sueño, donde cuerpo y mente se desconectan del entorno pero conectan profundamente entre sí.