A un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años que fue visto por última vez el 13 de junio de 2024 en el paraje El Algarrobal, Corrientes, la causa judicial avanza, aunque lo esencial aún no se ha resuelto: el niño sigue sin aparecer.
Sin embargo, las investigaciones han permitido develar un complejo entramado que revela planificación, complicidad y ocultamiento. En el centro de esa red aparece una figura clave: Laudelina Peña, tía del niño y señalada por varios testimonios como “la jefa” del plan de sustracción.
¿Quién es Laudelina Peña?
Laudelina es tía de Loan y estuvo presente en el almuerzo familiar que se realizó aquel mediodía del 13 de junio en la casa de la abuela Catalina. Es esposa de Antonio Benítez, uno de los seis detenidos en la causa, y madre de Macarena, también implicada aunque no imputada formalmente. Desde el primer día, la atención recayó sobre ella: fue quien halló una de las zapatillas del niño, que luego se sospechó fue plantada, y la primera en instalar la teoría del accidente, una hipótesis que terminó siendo descartada por la Justicia.
Para el primer abogado de la familia, Laudelina no solo participó: lideró. “Planificó y guió”, aseguró, calificándola junto a su hija como las "artífices de esta tragedia". Los testimonios y el análisis judicial sostienen que su papel fue mucho más que pasivo: fue quien coordinó los movimientos, encubrió la secuencia y hasta desvió la investigación cuando lo consideró necesario.
El rol de Laudelina en la desaparición de Loan
La cronología reconstruida por la Justicia revela un accionar planificado. Laudelina llegó temprano al almuerzo familiar, donde también estuvieron Benítez, Camila Núñez, Daniel Ramírez, Mónica Millapi, Macarena y, más tarde, Carlos Pérez y María Victoria Caillava. Según la jueza Cristina Pozzer Penzo, en ese encuentro hubo una planificación previa del secuestro, donde cada actor cumplió un rol. Laudelina fue clave: volvió de camino al naranjal, donde iban con los niños, y se quedó en la casa con otros adultos, en un movimiento que la Justicia interpreta como una maniobra para aislar a Loan.
Ese mismo día, tras la desaparición, Laudelina recibió dos llamados de Benítez. Uno no fue respondido, pero el segundo duró más de 9 minutos y ocurrió justo antes de que Pérez y Caillava abandonaran la casa con la excusa de ver un partido. Horas más tarde, cuando ya estaba instalada la sospecha, Laudelina sorprendió: se presentó a declarar de madrugada y sostuvo que el niño había sido atropellado por Pérez y Caillava. Aseguró que la habían amenazado de muerte para que no hablara.
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Esa declaración fue desmentida por el padre de Loan, José Peña, y por su prima Camila. Para los abogados de la familia, encabezados por Fernando Burlando, se trató de una “maniobra” con múltiples inconsistencias. Además, su abogado, José Fernández Codazzi, fue señalado por posibles vínculos con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, lo que sumó una nueva capa de sospecha política a la causa.
Hoy, a un año de la desaparición de Loan, la Cámara Federal de Corrientes confirmó los procesamientos por “sustracción y ocultamiento de menor” de Laudelina, Benítez, Pérez, Caillava, Ramírez, Millapi y el excomisario Maciel. La Justicia sostiene que hubo una planificación previa, una coordinación minuciosa y una ejecución deliberada.