Kathleen Martínez se propuso un objetivo en la vida: encontrar la tumba de Cleopatra. El sarcófago es uno de los grandes misterios de la historia, ya que la última gobernante de la dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto se encargó de que nunca nadie la hallara. Todo se remonta al año 30 a. C., cuando las tropas del Imperio Romano invadieron Egipto y su emperador, Octavio, pretendía encontrar a aquella y exhibirla por las calles romanas como trofeo de guerra. Al enterarse de esto, Cleopatra se suicidó, no sin antes encargarse de que su momia quede escondida eternamente.
Martínez es una criminóloga que se obsesionó con encontrar el sarcófago de Cleopatra. Muchos fueron los arquéologos que lo intentaron, pero como buena criminóloga, la profesional de origen dominicano decidió dar vuelta la página de los libros de historia y pensar una nueva hipótesis: Cleopatra no estaría enterrada en Alejandría, sino, en Taposiris Magna, el templo de Osiris.
Taposiris Magna: el templo en el que estaría la tumba de Cleopatra
Desde hace 15 años, Kathleen Martínez y su equipo de arquéologos se encuentra excavando en Taposiris Magna. Los tiempos de excavación son tiranos para la criminóloga, a quien el gobierno egipcio solo le permite realizar este tipo de tareas dos meses al año. ¿Por qué estaría allí la tumba de Cleopatra? La hipótesis de la experta es que la faraona, quien decía ser representante de Isis, habría decidido descansar en la eternidad junto a Marco Antonio en el templo de Osiris, esposo de la mencionada deidad femenina.
Cada vez más cerca de Cleopatra
Uno de los últimos grandes hallazgos de Martínez y su equipo fue un túnel subterráneo con salida al mar. Fue luego de encontrarlo que decidieron migrar la investigación a las profundidades de la zona, bautizada como Salam 5. Pero no todo fue alegría para el equipo, ya que en lugar de darles dos meses de trabajo, el gobierno egipcio les otorgó tan solo 15 días y les prohibieron excavar.
Los primeros días, las expediciones marinas no dieron fruto dado a la gran densidad de sedimentos. Como si se tratara de un mensaje de Cleopatra e Isis, una tormenta como la que no hubo en años, azotó durante cuatro días a Egipto. A un día de que se terminara el plazo de actividad, Kathleen se topó con que las aguas estaban completamenta limpias y allí pudo dar con restos de un ánfora de época ptolemaica y un puerto sumergido con tres inmensas construcciones, en las que aquella hipotetiza que estarían enterradas las tres hermanas de la mismísima Cleopatra.
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Sobre el gran descubrimiento, Martínez sostuvo que, "estos resultados inauguran un capítulo completamente nuevo en el estudio histórico de la región de Taposiris Magna. Nuestro equipo perseverará en sus trabajos con el objetivo de desentrañar los misterios que aún permanecen ocultos en esta riquísima área arqueológica", concluyó la criminóloga.