El polo gastronómico en medio de un bosque que es tendencia en Buenos Aires

Las escapadas a pocas horas de la ciudad son una tendencia que se consolidó por su cercanía y amplia oferta.

26 de junio, 2025 | 14.16

A pocos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra un polo gastronómico que ofrece platos tradicionales y de autor para comer en medio de la naturalezaSe trata de un complejo instalado sobre una superficie de 2,5 héctareas en Parque Leloir, Ituzaingó.

El lugar es conocido como Thays Parque Leloir. Entre sus atractivos se encuentran la combinación de cocina de primer nivel y un ambiente natural. Mantiene una arboleda centenaria que distingue este espacio de los centros urbanos tradicionales.

¿Cómo es el polo gastronómico del conurbano?

El predio exhibe más de 200 árboles autóctonos y está diseñado con construcciones aisladas, decks de madera y pasarelas que se entrelazan entre el bosque, ofreciendo una atmósfera de escapada sin salir del área metropolitana.

En el lugar hay restaurantes, un hotel Hilton Garden Inn con convention center y spa, oficinas premium, residencias de nivel AAA y locales comerciales de marcas destacadas. El conjunto busca ofrecer una experiencia completa: alojamiento, gastronomía y servicios, todo integrado al bosque original.

¿Cómo llego al polo gastronómico de Ituzaingó?

El acceso es fluido desde la avenida Martín Fierro, a pocos minutos del Acceso Oeste, y el predio propone espacio de estacionamiento cubierto con valet parking las 24 horas.

La propuesta del Thays Parque Leloir

Le Pain Quotidien ofrece desayunos y meriendas, mientras que Fabric Sushi y Kansas Grill se posicionan como alternativas para cenas. También funcionan bares al aire libre como Patagonia y Temple, que incorporan cerveza artesanal y una atmósfera relajada para encuentros informales 

En el Thays Parque Leloir se puede disfrutar de la mejor comida en medio del bosque.

Las terrazas accesibles permiten disfrutar de comidas y bebidas rodeadas de vegetación, y las mesas exteriores, integradas al entorno, favorecen una experiencia gastronómica inmersa en la naturaleza.  Esto se debe a que la arquitectura del polo está pensada para interactuar con el bosque existente.

Los restaurantes y locales se ubican entre los árboles sin tocarlos, y se conectan mediante pasarelas elevadas y decks de madera. El diseño prioriza la conservación del entorno y promueve actividades al aire libre como caminatas, paseos y eventos.

El sitio oficial del desarrollo resalta la "integración de marcas internacionales de gastronomía y hotelería junto a residencias y oficinas premium". El proyecto apunta tanto al turista de fin de semana como al trabajador que busca exteriorizarse un rato por fuera de la ciudad.

El complejo también ofrece servicios para eventos y convenciones, aprovechando el convention center y el spa del hotel. Esta oferta lo consolida como un destino inclusivo, con infraestructura para gustar a distintos públicos: familias, empresas o visitantes en busca de tranquilidad .