En un mundo en el que la conectividad está desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, tener al año al menos un momento de desconexión y relax es fundamental. Existen tres destinos en el mundo a los escaparse y estar sin WiFi, completamente lejos de todo tipo de estrés y presiones. Si bien no se encuentran en Argentina y demandan desembolsar ahorros, si lo que estás buscando es viajar, sin dudas acá está la respuesta.
3 escapadas para estar lejos del mundo y sin WiFi
Serian Camps en Tanzania y Kenia
Por muy extremo que pueda sonar viajar a Kenia o Tanzania, puede ser la oportunidad para desconectar del mundo que se necesita. En Serian Camps, campamentos ubicados en los mencionados países africanos, ofrece no solo safaris por la belleza de la sabana subsahariana, sino, una estadía sin conexión al WiFi. "Los safaris siempre han sido, y deben seguir siendo, una experiencia profundamente personal”, comenta Andrew van den Broeck, guía privado de Serian Camps. Sobre la experiencia agrega: “los safaris son una oportunidad única para estar presente en un sistema que no pretende ni tiene la intención de entretener. La experiencia multisensorial se ve fácilmente interrumpida por el impulso de compartir historias con quienes no están allí para presenciarlas". A modo de broma, los dueños de Serian Camps adoptaron un perro de nombre WiFi, por lo que cada vez que un huésped pide por "WiFi", ellos lo llevan a acariciar al animal.
Montañas del Pamir, Tayikistán
Si viajar al medio de la nada, donde lo único que hay son altos paredones de piedra abrazados por claros lagos, las Montañas del Pamir, en Tayikistán, son la respuesta. La ruta M-41, conocida coloquialmente como la Carretera del Pamir, es el único camino que conecta con este paraíso asiático, donde aún vive una pequeña comunidad ancestral. Es considerado por los viajeros como uno de los caminos ruteros más espectaculares del mundo, en donde se encuentran ruinas antiguas, una fauna y flora salvaje y, sobre todo, desconexión pura de WiFi.
Ruta Laugavegur, Islandia
Siguiendo con los caminos ruteros, la Ruta Laugavegur, en Islandia, es uno de los paraísos a donde escapar si el estrés abruma. La misma atraviesa la reserva natural de Fjallabak, en las tierras altas del sur del país insular. Landmannalaugar es el punto de partida, donde los turistas encuentran las aguas termanles que llenan de orgullo a los locales. Como si se tratara de un cuento o película, el sendero poco a poco se transforma en campos de lava negra. Quienes siguen caminando dan con Þórsmörk, un valle frondoso de abedules. Desde allí se pueden avistar glaciares, ríos, cráteres volcánicos y fauna autóctona.