El martes a la mañana, en la seccional policial de la colonia llamada Villa Dos Trece, en la provincia de Formosa, una mujer de 47 años se presentó a realizar una denuncia para ubicar el paradero de su pequeña nieta de 5 años llamada María Maidana. La abuela, visiblemente angustiada, le contó a la policía que los vecinos le habían dicho que hacía algunos días que no la veían por la zona entre Villa Dos Trece y Colonia Weitzel donde la pequeña vivía junto a su mamá, Rosalía Maidana, y su actual pareja Néstor Pérez. Nadie sabía del brutal crimen que se encontraba detrás de su ausencia.
Además, la mujer le contó a los policías de la seccional conocida como “El Bañadero” que se había comunicado con el jardín de infantes al que iba la pequeña y le habían dado como respuesta que hacía algunos días que no iba a clases. De esta forma, los oficiales empezaron a investigar qué había ocurrido con María y como primer medida, se acercaron al domicilio donde vivía junto a su mamá. Allí, la mujer dio la primera respuesta a la policía y aseguró que había dejado a la pequeña junto a su tía en la localidad de El Colorado, a unos 15 kilómetros de donde estaban.
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Durante los primeros pasos de la investigación, la policía también sumó el relato de algunos vecinos y del abuelastro de la pequeña que ya notaban imprecisiones en el testimonio de la madre y aseguraban que durante alrededor de una semana, no tenían datos de la menor. Con estas sospechas, las fuerzas de seguridad se desplazaron a la localidad vecina en la frontera con la Provincia de Chaco, donde se entrevistaron con la tía que había sido señalada por la mamá de la pequeña. “El personal constató que la niña no estaba en el lugar y que incluso la mujer no veía a la pequeña desde hace bastante tiempo”, explicó el comisario Carlos Vera, razón por la que los oficiales volvieron a entrevistarse con la madre que, visiblemente nerviosa, “empezó a cambiar su relato constantemente y decía incongruencias”, explicó el jefe policial.
Uno de los relatos de la mujer orientó casi sin querer la investigación. Ante algunos policías, la joven de 20 años “dijo que habían ido al río Bermejo y la niña se ahogó y se perdió en el agua”. Allí, además, le puso fecha a esa desaparición ya que aseguró que “eso había pasado cinco días atrás”. Con estos datos, los investigadores dieron aviso a la Justicia y el Juez de Garantías, Sergio Cañete, ordenó la detención inmediata de la joven y su actual pareja, un hombre de 24 años.
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Con los pocos datos que dio la mujer y su pareja a la policía, sumado al relato de familiares y vecinos, los investigadores empezaron un operativo de rastrillaje desde la casa donde vivía la pequeña hasta el Río Bermejo, distante a casi un kilómetro y medio. Fue así que, al traspasar una zona de monte, a 1200 metros de la casa, encontraron un espacio de tierra removida que fue rápidamente señalada por policías y por los perros que participaban del operativo.
El lugar era conocido en la zona por ser un tramo inundable ante las fuertes crecidas del río, aunque por el momento estaba libre de agua aunque con abundante vegetación. Habían pasado pocos minutos de las tres de la tarde cuando, después de cinco horas de investigación, descubrieron el cuerpo de la pequeña. Estaba metido en una bolsa de arpillera y enterrado a metros del Río Bermejo. Tras resguardar la zona, los peritos recuperaron el cuerpo y lo trasladaron para realizar la autopsia correspondiente, que en un estudio preliminar no arrojó datos de relevancia ya que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. Por esa razón, se ordenaron estudios complementarios de los que todavía se desconocen datos y se espera que puedan determinar cómo provocaron la muerte y cuándo fue cometida.
Mientras tanto, la investigación avanza para conocer los detalles del crimen y ya sumó declaraciones contra el padrastro de la nena, acusado de violencia y que, según algunos testimonios, sometería a la madre de la criatura. Además, allanaron la casa donde vivía la pequeña y secuestraron dos armas de fuego y sábanas manchadas con sangre. Pese a esto, los investigadores se muestran sorprendidos por la frialdad de la joven madre y su pareja ante los vecinos, que cuando le consultaban por la pequeña respondían “ahí anda” cuando ya estaba enterrada al cortado del río. Ahora, a la espera de más pericias, la madre de la criatura y su pareja fueron trasladados a distintos penales provinciales acusados del delito de "homicidio agravado", acusación por la que serán llevados a indagatoria en los próximos días.