Conservar el queso en la heladera puede ser un desafío, pero existe una manera de hacerlo para que te dure más tiempo. En este contexto económico, desperdiciar comida no es una opción, y es por esto que es importante conocer las mejores técnicas para conservar alimentos y que te duren más tiempo en la heladera, sin que pierdan calidad, sabor y seguridad.
Seguramente te pasó alguna vez comprar una horma de queso para ir comiéndolo de a poco, pero a los pocos días, notar que se secó o que tiene u gusto raro. Para que no te pase eso, es necesario almacenarlo de la manera correcta. Esto no es para nada complicado de hacer, simplemente necesitás conocer la forma adecuada de hacerlo. Y no, no es ni con film, ni con papel aluminio.
Estos materiales, por el contrario, pueden perjudicar al queso, ya que el aluminio impide que circule el aire y retiene demasiada humedad, lo que favorece la formación de moho e incluso puede transmitirle un gusto metálico. El film, por su parte, sella por completo el alimento y no le permite respirar, haciendo que se vuelva pegajoso y que genere un olor desagradable. Ambos elementos terminan alterando la textura y acelerando el deterioro del queso.
La forma más eficaz de conservar el queso es envolverlo en un papel específico, un papel especial para quesos. Este tipo de papel permite que el queso mantenga su humedad natural sin quedar aislado del todo, ya que su superficie porosa lo protege pero al mismo tiempo deja circular el aire. Se consigue en algunas fiambrerías o papeleras, aunque si no lo encontrás, podés reemplazarlo con papel manteca o papel para horno.
El paso a paso es muy fácil: tenés que envolver el queso con una hoja de papel manteca o vegetal. Si querés asegurarte de que se conserve todavía mejor, podés cubrirlo además con un paño limpio de algodón o guardarlo en un recipiente con tapa que no selle del todo, para que entre un poco de aire. Otra alternativa es usar frascos o recipientes de vidrio o plástico, siempre que la tapa no esté completamente cerrada. Esto ayuda a mantener la humedad sin generar un ambiente de condensación. Con estos consejos, tu queso debería durarte varias semanas en la heladera.
Cuál es el detalle que hay que ver antes de comprar un queso
Además de la fecha de vencimiento, existe un detalle que hay que tener en cuenta cada vez que se compra un queso. Es sabido que los lácteos son un tipo de alimento muy delicado, ya que si pierden la cadena de frío, pueden causar intoxicaciones alimentarias muy severas. Por esta razón, los expertos en bromatología aconsejan prestarle atención a una cosa en particular.
La fecha de vencimiento es lo primero que debe verse, además de la lista de ingredientes, a la hora de ir al mercado a comprar cualquier producto. Sin embargo, con los quesos, leches y demás lácteos se debe prestar especial atención a un detalle en concreto. Este consejo en particular está orientado a los quesos cremosos, también llamados quesos frescos, pero aplica a todos los quesos.
Para chequear que el queso que compres no esté en mal estado, hay que fijarse en su textura. La nutricionista Isabela Ramos compartió en sus redes sociales que al comprar un queso, hay que fijarse si el envase está hinchado, ya que esto significa que adentro hay una bacteria liberando gas. “Es una señal de peligro”, señaló. Por esta razón, siempre que compres un queso, el envase tiene que estar totalmente pegado al mismo.
Otras señales de que el queso cremoso está en mal estado
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Cambios en el olor: si huele ácido, rancio o agrio, no lo consumas, ya que probablemente tiene bacterias vivas.
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Mucho líquido amarillento separándose: si está acuoso o contiene mucho líquido separado, probablemente esté en mal estado.
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Sabor agrio, ácido o amargo: esta es la señal por excelencia de que está en mal estado.
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Textura granulosa, seca o extraña: si notás una textura fuera de lo común, no lo consumas, ya que probablemente esté en mal estado.